Especial para Cambio Político
Y LLEGO LA PATRULLA DE BARES
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Misión: Sean’s Bar and Kitchen Dónde: Midtown Manhattan, Nueva York USA (ver mapa) |
Llegamos del aeropuerto en ese moderno carruaje llamado metro, que nos dejó muy cerca de la posada donde íbamos a pernoctar. Y después de aclimatarnos un poco, decidimos salir a explorar las cercanías, dado que —en esta oportunidad— estábamos cerca de Times Square, que es el centro neurálgico de Nueva York para el entretenimiento y las salidas hedonísticas (patrullajes). En otras palabras, el sector alrededor de la hostería está lleno de bares y restaurantes, así que nos pusimos de inmediato a buscar algún lugar con las condiciones necesarias para poder patrullarlo. No tuvimos que buscar mucho…
Apenas salimos a caminar, divisamos a lo lejos lo que inicialmente, parecía un espejismo, pero que al acercarnos vimos que era real. Al acercarnos nos topamos de frente con un vaso de cerveza gigante, que con solo mirarlo, hizo que se nos enjugaran los ojos y resbalara alguna lágrima por nuestras mejillas. No podíamos creer tanta belleza enfrente de nuestros ojos ¿estaríamos soñando? pensamos, pero no, y la sorpresa fue que se trataba de un bar abierto al público en general, sin restricciones en el aforo, pero eso sí, sugiriendo mantener la burbuja social; lo cual no fue problema, pues los patrulleros somos todos borrachos gregarios, que acatamos sin problemas las reglas sociales y sanitarias impuestas por la pandemia, mientras nos tengan contentos libando y comiendo.
El lugar al que hacemos referencia es un pub irlandés llamado Sean’s Bar & Kitchen, que está en calle 48 entre la 5ta y 6ta avenida, muy cerca del Centro Rockefeller, y a solo cuadra y media de nuestra posada. Aunque no lo dicen, el nombre de Sean’s debe ser recordando al pub homónimo que hay en Irlanda, que es el más viejo del mundo, y que está funcionando desde el año 900 d. c. ¡Esa si es una cantina de tradición!
Desde que nos sentamos, la atención fue esmerada y jovial por parte de la mesera, siendo muy amable y contestando todas las preguntas sobre el menú con paciencia franciscana. Además de lo anterior, la receta para el éxito de Sean’s Bar & Kitchen es muy simple: buena cerveza, comida fresca y un ambiente agradable. Fundado en 2016, sirve una amplia selección de 54 cervezas de barril, si, un tanate de birras, y además tiene más de 30 grifos distintos para la cerveza cruda o draft. Todo lo anterior se combina con la ya tradicional comida de pub. El espacio está diseñado con un interior informal y acogedor, por lo que es un verdadero refugio en un lugar muy céntrico de Manhattan.
En cuanto a la comida Sean’s Bar & Kitchen cuenta con un menú de “especiales del día”, que fue toda una novedad, pues había bocas que no estaban en el menú corriente, y especialmente porque fue donde apareció el platillo llamado Bangers & Mash, que no parece tener una traducción fiel a lo que es, así que dejamos el nombre original en inglés, pero que resultó una sorpresa muy agradable; lo más cercano a un casado, pero fino; con arroz achiotado, frijoles, guacamole, puré de papas, tiritas de pollo y chile dulce, pico de gallo, salsa, y un par de tortillas de maíz; un manjar presentado en una cazuela estilo sartén (sin el mango claro), toda una rareza culinaria, pero una delicia que fue ordena por varios patrulleros dado el éxito. Una sopa de lentejas y verduras, en realidad muy sencilla, nada del otro mundo. Las cáscaras de papa de la casa, también deliciosas, tostaditas como debe ser, y con tocino, queso cheddar, cebollas y natilla. La hamburguesa BBQ ranch, otra especialidad del día, resulto ser la típica hamburguesa de pub, pero muy buena; con queso suizo fundido, tocino y salsa ranch BBQ, servida con papas a la francesa. El wrap de camarones cobb con verduras, tocino, aguacate, tomate, pepino, huevo duro, queso azul desmenuzado y salsa ranch, todo ello envuelto en tortilla y servido con papas a la francesa; la patrullera que lo pidió todavía habla de ese plato. Los palitos de queso y mozzarella con salsa de tomate y albahaca es un bocatto di cardinale, tienen que ordenarlo. Este último ya es parte de la sección de appetizers del menú normal, que también tiene guacamole, pretzels y nachos irlandeses, entre otros.
La oferta de cervezas lo deja a uno sin palabras, como ya mencionamos son 54 diferentes. Este Cronista pidió alguna cerveza tipo lager (clara) y la mesera sugirió una llamada blonde, que resultó muy buena. También hay otras como las porter (oscuras), las wheat (trigo), la roja irlandesa y la pilsner. Para el que prefiere la cerveza de marca, la selección también es grande. Y lo mejor es el precio de $6 (para las tipo draft), uno de los más baratos de toda la ciudad, ahhh… y tienen happy hour. La selección de vinos, tragos y cocteles también es muy buena.
La relación calidad-precio es muy buena y la atención del personal de lo mejor. Hay algunas pantallas planas para ver deportes, pero el lugar no cataloga como sport bar. Y lo mejor de todo hablan español, por aquello de la barrera del idioma.
Sean’s Bar & Kitchen tiene sitio web, facebook e instagram, como manda el código de marketing cantinesco del siglo XXI.
SEMPER COMPOTATIUM
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