Roberto Dobles
roberto.dobles@gmail.com
Las actividades humanas son las responsables de casi todo el aumento de estos gases en la atmósfera durante los últimos 200 años.
Las emisiones de estos gases han venido aumentando continuamente, lo que ha estado acrecentando su concentración en la atmósfera, provocando un creciente calentamiento global.
Esto plantea importantes riesgos para los seres humanos y todas las demás formas de vida en la Tierra.
El mundo se está calentando más rápido que en cualquier otro momento de la historia. Las temperaturas más cálidas están cambiando los patrones climáticos y alterando el equilibrio habitual de la naturaleza.
Esto plantea muchos riesgos para los seres humanos y todas las demás formas de vida en la Tierra, ya que las crecientes emisiones de gases de efecto invernadero causadas por el hombre son las que han estado impulsando el cambio climático.
1. Principales gases de efecto invernadero y sus fuentes
Las principales fuentes de gases de efecto invernadero debidas a la actividad humana son las siguientes:
• Emisiones de CO2 generadas por la quema de combustibles fósiles, las cuales representan el 64% de las emisiones globales. Las emisiones de CO2 provenientes de las plantas eléctricas de carbón generan el 20 % de los gases de efecto invernadero (GEI) a nivel global.
Si bien la participación porcentual ha venido bajando en la matriz energética mundial a través de los años, el carbón no está desapareciendo. El año pasado, el mundo utilizó más carbón que nunca, tres veces más que en 1960.
• Emisiones de metano que representan el 18% de las emisiones globales. Las principales fuentes de emisiones de metano son la fermentación entérica (parte natural del proceso digestivo en animales rumiantes como el ganado bovino, ovino, caprino y búfalo y el manejo del estiércol, el cultivo de arroz, los cambios en el uso de la tierra en los humedales, los lagos artificiales, las pérdidas en oleoductos y las emisiones en vertederos de basura son las que generan las mayores concentraciones atmosféricas de metano. Muchos de los sistemas sépticos son también fuentes de metano atmosférico.
La mayor fuente de emisiones antropogénicas de metano (provocadas por el ser humano) es la agricultura, seguida de cerca por la ventilación de gases y las emisiones fugitivas de la industria de los combustibles fósiles. La mayor fuente agrícola de metano es la ganadería.
El ganado vacuno (criado para obtener carne y leche, así como para productos no comestibles como estiércol y fuerza de tiro) es la especie animal responsable de la mayor parte de las emisiones de metano y representa alrededor del 65% de las emisiones del sector ganadero.
• El cambio de uso de la tierra es una importante fuente de emisiones que representa el 11% de las emisiones globales. Estas emisiones se generan principalmente por la deforestación de los bosques en los trópicos.
• Los suelos agrícolas emiten óxido nitroso (N2O), en parte debido a la aplicación de fertilizantes (4% de las emisiones globales).
• Los gases florinados: 2% (perfluorocarbonos CF6 y C2F6, hidrofluorocarbonos CHF3, CF3CH2F y CH3CHF2 y hexafluoruro de azufre SF6).
Un estudio titulado “Greenhouse Gas Emissions from Energy Data Explorer”, publicado por la International Energy Agency (IEA), señaló lo siguiente:
• Las emisiones globales, procedentes de la quema de combustibles, estuvieron dominadas por el carbón (45%), seguido del petróleo (33%).
• Los combustibles fósiles continúan representando el 81% del suministro total de energía a nivel mundial, con el petróleo representando casi el 30%, seguido por el carbón (28%) y el gas natural (23%).
• El dióxido de carbono (CO2) constituye la gran mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero del sector energético, pero también se emiten cantidades menores de metano (CH4) y óxido nitroso (N2O).
Un estudio titulado “Sector by sector: where do global greenhouse gas emissions come from?”, publicado por Our World in Data, identifica a los siguientes sectores como los principales emisores de gases de efecto invernadero:
• Energía: 73,2% (uso en el transporte terrestre, marítimo y aéreo, la industria, los edificios comerciales y residenciales y la producción de alimentos, etc.).
• Agricultura, silvicultura y cambio de uso del suelo: 18,4%
• Industria: 5,2% (producción de cemento y de productos químicos).
• Residuos sólidos y líquidos: 3,2% (rellenos sanitarios y aguas residuales).
2. Países responsables de la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero
La lista abajo muestra los grandes emisores de gases de efecto invernadero:
• China: 30,9%
• EE. UU.: 13,5%
• India: 7,3%
• Rusia: 4,3%
• Japón: 2,9%
• Irán: 2,0%
• Alemania: 1,8%
• Arabia Saudita: 1,8%
• Corea del Sur: 1,7%
• Indonesia: 1,7%
• Canadá: 1,5%
• Brasil: 1,3%
• Turquía: 1,2%
• Sudáfrica: 1,2%
• Australia: 1,1%
• Reino Unido: 0,9%
• Polonia: 0,9%
• Italia: 0,9%
• Resto del mundo: 21,7%
Debido a su tamaño, las emisiones de gases de efecto invernadero de Costa Rica son muy pequeñas a nivel mundial.
De acuerdo con varias organizaciones internacionales (Comisión Europea, Carbon Brief y United Nations Environment Programme), las emisiones de gases de efecto invernadero del país representan apenas el 0,02% de las emisiones totales en el mundo.
Un estudio titulado “Historical GHG Emissions”, publicado por Climate Watch, señaló lo siguiente:
• Alrededor del 60% de las emisiones de GEI provienen de sólo 10 países, mientras que los 100 países menos emisores contribuyeron con menos del 3%.
