Liberación y el “Vuelo del Fénix”

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Carlos Revilla Maroto

Empiezo diciendo que es un fénix. En la mitología griega el fénix era un ave de larga vida que se regeneraba de las cenizas de su predecesor. Según algunas fuentes, el fénix muere en un espectáculo de llamas y combustión, aunque hay otras fuentes que afirman que el ave legendaria muere y simplemente se descompone antes de nacer de nuevo. En el registro histórico, el fénix simboliza la renovación en general

También quiero hablarles de una película que vi hace muchos años titulada el “Vuelo del Fénix”. El argumento es sencillo: un avión se estrella en medio del desierto y deja a los sobrevivientes con poca agua y sin esperanzas de ser rescatados. Con lo que queda del avión construyen uno más pequeño, con un solo motor. Tenían que encender el motor, que llevaba mucho tiempo expuesto a las inclemencias del desierto; para hacerlo tenían que usar unos cartuchos, de los cuales solo habían cinco. Cada intento de encendido quemaba un cartucho. Probaron con los primeros tres y no hubo suerte, el motor no encendió. Así que el piloto decidió gastar uno en hacer un encendido «vacío», para limpiar los conductos del motor (no recuerdo mucho los detalles). Lo importante es que limpió el motor y con el último cartucho encendió el motor y lograron llegar a la civilización.

Después de esta un poco larga pero necesaria introducción, ya se deben estar preguntado qué tiene que ver todo esto con el Partido Liberación Nacional.

Pues bien, liberación necesita -como el ave fénix- renacer de sus cenizas y tomar vuelo de nuevo. Pero esto no es tan sencillo, renacer significa empezar de nuevo, hacer una alto en el camino y repensar todo. Como en el «Vuelo del Fénix», el PLN viene gastando cartuchos con total insensatez, sin hacer un alto en el camino.

Entonces juntando los dos elementos, tiene que refundarse y resurgir de sus cenizas, pero no como dijeron hace algún tiempo «volviendo a las catacumbas». Que va, eso no serviría de nada, más bien el mensaje tiene que ser nuevo, fresco, del nuevo siglo, con sus nuevos paradigmas. Y aquí es donde vienen a cuento los cartuchos, donde el PLN viene gastando los que le quedan y no hay visos de que encienda el motor, por lo que como en la película se debería usar uno para limpiar, antes de probar de nuevo.

Traducido lo anterior a lenguaje político, significa hacer un alto en el camino, replantearse las cosas, hacer nuevas propuestas, reconectarse con la gente, volver a pensar en el bienestar del mayor número, tan dejado a menos últimamente y otro montón de cosas en las que se sigue fallando o siendo omiso.

Estoy convencido que el partido necesita además de la anterior también una purga, no al estilo de las que hacia Stalin, pero si cambiar dirigencia que ya está gastada y que a pesar de seguir teniendo algún poder territorial, son parte del problema y no de la solución.

Lo anterior es precisamente lo que necesita el Partido Liberación Nacional. Como el ave fénix renacer de sus cenizas, pero no quemar los cartuchos sin haber limpiado los motores antes. El PLN ha tenido cinco derrotas consecutivas, ha malgastado cinco cartuchos, y no ha limpiado sus motores, por lo que no solo corre el riesgo de volver a perder, sino de que ya no tenga remedio, si no se hace algo, que debe ser radical para que funcione.

Un partido político debe pensar o mejor mejor dicho tener pensamiento. No puede haber ningún cambio si hace 18 años fue la última vez que se efectuó un congreso nacional. Así no va para ningún lado, salvo quemar todos los cartuchos sin que encienda el motor.