La seriedad de la política en broma y con fisga
William Hayden Quintero
Casi tres años después el Tribunal Supremo de Elecciones con una investigación exhaustiva, con análisis bancarios y tributarios de los movimientos de cuentas bancarias, escuchas telefónicas, llegó a la conclusión que Chaves (presidente), Brunner (vicepresidente) y Arnoldo André (canciller), son posibles autores de 4 delitos electorales, promovieron una financiación paralela, recibieron dinero en efectivo, transferencias bancarias y donaciones que no reportaron al PPSD ni al TSE y ocultaron todo. Esto son delitos y penados con cárcel de 2 a 6 años. NO es persecución política, no es ojeriza, no es sacada de clavo, no es prensa canalla, sencillamente son delincuentes que sabían en todo momento lo que estaban haciendo, y peor, el canciller (posible cerebro) que es abogado y que debe estar y velar por el cumplimiento de la ley. Pero no, él con esos financiamientos y manejos de fideicomisos turbios posiblemente compró su puesto de canciller o Chaves se lo sirvió en bandeja por los dineros y servicios recibidos. Así se hace la política.
Luz Mary Alpízar la presidenta del partido y ahora diputada conoció en todo momento estos manejos y no los reportó. También fue parte del tinglado el diputado oficialista de apellido Agüero y su hija Sofia Agüero quien manejaba los dineros que en total ascienden a casi 300 millones de colones. Pese a estos manejos turbios el partido PPSD por haber ganado las elecciones presidenciales y sacar diez diputados obtuvo la suma de 3.657 millones de colones de financiamiento público (deuda política), y por esos manejos turbios de fideicomisos se expone a una multa de 88 millones de colones. Esto es absurdo, ¿cómo nuestra democracia permite estos juegos sucios y este negocio multimillonario para unos pocos? Hay que meterle el bisturí a fondo a las entrañas del Capitulo II, el Sufragio de nuestra Constitución Política y a las leyes electorales para terminar de raíz con esta situación. Pero no seamos ingenuos, les corresponde a los políticos propiciar las reformas necesarias, pero como los ratones comen queso, los ratones cuidan su queso.
Renunció Enrique Castillo a la precandidatura del Partido Liberación Nacional (PLN), lo aplastó la aplanadora de la gerentocracia (cúpula) a la que vanamente intentó combatir y erradicar. Perdió su quijotada de un PLN Nuevo. Se lo comieron vivo y ni lo eructaron. Apostaron por Álvaro Ramos quien se perfila como el ganador de la convención del 6 de abril y sí sabe jugar sus fichas con coaliciones y alianzas estratégicas apropiadas puede ganar las elecciones nacionales (solo no). Algunos lo comienzan a ver como la esperanza para terminar con el chavismo y este lo ve como una amenaza a sus juegos dictatoriales y quieren votar por Gilbert Jiménez del PLN en la convención porque lo ven facilito de derrotar en los comicios de febrero del 2026. Comienza la danza de los lobos con el acompañamiento de las ovejas.
– Economista jubilado