Especial para Cambio Político
Y LLEGO LA PATRULLA DE BARES
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Misión: Lucy’s Cantina Royale Dónde: 1 Pennsylvania Plaza, Nueva York USA (ver mapa) |
Fue así como nuestros cansados huesos —y pies— fueron a dar a Lucy’s Cantina Royale, un lugar con una pinta muy buena, especialmente por una terraza o azotea en el segundo piso que se veía muy prometedora. Está localizada en el 1 Pennsylvania Plaza, parte de la que se conoce como Penn Station, la terminal de tren y metro más grande de norteamérica, en volumen de tráfico diario. En el momento que fuimos, la cuadra estaba en remodelación, en lo que parece un remozamiento general del sector, donde también se encuentra el famoso Madison Square Garden, el mítico gimnasio testigo de grandes peleas de boxeo, juegos y espectáculos tanto deportivos como de entretenimiento en general.
El cuento del título de «demasiado moderno», se debe a que para ordenar, se puede hacer solo por teléfono celular. En la mesa hay un QR (¿?) ese dibujito raro que solo sirve para escanear con el celular donde está el menú. Se hace la orden y se paga de una vez. ¡Que cosa más complicada! De feria como hacemos siempre que viajamos allende fronteras, habíamos cambiado la tarjeta SIM del teléfono celular por una de la comarca, por lo que no nos dejó usar el Google Pay para poner la orden, por estar ligado al número de Costa Rica, al cual no teníamos acceso. Casi que no pudimos ordenar. Después de mucho insistir, y ya casi a punto de irnos, nos dejaron pagar con la tarjeta de crédito, pero había que dejarla con ellos todo el tiempo que estuviéramos en el bar. En fin… solo complicaciones.
Pero no estamos aquí para contarles penalidades o lamentaciones. Estamos para hablarles de las bocas, en este caso platos, la mayoría mexicanos, que es la especialidad del lugar. Como dice el eslogan que está en el menú “para usted y sus amigos”. Como es a costumbre en estos lugares gringos, aunque se llaman cantinas, son en realidad como restaurantes, solo que sin tanta formalidad. En esta oportunidad éramos solo tres patrulleros, así que ordenamos tres platos con algo general para picar. Este Cronista pidió el chorizo burrito que es una tortilla de harina chorizo, frijoles refritos, arroz mexicano, lechuga, queso semiduro blanco, natilla, guacamole, y una guarnición de salsa; muy bien preparado y de buen sabor, el chorizo no es picante, lo que se agradece; el único problema es la enorme cantidad, que nos hizo pedir la mitad “to go” (para llevar), y posteriormente en la noche, fue la delicia de uno de los patrulleros que no pudo acompañarnos. Otro plato fueron las quesadillas, hechas con tortilla de harina y queso semiduro (jack); muy ricas, tostaditas y el queso apenas derretido como debe ser; las hay también de carne, pollo, camarón, pollo ahumado, cerdo, chorizo, y espinaca con hongos. Una patrullera pidió la ensalada taco que viene en un tazón de tortilla de harina tostada, con tiras gruesas de pollo a la parrilla, verduras orgánicas, aguacate, frijoles negros, maíz, pico de gallo, queso semiduro (jack); servida con una vinagreta de jalapeño dulce; lo del tazón muy bueno, porque uno se lo puede ir comiendo. El platillo para todos fue guacamole casero y chips, que no estuvo mal, aunque hemos probado mejores.
En cuanto a cervezas, hay una gran selección del tipo draft como la Flower Power, Sam Adams Seasonal, Coors Light Grande (22oz), Blue Moon, Heineken, y Modelo Especial De botella y lata están Corona, Corona Light, Corona Premier, Pacifico, Negra Modelo, Coors Light, Bud Light, Dos Equis Lager, Fat Tire, Angry Orchard, Heineken, Truly Wild Berry, Truly Lime. En esta oportunidad, y siendo todavía mediodía ordenamos unas Coors Light; eso para que vean que somos muy recatados en esto de beber. Hay Happy Hour de 4 a 7 p.m. toda la semana. Por supuesto, licores y cócteles hay prácticamente de todo.
El local es relativamente pequeño, y está decorado al estilo mexicano-gringo, hasta con una tabla de surf. Con dos barras una en el primer piso, y la otra en la azotea. Rueguen que no necesiten ir al baño, dado que están ubicados en un sótano un poco espeluznante. La atención no es de lo mejor, y la comida es buena; aunque los precios son un poco caros. Recomendado, aunque no de los mejores; vale la visita para estar en la azotea, y tener un vista especial de ese sector de Nueva York, acompañados de una cerveza y una buena comida.
El lugar cuenta con sitio web, Instagram y página en Facebook.
PATRULLA DE BARES
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