• La energía representa casi las tres cuartas partes de las emisiones globales, seguida de la agricultura y el cambio del uso del suelo. Dentro del sector energético, el mayor sector emisor es la generación de electricidad y calor, seguido del transporte y la manufactura.
• El uso de la tierra, el cambio de uso de la tierra y la silvicultura (UTCUTS) son tanto una fuente como un sumidero de emisiones y es un sector clave para llegar a emisiones netas cero.
La mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de actividades humanas proviene de la quema de combustibles fósiles para generar electricidad, calefacción y transporte.
Otro estudio titulado “Greenhouse gas emissions worldwide – statistics & facts”, publicado por Statista, señaló lo siguiente:
• A pesar de una gran avalancha de compromisos para combatir el cambio climático, las emisiones globales de GEI han seguido aumentando y alcanzaron un nuevo máximo de 53 mil millones de toneladas métricas de dióxido de carbono equivalente (GtCO₂e) en el 2023.
• Se estima que las emisiones globales de CO₂, provenientes de combustibles fósiles, alcanzaron un nivel récord en el 2023, mientras que las concentraciones atmosféricas globales anuales de CO₂ están ahora más de un 50% por encima de los niveles preindustriales.
• En el 2023, China y Estados Unidos juntos fueron responsables del 45% de las emisiones globales de la quema de combustibles, seguidos por la Unión Europea, India, la Federación de Rusia y Japón.
3. Mitigación de gases de efecto invernadero y adaptación al cambio climático
Las políticas, las estrategias y las acciones de un país en la lucha contra el cambio climático se ubican en dos ejes fundamentales:
• Mitigación. Este término se refiere a las políticas, estrategias y planes de corto, mediano y largo plazo cuyas acciones buscan reducir los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero hacia la atmósfera, a través de la limitación o disminución de las fuentes de emisiones, como la deforestación, la industria, el transporte, la ganadería, entre otros.
Este eje incorpora las acciones para prevenir o reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera para que los impactos del cambio climático en el mundo sean menos severos.
• Adaptación. Este término se refiere a las políticas, estrategias y planes de corto, mediano y largo plazo cuyas acciones buscan reducir la vulnerabilidad y aumentan la resiliencia frente a los efectos del cambio climático de los sistemas naturales y los sistemas creados por el hombre.
Este eje incorpora las acciones de un país para que los efectos y los daños actuales y futuros del cambio climático en el país sean menos severos en su territorio.
La mitigación de gases de efecto invernadero se maneja internacionalmente bajo el Principio de Responsabilidades Comunes pero Diferenciadas según sus Respectivas Capacidades (PRCD-RC).
Este principio ha sido una de las normas constitutivas de la gobernanza global del cambio climático y es parte integral de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) de 1992, la cual fue ratificada por Costa Rica en 1994.
El principio PRCD-RC reconoce que todos los Estados tienen una responsabilidad en abordar los desafíos del cambio climático, pero concede que no todos los países tienen las mismas obligaciones ni responsabilidades ni capacidades para enfrentar los desafíos. En otras palabras, todos los Estados son responsables de abordar la destrucción ambiental global, pero no todos son igualmente responsables ni tienen las mismas capacidades para mitigar los GEI.
Aunque el país genera un impacto insignificante en el cambio climático porque sus emisiones de GEI tienen una participación muy pequeña de las emisiones mundiales (0,02% de las emisiones mundiales), sí tiene la responsabilidad de reducir sus emisiones de gases, pero debe hacerlo según sus capacidades.
La adaptación al cambio climático requiere de una enorme inversión permanente a través del tiempo, ya que el calentamiento global continúa aumentando sistemáticamente por las crecientes emisiones de gases de efecto invernadero que aceleran el cambio climático.
Las necesidades de inversión del país para la adaptación al cambio climático son enormes ya que la zona geográfica donde Costa Rica se ubica es una de las más vulnerables en el mundo al cambio climático.
Una de las áreas críticas es la altísima vulnerabilidad al cambio climático de la deficiente raquítica y vieja infraestructura vial actual.
Si no hay suficientes recursos para reparar, mantener y reducir la vulnerabilidad climática de la insuficiente y antigua infraestructura actual, mucho menos hay recursos para desarrollar la nueva infraestructura multimodal de transporte urbana e interurbana con alta conectividad territorial y basada en la movilidad eléctrica que el país necesita, la cual es intensiva en capital.
4. Conclusiones
Costa Rica no ha tenido avances significativos en la lucha contra el cambio climático y más bien ha tenido retrocesos, tanto en mitigación como en adaptación.
Entre las principales razones para que esto ocurra se encuentra la gran carencia de recursos que tenemos y los dogmas que se introducen en las políticas públicas (incluyendo la política energética) que evitan generar recursos suficientes para poder tomar acciones de peso.
Con respecto a la mitigación, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) continúan creciendo aceleradamente, inducidas en gran medida por la falta de desarrollo de una transición energética real.
Los compromisos internacionalmente adquiridos de reducción de las emisiones nacionales se están incumpliendo totalmente y de manera flagrante, incluyendo los compromisos de reducción de las emisiones de GEI adquiridos dentro del marco Acuerdo de París suscrito en el 2015 y ratificado por la Asamblea Legislativa en el 2016.
Con respecto a la adaptación al cambio climático el país no ha avanzado en crear y multiplicar la resiliencia frente a los impactos adversos que siguen aumentando año con año, incluyendo los impactos en la infraestructura vial, la agricultura, las ciudades, las viviendas en zonas vulnerables, la disponibilidad de agua, la generación eléctrica, los ecosistemas, entre muchos otros campos.
Las potencias económicas son las responsables del cambio climático y de los crecientes impactos en los países pequeños, incluyendo Costa Rica.