Especial para Cambio Político
Y LLEGÓ LA PATRULLA DE BARES
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Misión: B&R El Nuevo Prado Dónde: 100 m este municipalidad de Curridabat (ver mapa) |
A pesar que íbamos un domingo en la tarde, sucedió que el lugar recomendado por nuestro amado líder estaba cerrado, así que, sobre la marcha, tuvimos que improvisar. El problema es que estábamos en un lugar donde ya casi todos los bares han sido patrullados, y queríamos aprovechar la oportunidad para ir a un lugar nuevo. Pero estábamos, como se dice navegando a ciegas, así que, no me da pena decirlo, utilizamos las nuevas tecnologías para encontrar algún lugar, y usamos “Google Maps” para que nos dijera los bares cerca de donde estaba parqueado nuestro carruaje. Como dije, nunca habíamos hecho tal sacrilegio a las normas patrullescas, que tiene un código muy riguroso, a la hora de escoger un lugar para patrullar.
Muy cerca, a menos de una legua de distancia, el artilugio móvil indicó un bar llamado El Nuevo Prado, del cual nunca habíamos escuchado hablar. Previa consulta con los otros patrulleros, nos dirigimos hacía ese lugar, rezándole al dios Baco para no equivocarnos. Parece que los dioses nos escucharon y estaban de nuestro lado ese día, dado que El Nuevo Prado resultó una de las mejores patrullas de los últimos tiempos. La ubicación es muy sencilla: 100 m este de la municipalidad de Curridabat, no hay como perderse.
Se combinaron varias cosas para hacer la tormenta perfecta. Resultó que el bar es de tradición, fue fundado en 1930, así que imagínense, tiene casi 100 años de edad, incluso fue una de aquellas “pulpería y cantina”, que fenecieron hace muchos años. El lugar es muy agradable, hay buen ambiente, a pesar que ponen música (vídeos), esta no es estridente y permite conversar en la mesa sin ningún problema. Como es esquinero, tiene dos costados que dan a calle; en el lado este hay una terraza techada muy bonita abierta a la calle, especial para estos días calurosos, que le da un toque muy especial al bar.
En El Nuevo Prado definitivamente las bocas, se llevan el premio mayor. Pensábamos que aquellas bocas cantineras de antaño, ya eran cosa del pasado y, que tendríamos que soportar esa nueva moda de bocas estilo plato fuerte y caras. Pero resulta que no, el bar tiene las que llama “entradas cantineras”, empezando con 800 colones para la más barata, hasta 2 700 colones para la más cara (pueden consultar el menú). Y por si fuera poco, de lunes a jueves tiene lo que llaman un “after office” de 4.00 p.m. a 6.55 p.m., que tiene diez bocas cantineras al precio de solo 1 200 colones; donde lo único criticable que tiene es la polada del nombre en inglés, que igualmente usan en el logo cuando ponen “Since 1930” en lugar de “Desde 1930” como debe ser. También, y ya a precios normales, tienen las llamadas “Bocas Prado”.
Ahora si, las bocas. Por sugerencia del atento mesero, empezamos pidiendo una orden de dados de queso para todos los patrulleros; cinco dados de queso frito realmente exquisitos, esponjaditos y tostaditos como dicta el libro, acompañados con salsa rose. El ceviche de plátano resultó muy bueno, especialmente la salsa; viene acompañado con chips de maíz tostado; sencillo pero cumplidor y de buen sabor. El gallo de chorizo, es tipo argentino, lleno de zacate y salsas por encima; aunque bien, pudo estar mejor y hubiera sido un buen detalle que incluyera un limón. El chifrijo, cumplidor, bien “mojado” y con bastante chicharrón. El arroz con camarones, viene con tres camarones tamaño medio, acompañados de ensalada tipo chimichurri, y tres pedacitos de yuca frita; más de lo que esperábamos por el precio. Los tacos mixtos estaban riquísimos, bien tostaditos, y en este caso tres tacos de carne mechada y queso (dos de queso y uno de carne); también se pueden pedir de pollo. Una patrullera estaba dispuesta a sacrificarse y, pidió una verdadera pièce de résistance, el espagueti en salsa blanca con hongos y pollo, un platillo fuerte con una presentación impecable, con todo y crutones incluidos; de lo mejor del menú.
En licores los precios también son muy buenos. Pedimos un balde de cervezas Imperial Ultra (hay que cuidar la figura). La lista de cócteles es amplia y con muchas ofertas, los precios son casi que de ganga según una de las patrulleras experta en el tema (léase tapis). Definitivamente las cervezas, tragos y cócteles son también un punto fuerte de El Nuevo Prado.
Se ve que el lugar ha sido recientemente remodelado, quizás a ese se deba lo de «nuevo» en el nombre. En una de las paredes tiene un mural donde los cliente, supungo regulares, pueden firmar para la posteridad. En ese mural hay varias fotografías que recorren a través de tiempo la historia de este bar, desde ya, uno de los clásicos de la Patrulla de Bares.
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