Un gobernante con dotes de estadista y político al servicio de la democracia y el desarrollo social costarricense
Intervención de Vladimir de la Cruz, historiador, en el acto de celebración del Centenario del Presidente José Joaquín Trejos Fernández, en el Foro sobre su legado político, con motivo de la presentación y entrega de la Emisión Postal de Correos de Costa Rica, del Presidente Trejos Fernández, realizada el 18 de abril del 2016, en el Museo del Niño, en que participan Oscar Arias Sánchez, Expresidente de la República, Guillermo Malavassi Vargas, Ministro de Educación 1966-1970, Claudio Alpízar Otárola, politólogo, José Alexis Jiménez Chavarría, Presidente Junta Directiva correos de Costa Rica.
Nos reúne esta noche el centenenario del nacimiento del Presidente de la República, y Benemérito de la Patria, José Joaquín Trejos Fernández.
Nació, en San José, el 18 de abril de 1916. Sus padres fueron Juan Trejos Quirós y Emilia Fernández Aguilar. Hizo sus estudios primarios en la escuela pública Buenaventura Corrales, y los estudios secundarios en el Liceo de Costa Rica, que no pudo concluir por tener que ayudar a su padre en la Librería e Imprenta Trejos Hermanos, obligándose a continuar estudios de manera autodidacta y pagando un profesor semanalmente con su propio salario.
Se casó con Clara Fonseca Guardia, el 30 de agosto de 1936, con quien procreó cinco hijos, Diego, Juan José, Humberto, Alonso y Álvaro Trejos Fonseca.
Don José Joaquín Trejos Fernández destaca especialmente en la vida nacional como Educador, como Presidente de la República, y como empresario editorial.
En el campo de la educación su vida está ligada a la Universidad de Costa Rica. El Profesor José Joaquín Trejos Fernández, junto con el Lic. Luis Demetrio Tinoco, y los Profesores José Guerrero Arguedas, Rafael Alberto Zúñiga Tristán y Rafael Iglesias Rodríguez fueron los cinco fundadores de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, cuya creación fue propuesta en el año 1942 y, en 1943, empezó a trabajar como profesor de la Escuela de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad de Costa Rica.
Hizo estudios de matemática y economía en la UCR y de postgrado en la Universidad de Chicago, durante 1946-1947, que tuvo que suspender por la difícil situación de postguerra que le obligó a regresar Costa Rica a tres meses de concluir su postgrado, reintegrándose a trabajar con su padre en la Librería y en la Universidad de Costa Rica.
Fue Primer Secretario y Decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales desde 1952 hasta 1957.
Bajo su Decanato se estableció el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales y el Instituto de Estadística, donde se desempeñó como Profesor de Estadística y de Ciencias Económicas.
En la Universidad de Costa Rica fue Vicerrector de la Universidad, Rector interino en ausencia del titular don Rodrigo Facio Brenes, miembro del Consejo Universitario, Decano de la Facultad de Ciencias y Letras, en 1958, cuando se establecieron los estudios humanísticos, con motivo de la reforma académica universitaria de 1957, que estableció los Estudios Generales, que procuraban “inspirar y desarrollar en el estudiante universitario un interés permanente por la cultura general y humanística, orientada a crear una conciencia crítica responsable sobre la problemática latinoamericana, dentro de una visión universitaria, y humanística, del mundo e incorporar, lúcidamente, al estudiante a la realidad costarricense y a su problemática concreta”, y fue miembro del Consejo Superior de Educación.
Fue fundador del Colegio de Profesionales en Ciencias Económicas de Costa Rica.
Le tocó vivir políticamente las décadas posteriores inmediatas a la terminación de la II Guerra Mundial y de la Guerra Civil de 1948, en medio del impulso de la Guerra Fría internacional, del auge del anticomunismo mundial y del macartismo de la década del 50, y de sus coletazos en el Caribe, con motivo del triunfo de la Revolución Cubana en 1959, y durante la década de 1960 que alcanzó, en algunos aspectos, a su gobierno. Por este motivo se ejercieron medidas represivas de control y circulación de literatura marxista, y bajo presión, en su gobierno, de las fuerzas liberacionistas, y de las fuerzas representativas de la guerra fría, que actuaban en la Asamblea Legislativa y en el Tribunal Supremo de Elecciones, se proscribió un partido político, el Bloque de Obreros, Campesinos e Intelectuales, en 1969, y se continuó con la política iniciada en el gobierno liberacionista de Francisco Orlich de poner en los pasaportes un sello con el cual se prohibía viajar a Cuba y los países socialistas, violando el principio de libre tránsito establecido en la Constitución Política. Del mismo modo, ese mismo año, 1969, en su gobierno, con su compromiso y segura tutela, se permitió la inscripción del Partido Acción Socialista, con el cual Manuel Mora Valverde y Marcial Aguiluz Orellana fueron electos diputados en las elecciones de febrero de 1970.
