La posición de no tener posición

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Carlos Revilla M.

Hace unos días tuve una discusión en un foro del Partido Liberación Nacional, con los compañeros judios, a raíz de una invitación que envié a ese mismo foro para asistir a la conmemoración de la Nakba (catástrofe) palestina y como solidaridad por los cerca de mil quinientos presos palestinos en cárceles de Israel, que estaban en ese momento en huelga de hambre.

En una etapa de la discusión alguien dijo que la posición del partido es muy clara sobre el tema palestino, específicamente “El PLN sí tiene posición respecto a ese tema y es: Solución de 2 estados, uno árabe y otro judío, que se debe alcanzar mediante las negociaciones directas entre las partes, lo cual implica mutuo reconocimiento como estados legítimos y cuyas fronteras se establecerían en esas negociaciones, sobre la base…”

Esto me llevó a hacerme la pregunta ¿será esto cierto?, es decir, ¿el PLN sí tiene posición respecto a ese tema? Después de investigar un poco en los documentos de los congresos, y hablar con liberacionistas conocedores del tema, la respuesta es muy sencilla: no. No hay ningún documento del partido que avale una posición sobre ese tema. Claro, en los gobiernos del PLN si la ha habido, pero hasta contradictoria. Ejemplo la sede de la embajada en Israel, que el gobierno de Luis Alberto Monge (1982-1986) trasladó a Jerusalén, y el de Oscar Arias (2006-2010) devolvió a Tel Aviv. Y sin hablar del asunto palestino, que es otra historia más complicada aún.

En liberación se cumple —desgraciadamente— la posición de no tener posición.

Me explico: no se toma una decisión oficial del partido en ese tema de Israel y Palestina, pero tampoco en muchos otros, como el de los derechos de la comunidad LGBTI, impuestos, electricidad, aborto y un largo etc. Podría decir que en casi todos los temas que crean algo de polémica.

Incluso se dio el caso en una oportunidad que sí se pronunció (tomó posición), me refiero cuando en el gobierno de José María Figueres (1990-1994), se rompió el monopolio de las cuentas corrientes o depósitos a la vista, como se les conoce en el argot bancario. En esa oportunidad el directorio político del partido acordó oponerse a la apertura de las cuentas corrientes, eso si, y esto es lo importante, en el comunicado se dijo que esto no era vinculante, es decir, los diputados del PLN en la Asamblea Legislativa podían votar como quisieran. Por supuesto, no hicieron caso y al final la apertura se aprobó.

También existe el concepto de «línea de partido», esto es cuando vía Congreso, Asamblea o Directorio Político, acuerdan una posición sobre un tema. En estos casos todos sus militantes, incluidos los diputados, tienen o deben apoyarla. en teoría se debería hacer para los asuntos importantes o muy importantes.

Estas ocasiones han sido contadas con los dedos de una mano. Una de esas es el de la demanialidad del agua. En el V Congreso Nacional Daniel Oduber Quirós, se aprobó los siguiente:

«189. Uno de los temas ambientales críticos para los próximos veinte años es el tema del agua, de los recursos hídricos.
…
c. Un problema ambiental de dimensiones tan considerables no puede seguir siendo soslayado. Los liberacionistas creemos que los recursos hídricos – el agua – deben estar protegidos a nivel constitucional, definiendo su naturaleza de bien de dominio público (bien demanial) y su papel estratégico para el desarrollo del país…»

Muy claro, y sin embargo más de diez años después, no ha pasado nada de nada, y ahí está su posible aprobación durmiendo el sueño de los justos.

Pero, más bien es del 98 por ciento contrario, de lo que quiero hablarles, es decir, cuando no se toma posición.

Lo que pasa es que en el PLN lo que ha prevalecido es el concepto de partido “catch all” (atrápalo todo). Por eso no hay toma de posición en casi nada. Es ya terminar de convertir el partido en una maquinaria electoral y olvidarnos de los grandes temas, porque no conviene decir que pensamos, en un afán que voten por el partido la mayor cantidad posible de personas.

¿Está Ud. a favor del aborto o está en contra? bienvenido al partido; ¿a favor de Uber y en contra de los taxis rojos o en contra de Uber y a favor de los taxis rojos? bienvenido también; ¿a favor de una solución de dos Estados para el conflicto del medio oriente o a favor de que Israel se anexe todos los territorios ocupados? de nuevo bienvenido al partido. Creo que ya se formaron una idea.

Pero algo desde mi punto de vista no está nada bien. Eso no es ético, es de alguna forma engañar, porque además se llega al gobierno y entonces se hace cualquier cosa, o peor aún, como se ha venido haciendo se “patea el tarro”, y no se hace nada, esto facilitado, por supuesto, porque no se ha tomado posición sobre el o los temas.

Y para terminar de agravar el asunto, ese “atrápalo todo” es parcial, porque solo funciona en un sentido: hacia la derecha. Esto, porque está muy claro, que hace rato no atrapamos nada del sector progresista de la sociedad, precisamente porque el partido no se define en los grandes temas, y es interpretado por ese sector como el abandono de sus banderas progresistas.

El acabose por supuesto de esto, fue lo que pasó el 1ero de mayo en la Asamblea Legislativa, con la elección, gracias a los votos del PLN, de un pastor evangélico como presidente del primer poder de ese órgano legislativo. ¿Por qué?, esto debido a que si el partido se hubiera definido en algunos de los temas de la agenda, no hubiera podido darle el apoyo a un evangelista extremista y radical.

El gran problema es que mientras algunos grupos o foros del partido si emiten su parecer, en el partido sigue sin existir una voz oficial. Los temas, por supuesto son muy polémicos, pero como se dice popularmente “eso no le quita”.

Todo esto es parte de uno de los principales inconvenientes que afectan al PLN, como lo es el de la credibilidad. No puede ese partido pretender ir a pedirle el voto a la gente si no se define.

O tal vez si, pero entonces, después que no se cuestionen porque les sigue yendo tan mal cada cuatro años en las urnas, y tienen menos relevancia como partido político, que hay que reconocer es un mal general de todos, pero especialmente agravado en el PLN.