¡Juguemos de casita con la Caja!

Luis Paulino Vargas Solís

Luis Paulino Vargas

Así es como se ha venido gestionando la Caja durante este gobierno, con un nivel tal de chapucería, negligencia e irresponsabilidad, que causa perplejidad. Eso es lo que demuestra el informe que la Contraloría hizo público el pasado 11 de noviembre, en relación con la situación, sumamente crítica, que en este momento enfrenta esa importantísima institución.

El sistema ERP aplicado a “güevo”

El núcleo central del problema gira, en este momento, alrededor de la implementación del llamado “sistema de planificación de recursos empresariales” (ERP por sus siglas en inglés), el cual es una herramienta tecnológica que permite integrar, en tiempo real, la diversidad de actividades y procesos que desarrolla una organización compleja, sea esta privada o pública.

La decisión de migrar hacia ese sistema se tomó en 2017. Visto en retrospectiva, resulta claro que se avanzó con excesiva lentitud. Pero eso no justifica actuar de la forma como se ha hecho: forzando la aplicación de ese sistema sin que se hubiesen satisfecho una serie de requisitos técnicos, sin los cuales no podría funcionar apropiadamente.

La decisión se tomó en junio pasado, seguramente por órdenes emanadas de Zapote. Y se hizo desoyendo muchísimas advertencias de las instancias técnicas especializadas.

El desastre

Los problemas que esa arbitrariedad está generando son enormes.

Un ejemplo: al finalizar octubre, la Caja acumulaba ₡ 35 mil millones en pagos pendientes a sus proveedores. Lo cual pone en riesgo la provisión de alimentos para los hospitales, implementos médicos para la atención de los pacientes y hasta la provisión de medicamentos.
De hecho, en este momento existe el peligro de que no se pague ni el aguinaldo de las pensiones del IVM.

Jugando casita con la Caja

Pero es que, además, el informe de la Contraloría pone al descubierto un estilo gerencial autoritario, centralista y extremadamente rústico, realmente tosco.

Así, por ejemplo, en la página 29 del informe, se incluye un esquema que describe, con gran precisión, los cambios organizacionales aplicados durante este gobierno, los cuales implicaron la centralización de decisiones en la presidencia ejecutiva y la supresión de instancias técnicas y de control.

En página 34 se deja claro que la propia Junta Directiva –tan complaciente con Zapote– fue omisa y negligente en su responsabilidad de ejercer control.

Se impuso, así, el reino de la arbitrariedad y, con este, el reino de la ignorancia más irresponsable.

En manos del tiranuelo

O sea: la gobernanza quedo lastrada al centralizarse en una sola persona y los sistemas de control fueron desactivados.

Leyendo entre líneas, concluyo que la Caja quedó bajo el control directo de Rodrigo Chaves por interpósita mano de Marta Esquivel y, luego, de Mónica Taylor.

Es el tiranuelo que cree saber de todo, que quiere decidir todo, que no acepta otra cosa excepto que se le diga sí a todos sus caprichos.

Ese tiranuelo está empujando la Caja un colapso institucional potencialmente catastrófico.

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