La seriedad de la política en broma y con fisga
William Hayden Quintero
Llegó el dictador de El Salvador Nayib Bukele con 70 militares y sus aspiraciones a ser el líder centroamericano, quizás emulando a Francisco Morazán quien por sus aspiraciones dictatoriales fue fusilado aquí en nuestro país. Hizo bien la Asamblea Legislativa y el Poder Judicial de no recibirlo, estas instituciones baluarte de nuestra democracia no debían rendirle pleitesía, como lo hizo exageradamente Chaves, a un mandatario que ha terminado con la democracia en su país y aspira a una República Centroamericana con él de dictador.El lunes de esta semana fue homenajeado y abanderado a lo grande por el presidente Chaves con el símbolo patrio Juan Mora Fernández, mal usado, por cierto, porque es una distinción para honrar dignatarios extranjeros por motivos de conveniencia pública, o por sus servicios distinguidos al país, particularmente en la actividad diplomática o en materia de relaciones exteriores. Nada que ver Bukele con esto. Además, le prendió la Condecoración del Jaguar, porque ambos lucían en las solapas de sus sacos de vestir, cabezas de un jaguar en oro. Sigue con sus manías de licantropía. Pero ojo, al fin se le cayó al presidente la máscara de la hipocresía y confesó, sin querer queriendo, sus sueños oníricos, de ser un dictador del país, pues al condecorar a Bukele dijo: “Ha llegado a niveles donde yo aspiro llegar”. Si pretende emularlo entonces quiere llegar a ser un tirano, crear un ejército que lo respalde, archivar nuestra Constitución Política, desaparecer la Sala Constitucional, cerrar la Asamblea Legislativa, el Poder Judicial, la Controlaría, la Fiscalía, la oposición política y todo lo que se le oponga a ser el único, el ungido, el rey Sol y que nuestro pueblo sean siervos menguados. Estamos avisados, ya no es una sospecha. Es una confesión y una aspiración.
En la conferencia de prensa dada por ambos mandatarios vi desfallecer por enamoramiento a nuestro presidente frente a su ídolo. Lo miraba embobado, le hacia ojitos, le ronroneaba como jaguar en celo, hacia lo imposible por meter la panza y sacar pecho, tartamudeaba, babeaba, mientras anunciaba el iluminado chispazo que se les ocurrió de hacer la Liga de las Naciones aptas para dictadorcillos en ciernes y proponérsela al presidente Trump de los Estados Unidos que aspira a dictador, pero a lo grande. El chispazo pretende agrupar a países del mundo bajo el lema de Paz y Seguridad que además tengan deseos de fortalecer la inversión extranjera, el comercio internacional, la seguridad fronteriza, lucha contra el narco tráfico, migración y todas las cosas que los pueblos quieren. Bukele más avispado que Chaves dijo que él iniciará dicha liga y El Salvador será el país cede emulando a Nueva York con las Naciones Unidas.
En la conversación del par de iluminados echándose piropos recíprocos se le olvidó a Chaves lo que nuestro pueblo quiere y que no ha cumplido. La lista es grande y reiterativa.
Queremos trabajo decente y adecuadamente remunerado, terminar con la informalidad, eliminar la pobreza y la indigencia, corregir la desigualdad social (pocos tienen mucho y muchos tienen poco), vivienda diga para los sintecho (erradicar los tugurios y las cuarterías), expulsión del narco tráfico, terminar con el sicariato, reestablecer la seguridad ciudadana eliminando la cifra de 20 homicidios por semana, darle el señorío a la Caja (pagarle las deudas, eliminar las listas de espera, fortalecer su régimen de pensiones), terminar con el analfabetismo que está induciendo el ministerio de Educación, crecimiento de la economía dinámico y sostenido, fortalecer el desarrollo rural en lo económico y social, reducir los niveles de endeudamiento, que el presidente deje de soñar en ser un dictador y respete nuestra democracia y sus instituciones, que termine con sus circos semanales como podio de insultos, blasfemas, burlas y chistes malos, que el gabinete deje de ser un manada de borregos serviles y dóciles, deje de agraciar al presidente y trabajar para el pueblo que les paga sus salarios. El presidente esta en deuda y le calza el refrán: “Candil de la calle y oscuridad de la casa”. Con su Liga de las Naciones quiere vivir para otros olvidando a los propios.
En la visita al cuartel de la Reforma, a Chaves por poquito no lo dejan encerrado por violador constitucional y sus 52 causas penales en espera para ser acusado y quiere protegerse con la Póliza del INS. Recibió quejas de que los reos son muy bien tratados, Bukele los encontró gorditos, gozando de buena salud y eso le molestó, porque en sus cárceles ya no hay reos, y los pocos que quedan son caricaturas humanas, y le recomendó menos comida y más garrote como en las mazmorras de la Inquisición en Edad Media.