Pandemia
Yayo Vicente
Si podemos migrar a otro país que ya tenga arregladas las cosas que nos preocupan, ¿por qué luchar por el “nuestro”? Claro que no tengo respuesta, pero el arraigo es una de las razones que impide esa lógica y fácil solución.El caso “Cochinilla” secuestró nuestra atención, todos los días se revela (del expediente) algo más hediondo y repugnante. Parece una pesadilla interminable y sin una vía de salida aceptable. Pero … ¿Será causa suficiente para salir corriendo?
¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga,
o el que paga por pecar?
HOMBRES NECIOS QUE ACUSÁIS
Sor Juana Inés de la Cruz
Si bien es cierto que esta estrofa octosilábica del poema de sor Juana Inés de la Cruz, se refería a la prostitución, es aplicable a la corrupción (y sus dos fases: corruptores y corrompidos), problema que debe reconocerse que no es un asunto solo atribuible al individuo, sino también un fenómeno estructural y por lo tanto colectivo.
Lamento como todos, el robo, la estafa o el pillaje cometido por MECO y H. Solís. Es triste que funcionarios públicos se dejen corromper por sumas o prebendas de altos y bajos montos. Como la corrupción no es nada nuevo, mi reclamo también es que no funcionaron los mecanismos administrativos diseñados para evitarlo y que fuera detectada la organización criminal, por un soplón (un verdadero héroe). Como si robar no fuera ya suficientemente malo, nos dejan obras de dudosa calidad.
No estamos en un país de ladrones, tenemos ladrones en Costa Rica y contra esos debe dirigirse nuestra ira. No generalicemos, no caigamos en la trampa de ignorar a las mayorías que son honradas, pagan sus impuestos y cobran precios justos por sus servicios o bienes materiales.
Renuncio
Los mecanismos de control y denuncia, como los medios periodísticos y las redes sociales son factores equilibrantes y necesarios en un sistema democrático y al mismo tiempo modulador de la manera de pensar de todos. ¡RENUNCIO!, a ser manipulado sin oponerme. Los medios periodísticos tienen que venderse y para ello utilizan titulares con el “sabor del día”, aunque al día siguiente el tema lo dejen en el archivo y buscan uno nuevo para su siguiente venta. Las redes sociales suelen repetir y hasta inventar noticias negativas, que son las que más se virilizan.
Cuando nos ponemos monotemáticos, al mismo tiempo nos descuidamos con otros temas. A veces nuestra atención es raptada por asuntos menores: el error humano de un enfermero al (no) vacunar, el accidente con muertos en la ruta 32, la persona que pegó el gordo navideño, el corneado en la corrida de toros, el campeonato arrebatado a la Liga … Nada de eso trasciende, ninguna de esas cosas nos afecta a nosotros o modifica al país.
Grito que “Cochinilla” no es el final, apenas un tropiezo y que debemos recuperar el tiempo perdido. En el boxeo, el «combo uno-dos» es el nombre que se le da a la combinación que consiste en dos golpes: un jab (lanzado con la mano adelantada) seguido de una cruz (lanzado con la mano de atrás). La Pandemia se juntó con “Cochinilla” y completaron el «combo uno-dos». Muy duro y estamos a punto de ser tumbados a la lona.
Solidaridad
Me rehúso a sentir pesimismo por el presente o futuro de Costa Rica. En el pasado, nuestra gente construyó un país distinto, pasamos de tener renta baja y de pertenecer al club de los países más pobres, a una condición mejor. Hoy a Costa Rica se le considera de renta media, los indicadores en salud, agua potable, cobertura vial, pobreza, exportaciones e importaciones, escolaridad, cobertura eléctrica y otros, lo demuestran. El trabajo no está concluido, todavía demasiada gente no tiene techo, no sabe si comerá al día siguiente y su dignidad de persona está severamente comprometida.
Estoy convencido que la “mundialidad” debe complementarse con la “localidad”, no son términos contrapuestos, y deben coexistir. De acuerdo con las cifras del Banco Mundial, el ingreso promedio por persona en el país pasó de US$ 3.823,64 en el año 1960, a una cifra de US$ 12.669,70 en el año 2019, un crecimiento extraordinario. Sin duda alguna que esas buenas cifras se disparan a partir de la apertura comercial, durante la cual pasamos de exportar menos de una decena de productos a más de tres mil y de hacerlo a unos cuantos países a casi 150 socios comerciales.
