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Carlos Revilla Maroto
Hace unos días leí un supuesto análisis de las razones de la perdida de Figueres en la reciente convención del Partido Liberación Nacional, publicado en un periódico digital llamado elmundo.cr, al que siempre se le ha notado el sesgo contra Figueres.En cuanto al análisis, no hay mucho que hablar, ni me interesa comentarlo. Solo quiero decir que algunos creen que pueden hacer análisis, y que va, no es cualquiera. No se trata solo de hacer un inventario de las posibles razones para la pérdida, como hace el autor, es mucho más que eso.
Lo que me llamó la atención es que, el autor empieza el análisis diciendo de forma grandilocuente “Por primera vez en la historia política de Costa Rica un Figueres pierde una elección popular, y peor aún en este caso fue en unas primarias del partido fundado por José Figueres Ferrer”.
De entrada lo que parece, es un sutil (bueno, ni tanto) argumento para demeritar a José María Figueres, dando a entender algo así como “que barbaridad, perdió Figueres, algo que nunca le había pasado a nadie en su familia”. Lo que pasa es que el argumento del autor, de que José María es el primer Figueres en perder una elección, simplemente no es cierto. Hasta al propio don Pepe le pasó y ¡dos veces!
Veamos cuales son esas pérdidas electorales.
Para las elecciones de 1944, don Pepe, aunque estaba en el exilio, encabezaba la papeleta de diputados por San José, del partido Demócrata de León Cortés, quien era el candidato a presidente contra Teodoro Picado, que a la postre fue quien resultó ganador de esas elecciones, y que por cierto, poco después de asumir le revocó la injusta condición a Figueres y pudo regresar al país.
No voy a detallar los pormenores de esa elección, que los tiene y bastantes, lo importante es reseñar que don Pepe perdió, y decían que el propio Calderón Guardia giró instrucciones precisas, para que no saliera electo. Esto es muy razonable de creer, ya que el Demócrata era el principal partido de oposición, y que no sacara ni el primer lugar por la provincia de San José, era muy sospechoso.
Sobre este tema vale la pena transcribir una nota de un diario de la época:
“Quedará vacía en el congreso la curul de don José Figueres
Sabía el público que el Presidente de la República tenía especial empeño en que no llegara al Congreso don José Figueres, a quien ilegalmente y con lujo de saña y de maldad, el gobierno había extrañado del territorio nacional. Para ello fue necesario hacer maravillas de prestidigitador a fin de arrebatarle los votos necesarios para que quedara sin cociente.
Ahora resulta que el caballero don Eduardo Bonilla Gutierrez no quiere aceptar la curul robada, y ha hecho declaraciones públicas en el sentido de que no asistirá al Congreso.
La curul de José Figueres permanecerá vacía en el Congreso, dando testimonio de que hubo malos ciudadanos capaces de falsificar una elección, y un caballero capaz también de rechazar pundonorosamente el producto de ese fraude.”
Como ven a punta de fraude sacaron a Figueres, pero como fuera, una pérdida. Así se manejaban las cosas en esa época, y especialmente con Calderón y su gente.
La segunda pérdida fue en febrero de 1947, en la convención de la oposición para elegir el candidato para las elecciones de 1948.
Los postulantes eran Otilio Ulate Blanco, Fernando Castro Cervantes, y José Figueres Ferrer que contaba con el apoyo del recientemente creado partido Social Demócrata, que como recordarán se fundó con la unión del Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales, y el grupo Acción Demócrata al que pertenecía don Pepe.
Como ninguno de los tres candidatos, después de varias votaciones, sacaba una mayoría suficiente para ganar la nominación, los figueristas decidieron darle el apoyo a Ulate, para inclinar la balanza a su favor, por ser el más votado de los tres, y además para que no ganara Castro Cervantes representante de la oligarquía.
Esta última pérdida no es exactamente de elección popular, aunque si por votación, por lo que es válida para el recuento.
Se puede decir que antes del 48, don Pepe apenas se daba a conocer. Era un empresario agricultor en proceso de consolidación. Su liderazgo político lo empezó a demostrar en 1942, con el discurso por la radio contra el gobierno de Calderón, que le valió tener que irse al exilio. Luego de ahí hasta la guerra del 48, se fue afianzando como líder.
Como sabemos, ya todo fue muy diferente dentro del PLN, donde está muy claro que nunca perdió como candidato. Manteniendo después del 48, una bien ganada aureola de imbatibilidad.
Si quieren leer en detalle como fue esa convención de la oposición de febrero de 1947, pueden hacerlo aquí.
Hay otra perdida de don Pepe, que no es en realidad electoral, pero que por curiosidad histórica es interesante reseñar: cuando en 1985 le dio el apoyo a Carlos Manuel Castillo, contra Oscar Arias Sánchez, en la convención para definir el candidato del PLN para las elecciones de 1986. El ganador en esa oportunidad fue Arias, haciendo famoso aquel discurso “Ni muletas ni padrinos”, en clara alusión al apoyo de Figueres y Oduber que tenía Castillo.
Hasta aquí con don Pepe.
Queda todavía otra pérdida más de un Figueres o más bien en este caso una. Me refiero a Muni Figueres, también hija de don Pepe, que iba de candidata a vicepresidente en la campaña presidencial de 1990, en la papeleta junto a Carlos Manuel Castillo, que perdió las elecciones contra Junior Calderón. Esta pérdida vale para el recuento, porque el cargo de vicepresidente, es de elección popular.
Así que, además de esta reciente derrota de José María Figueres, tenemos otras tres más, dos de don Pepe y una de Muni.
Lo que es importante destacar, es que las pérdidas no definen o caracterizan a una persona. Alguien me hizo notar que Abraham Lincoln fue candidato 7 veces a la presidencia de EE.UU., lo que nos demuestra que no toda pérdida es una derrota, y que la grandeza de una persona no se define por eso.
Es más, para no irnos muy lejos, Chico Orlich, Daniel Oduber y Luis Alberto Monge, tres de los grandes presidentes de Costa Rica, tienen en común haber perdido una elección. Esto para hablar solo del pasado reciente.
Con este supuesto analista, del que les hablaba al inicio, se cumple muy bien aquel refrán de “ir por lana y salir trasquilado”. Quiso poner como perdedor (en el sentido negativo) a Figueres, y más bien resultó que su afirmación de partida no era correcta. Acharita análisis, que no pasó de ser uno más de los tantos artículos, que con más pena que gloria, escriben contra Figueres algunos que quieren hacerse notar sin tener los méritos.
Interesantisimo artículo. Agradezco toda la información siempre objetiva.
Muchas gracias Carlos. Quizá con algo de pena confieso que desconocía varios de estos «pequeños grandes detalles» que ayudan a conocer y entender mejor nuestra historia nacional y política. P. ej., algunos de los hechos reseñados, en mi mente, hacen más grande a don Pepe y lo contrario a Calderón Guardia, a quien algunos méritos, en el campo de políticas y acciones sociales hay que darle. Gracias de nuevo.
Interesante estos aportes. Si recuerdo muy bien como nos afectó la pérdida de don Luis Alberto Monge. Luego nos levantamos con entusiasmo para la candidatura de Oscar Arias y los ex-Presidentes se oponían. Oscar Arias hizo un trabajo puerta a puerta y logró su victoria. Gran aprendizaje de sus negociaciones.