La Patrulla Internacional de Bares: un viaje al salvaje oeste en Alaska (Red Dog Saloon)

Especial para Cambio Político

Misión: Red Dog Saloon Dónde: Juneau, Alaska (ver mapa)

En el corazón de Juneau, la capital de Alaska, se encuentra un lugar único que transporta a los visitantes a una época pasada: el Red Dog Saloon. Este icónico establecimiento combina la historia salvaje del Lejano Oeste con la belleza natural y la cultura de Alaska en un ambiente auténtico y acogedor que atrae tanto a lugareños como a turistas de todo el mundo.

El Red Dog Saloon tiene profundas raíces en la historia de Juneau. Fue fundado en la década de 1890 durante la fiebre del oro de Klondike, cuando miles de buscadores de fortuna se dirigían al Yukón en busca de oro. El salón rápidamente se convirtió en un lugar de encuentro para estos aventureros, ofreciendo bebidas, entretenimiento y, a menudo, un refugio de las duras condiciones del territorio de Alaska.

Los primeros propietarios, Earl y Thelma (Pederson) Forsythe, ofrecían baile y entretenimiento. “Ragtime Hattie” tocaba el piano con sus guantes blancos y su camiseta de tirantes de cinco dólares. Más tarde, en la época en que Alaska fue un territorio, Gordie Kanouse salía al encuentro de los barcos turísticos con su mula y llevaba un cartel que decía: “Sigan mi trasero hasta el Red Dog Saloon”. A principios de los años setenta del siglo pasado, la familia Harris compró el bar y más tarde lo trasladó a su ubicación actual. En 2008, fue adquirido por un grupo de residentes locales y se añadió la tienda Red Dog Mercantile.

El Red Dog Saloon está en un lugar muy céntrico de la ciudad, en la South Franklin Street, cerca del muelle de cruceros. Es de hecho el bar más famoso de Juneau, y por supuesto había que patrullarlo. Eso si, hay que tomar en cuenta que es un lugar muy concurrido, especialmente en temporada de cruceros de mayo a setiembre, como nos sucedió a nosotros, que estuvimos en junio. El bar estaba repleto, lo que incluso dificultó conseguir mesa, haciendo que la mesera nos atendiera “a la carrera” y un poco a disgusto. Pero como bien dice un mensaje en una de las paredes del lugar “Si nuestra comida, bebidas y servicio no están a la altura de sus estándares, por favor ¡baje sus estándares!”

Al ingresar al Red Dog Saloon, uno se siente transportado atrás en el tiempo. Empazando por la entrada al mejor estilo del viejo oeste, con la icónica “puerta batiente”. El interior está decorado con un toque rústico del Oeste, con mesas de madera, sillas de montar, faroles de gas y un bar de madera maciza que ha estado en funcionamiento durante más de un siglo. El lugar está lleno de chunches y cherevecos en las paredes y el techo, donde destacan banderas, cabezas y aninales disecados, fotos viejas, cuadros, salvavidas (¿?), etc., al mejor estilo cantinezco, y por supuesto no podían faltar las armas. El ambiente es acogedor y lleno de historia, y da la sensación de estar en una película del Viejo Oeste, mas que las meseras están vestidas con un atuendo de la época, lo que es un bonito detalle.

Una de las atracciones más populares del Red Dog Saloon es su música en vivo. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de actuaciones de músicos locales que tocan una variedad de géneros, desde música country hasta blues y rock. La música en vivo se combina con la diversión de los pianistas que se turnan en el piano del salón, creando un ambiente animado y festivo. Cuando llegamos estaba una persona tocando una música, medio estilo country, pero que no molestaba para nada.

El Red Dog Saloon no solo ofrece entretenimiento excepcional, sino que también sirve comida deliciosa y bebidas únicas. Su menú incluye platos clásicos de la comida estadounidense, como hamburguesas, costillas y pescado fresco de Alaska. Además, no se puede dejar de probar su famoso “Duck Fart”, un cóctel local que se ha convertido en una tradición en el salón. Por qué lo llaman así, es otro de los misterios insondables del universo.

La comida es capítulo aparte. Como era emprada y había literalmente un gentío (tuvimos que esperar por la mesa, auqnue no mucho), la atención fue “tiro y pago”, es decir solo una orden y nada más, pues había que despejar la mesa para el suguiente cliente. Lo anterior hizo que solo pudiéramos probar un par de platillos del menú. Las costillas klondike, casi medio kilo de jugosas costillas de cerdo, bañadas en salsa barbacoa roja, servidas con guarnición a elegir, en este caso puré de papas; buenísimas y la salsa riquísima. Red Dog Saloon Motherlode Burger, 250 g de carne vacuna con lechuga, mayonesa, tomate, queso, unas rodajas de pepinillo, medio limón y una bolsa de papas fritas (¡definitivamente un punto negativo). Y eso fue todo, aunque si vale la pena conocer el resto del menú, por lo menos el nombre de los platillos que son nombres muy locales de Alaska, y que me llamaron la atención: nachos fiebre de oro, pizza north slope, pretzels de Petersburgo, sopa de pescado ahumado Yakobi, chuletas de pollo Kasaan, salmón ahumado para untar Pt. Retreat, canasta de pescado Hobart Bay, ensalada césar Kachemak, pasteles de salmón del estrecho helado, queso y patatas fritas Copper River, hamburguesa avalancha, bocadillo de pechuga de ternera BBQ Denali, bocadillo de cerdo BBQ McKinley, hamburguesa de salmón Taku, sándwich de pollo Chilkat, bocadillo de reno Nunivak, sándwich de pescado de la bahía de Bristol, dip Iditarod. El menú completo pueden consutarlo aquí.

Nos tomamos unas cervezas lager (claras) de la casa, pero no podíamos dejar de probar el shot “Fart Duck” (pedo de pato), originario de Alaska, y famoso en el bar. Tremendo shot, muy llegador, de un sabor imposible de describir, pero muy bueno (pueden ver la receta más adelante). A este cronista le hizo gracia en la oferta de licores, la categoría llamada “shit” (literalmente mierda), de hecho tienen mierda barata (muy buena dicen), mierda normal, mierda cara, y mierda muy cara (si no me creen, pueden verlo en el menú); quién sabe que sabor tendrá, pero no me arriesgué a probarlo.

El Red Dog Saloon es más que un simple restaurante y bar; es una atracción turística emblemática de Juneau y un lugar que captura la esencia del espíritu pionero de Alaska. En la tienda de regalos contigua llamada Red Dog Mercantile, los visitantes pueden comprar recuerdos y souvenirs, junto a camisetas, sombreros y otros artículos con el logotipo del lugar.

Visitar el Red Dog Saloon, es como dar un paso atrás en el tiempo hacia una época de aventura y descubrimiento. Este icónico establecimiento combina la historia del Lejano Oeste con la cultura de Alaska en un ambiente acogedor y animado. Ya sea disfrutando de música en vivo, degustando platos deliciosos o simplemente empapándose de la atmósfera histórica, el Red Dog Saloon es una parada obligatoria para cualquier viajero que explore la hermosa capital de Alaska.

El Red Dog Saloon tiene sitio web y página en Facebook.

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