Los ticos somos gente exitosa

Ágora*

Guido Mora
guidomoracr@gmail.com

Guido Mora

Deportistas no futbolistas: Rafael Ángel Pérez, María del Milagro París, Silvia y Claudia Poll, Andrey Amador, Hanna Gabriel y Nery Brenes.

Escultores: Jorge Sancho, Edgar Zúñiga Jiménez y Jorge Jimenez Deredia.

Pintores: Aquiles Bigot, Tomás Povedano, Enrique Echandi, Francisco Amighetti, Francisco Zúñiga, Teodorico Quirós, Fausto Pacheco, Margarita Bertheau, Manuel de la Cruz González, Rafael Ángel García, Jorge Gallardo, Rafa Fernández, Lola Fernández, Max Jiménez, César Valverde, Rafa Fernández e Isidro Con Wong.

Escritores: Joaquín García Monge, Carlos Luis Fallas, Carmen Lyra, Jorge Debravo, Alfonso Chase, Laureano Albán y José León Sánchez.

Científicos: Anastasio Alfaro, Gil Chaverri Rodríguez, Clodomiro Picado, Jeannette Benavides, Julio Mata Segreda, Luz María Moya, Franklin Chang, Adriana Troyo, Meizel Leiva, Sandra Cauffman, Jorge Marino Protti, Christiana Figueres.

Actores y Directores: Erik Hernández, Mario Chacón. Edgar Murillo y Daniel Moreno, de La Media Docena; Hernán Jiménez y Esteban Ramírez.

Futbolistas: Alejandro Morera, Luis Gabelo Conejo, Pablo César Wanchope, Hernán Medford, Javier Delgado, Alexandre Guimaraes, Joel Campbel, Álvaro Saborío, Celso Borges, Bryan Ruiz, para mencionar algunos y, desde luego, el más afortunado y el que ha llegado más alto en este deporte Keylor Navas, que disfruta de estar en el club más mediático del mundo, el Real Madrid.

Políticos: José Figueres Ferrer y Oscar Arias Sánchez.

Hoy he intentado, sabiendo con certeza que se me han escapado muchos nombres y disciplinas, realizar un recuento de los costarricenses que, a lo largo de los últimos años de nuestra historia, han triunfado fuera y dentro de Costa Rica.

En estos días de locuras mediáticas, del Giro a Italia y los logros de Andrey Amador; de la Final de la Champions League en Milán, en que participa nuestro compatriota Keylor Navas, es bueno felicitarse y reconocer (se) -como costarricense-, que han sido muchos los coterráneos que han destacado en muchas partes del mundo: en Centro América, Latinoamérica, Iberoamérica; en el Continente Americano y Europeo.
Es indispensable abrir los ojos. El talento creador prevalece entre los costarricenses.

Miles de jóvenes cursan todos los días su secundaria en colegios científicos y en centros de enseñanza académica. Miles concluyen cada año sus estudios universitarios, con una formación muy por encima de la que reciben sus pares en otras Naciones de Centroamérica y de muchas otras partes del Mundo.

La fuerza que nos impulsa a crecer subyace en la sociedad costarricense.

Es entonces cuando nos preguntamos, como lo hacen muchos otros costarricenses: ¿por qué es tan difícil que se tomen las decisiones, se diseñen o ejecuten los programas que permitan que nuestro país retome la ruta del crecimiento con equidad, que en el pasado nos hizo grandes en Latinoamérica?

Creo lamentablemente que en el fondo hay un problema de orientación política, que se transfigura en una grave dificultad de conducción. Esta situación no sólo es responsabilidad de quienes ejercen la actividad política, aunque ellos deben asumir gran parte de ese pecado.

Hay que reconocer, sin embargo, que en el ejercicio del Gobierno están involucrados también empresarios, sindicalistas, solidaristas y otros líderes sociales, incluido desde luego el liderazgo religioso, que se ha ocupado durante los últimos lustros, de buscar un beneficio particular en las decisiones del Estado, gremializando las acciones políticas y perdiendo la perspectiva del “Estado Nación”.

Esta posición se ha convertido con el tiempo, en un freno para la toma de decisiones y en un obstáculo para la ejecución de tareas indispensables para enfrentar los desafíos que debe asumir la Costa Rica del Siglo XXI.

Desde esta perspectiva me parece acertado el planteamiento de Ottón Solís, orientado a generar las propuestas para impulsar un “Gobierno de Unidad Nacional”, en donde los partidos políticos representados en la Asamblea Legislativa, asuman el compromiso de concertar e impulsar una agenda que, independientemente del grupo político que triunfe en las próximas elecciones, sea ejecutada con el respaldo de los actores políticos y sociales que construyen con sus acciones de cada día, el presente y el futuro de nuestro país.

Ya es hora de dejar de ver a Costa Rica con la visión del Siglo Pasado y comenzar a proyectar el futuro de la Costa Rica de mediados del Siglo XXI. Las tareas que emprendamos hoy tendrán un fuerte impacto en los costarricenses del año 2050.

No seamos mezquinos, leguémosles a nuestros nietos una Costa Rica de oportunidades, de sueños e ilusiones, tal como nos la legaron nuestros abuelos.

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* El Ágora era el centro de la actividad política, administrativa, comercial y social de la antigua Atenas.

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