Las estatuas espirituales, isla de Pascua (Rapa Nui)
A unas 3.700 kilómetros de la costa de Chile, la isla de Pascua (también conocida como Rapa Nui) es un trozo aislado de tierra volcánica deforestada que constituye una de las islas habitadas más remotas del mundo. Llamada Te Pito o Te Henua (el Ombligo del Mundo) por sus pobladores polinesios, es conocida sobre todo por albergar cientos de moai, las icónicas cabezas de piedra.
Esculpidos en roca volcánica entre los siglos I y VI, los moai honran probablemente a los antepasados de los isleños (no hay dos cabezas iguales). Muchos fueron trasladados de algún modo desde la cantera de la isla hasta su perímetro, a pesar de que pesan hasta 80 toneladas. (¡Incluso tienen cuerpos subterráneos!)
Nadie sabe a ciencia cierta cómo se logró esta proeza de ingeniería prehistórica. Pero algunos de los 5.000 habitantes de la isla insisten en que las estatuas caminaron o incluso volaron hasta su lugar, animadas por el maná, una especie de fuerza espiritual. Algunos afirman haber visto apariciones u oído voces antiguas cerca de los moai. Otros sugieren que las cabezas fueron movidas por extraterrestres, pero eso se lo dejamos al teórico de los ovnis Erich von Däniken.
La historia de la isla ya es bastante espeluznante sin el revestimiento paranormal. Es posible que la población original creciera demasiado rápido, lo que provocó la disminución de los recursos naturales (¿le suena familiar?). Incluso hay pruebas de canibalismo. Pero las teorías más recientes sugieren que una plaga de ratas polinesias podría haber llevado a la gente a la muerte. Todo esto es, por supuesto, suficiente para provocar pesadillas incluso a Stephen King, con o sin estatuas móviles.
Basado en The world’s most haunted places de LIFE