La “mundialidad” no nos resolverá los problemas colectivos que tenemos y tendremos, la medicina es la SOLIDARIDAD. Si no nos termina de gustar el barrio donde vivimos, no es cambiando de barrio como debemos resolver las cosas que nos desagradan. Hay que juntarse con los vecinos y mejorar al barrio todos juntos. Colectivamente podemos ayudar al barrio, la escuela, la iglesia, el parque, la vigilancia, el ornato … Es necesario arremangarse, juntarse, conocerse y actuar de forma conjunta.
Localidad
Es en la localidad donde encontraremos el sentimiento de pertenecer, de arraigo y de gratificación. Veamos para atrás para sentirnos motivados: las gestas de Mora, la obligatoriedad de la educación, el ferrocarril al Caribe, el Teatro Nacional, la expulsión de los jesuitas, la secularización de los panteones, la abolición del ejército, la niñez calzada, el agua intradomiciliar, la pacificación de Centroamérica, la universalización del seguro social; y la lista de cosas sigue y se suman para permitirnos sentir orgullo por el país. Es necesario recuperar la historia, apropiársela, para continuar en la misma senda y empalmar con nuestros aportes, la construcción de una utopía compartida.
Los problemas de todos, requieren soluciones que solo son posibles en la colectividad, la afición futbolística no alcanza, más que para vestirse de rojo y celebrar en la rotonda de La Hispanidad un resultado positivo.
La trampa
Cuando nos ceñimos en un solo problema, abandonamos luchas en los demás ámbitos. Se crean tsunamis que nos reventarán en la cara. Las sociedades modernas, por complejas, dividen el trabajo para sacar adelante de manera integral tanto reto distinto. Es indispensable que existan bomberos, que sus problemas se resuelvan, su entrenamiento sea el adecuado y el equipo se modernice, pero no todos podemos ser bomberos.
Costa Rica revirtió la deforestación (que era galopante) y ya tenemos al 50% del territorio con cobertura boscosa, al mismo tiempo tenemos la mayor red vial (por kilómetro cuadrado) del Continente. Hoy la caza (que es ilegal) mata menos animales silvestres que los atropellos. URGEN pasos de fauna para salvar la biodiversidad. ¿Podemos y debemos todos dedicarnos a “Cochinilla” y no resolver, cada uno en su campo: pobreza, desempleo, déficit fiscal, retos de la cuarta revolución, brecha digital, calidad de la educación, puentes con vida útil agotada, financiamiento de la CCSS, pensiones, lentitud en la judicatura, sobrepoblación carcelaria y un largo etcétera?
En una fragata de remos, todos reman, con ritmo y fuerza. Cuando uno de los remeros flaquea, se le llama la atención, para que no arriesgue el esfuerzo de los demás. Quienes tenían que detectar los gigantescos actos corruptos de MECO y H. Solís, no lo hicieron. Pusieron en riesgo mucho más que plata y obras, el sistema democrático perdió credibilidad. A ellos les debemos reclamar con fuerza: ¿Empresarios, qué pasa con su ética?, ¿Contraloría, dónde están sus controles?, ¿Ente Costarricense de Acreditación (ECA), qué pasó?, ¿Colegios Profesionales (ingenieros, auditores, abogados), dónde están? ¿Diputados, van a corregir las leyes de: Control Interno, Enriquecimiento Ilícito, Contratación Pública; qué pasó con Extinción de Dominio?, ¿Tributación Directa, con las declaraciones les hicieron el “túnel” y el “sombrerito”, no tienen lupa para empresas grandes?
Las consecuencias de tanto despelote han sido: una nueva pensionada de lujo, algunos peces gordos en sus cómodas casas como medida cautelar y pececitos pequeños encarcelados. La secuela más perniciosa ha sido la distracción, ojalá no nos salga demasiado cara.
Me quedo
No caigamos en la trampa, mucho que hacer, cada uno en su campo. Nada de pesimismo, de este “combo uno-dos”, tenemos que salir fortalecidos. Yo me quedo y espero aportar mi grano de arena.
PANDEMIA. El fenómeno salud-enfermedad, es complejo y cuando se escala a una población, se le suman infinidad de nuevas variables, haciéndose todavía más intricado. Poner en palabras simples lo que todavía no termino de comprender, ha sido mi reto durante la pandemia por covid-19.
Ante una indiferencia hija de la incultura general, crece la desesperanza en algunos, pues ese amanecer anunciado por el poeta parece no llegar.