De esta manera se abrió, al finalizar el gobierno de José Joaquín Trejos Fernández, un nuevo capítulo en la vida institucional y democrática costarricense, que concluyó poco tiempo después con la derogación del Segundo Párrafo del Artículo 98 de la Constitución Política, que se aplicaba para proscribir partidos políticos.
Le tocó vivir, en esos años de vida política intensa, la discusión y la disyuntiva del modelo de desarrollo del país sobre las bases de la economía tradicional agroexportadora y el impulso que daba el Partido Liberación Nacional de ingreso al Mercado Común Centroamericano y el modelo industrialista que fomentaba.
Esta situación lo ubicó al lado de los gobiernos de Otilio Ulate Blanco y de Mario Echandi Jiménez, que se distanciaron del proyecto de José Figueres inmediatamente a los sucesos de 1948. Así, en la vida política inició sus primeros pasos en el gobierno de Otilio Ulate Blanco y de Mario Echandi Jiménez, cuando fue nombrado Miembro de la Junta Directiva del Banco Central, Miembro del Consejo Nacional de Salarios y Miembro de la delegación de Costa Rica ante las Naciones Unidas.
Para los comicios presidenciales de 1966 fue elegido como candidato por una coalición de partidos políticos, denominada Unificación Nacional, que unía a los partidos Unión Nacional y Republicano Nacional, y fue el único mandatario electo por esa agrupación política, ejerciendo la Presidencia de la República durante los años 1966-1970.
Gana con una diferencia pequeña de 4220 votos frente a Daniel Oduber Quirós, del Partido Liberación Nacional, y obtiene 26 diputados, lo que lo hizo Presidente de la República sin mayoría legislativa de diputados, lo que no es hoy extraño hoy en el país, y es parte de nuestra vida democrática.
Frente a ese resultado electoral hubo personas que, en el Partido Liberación Nacional, pensaron en la posibilidad de no reconocer su triunfo, intentando levantarse en armas desde La Lucha, la finca de José Figueres, y no entregarle el poder, o el gobierno, a José Joaquín Trejos Fernández. José Figueres Ferrer se impuso frente a ellos, lo mismo que el Presidente Francisco Orlich, quien no estuvo de acuerdo en ese intento insurreccional ni de pasar a la historia como un Presidente que diera, prácticamente, un golpe de Estado contra el gobierno democráticamente elegido en febrero de 1966, reconociendo el triunfo electoral del Profesor José Joaquín Trejos Fernandez, con lo cual se afirmó el proceso democrático electoral, que con lunares de proscripción electoral todavía, se desarrollaba desde 1949.
La causas del intento de golpe fueron la pequeña diferencia de votos y el rumor que corrió de que el Ministro de Seguridad, que iba a poner el Profesor Trejos Fernández, era Francisco Calderón Guardia. Don José Joaquín Trejos ya le había manifestado a José Figueres que su Ministro de Seguridad sería su hijo Diego, lo que contribuyó a calmar los ánimos insurreccionales.
Su campaña electoral se basó en el slogan publicitario del «Presidente de las manos limpias», provocando la sensación publicitaria que Daniel Oduber Quirós y el Partido Liberación Nacional, no las tenían limpias, debido, entre otras cosas, a que acababa de pasar el escándalo del hindú Sabundra con las estafas al Banco Anglo Costarricense y al Banco de Costa Rica, en la Administración de Francisco Orlich Bolmarcich.
Su gobierno tuvo una situación fiscal muy difícil, debido a la disminución en los precios de los principales productos de exportación, a una balanza de pagos desfavorables, que lo lleva a crear el Impuesto de las Ventas, y a preocuparse, a pesar del marco de las relaciones internacionales de la guerra fría, por buscar alternativas de exportación de café, principalmente, y azúcar, en los llamados mercados emergentes y de la Unión Soviética, y de los países socialistas. Para ello solicitó los servicios de Manuel Mora Valverde, Secretario General del Partido Vanguardia Popular, de los comunistas, para que actuara como agente comercial del Gobierno y de los sectores productivos afectados, en dichos mercados, para lo cual le extendió Pasaporte de Servicio. Con Manuel Mora también actuaron patrióticamente, en este sentido, el empresario Max Blanco Brunetti y el Lic. Ricardo Quesada López Calleja.
En el gobierno de José Joaquín Trejos Fernández, en el campo de las obras de infraestructura, se impulsaron algunas muy importantes para el desarrollo nacional. En su gobierno se firmó el contrato para finalizar el asfaltado de la Carretera Interamericana entre Cartago y la frontera con Panamá, unió Puerto Limón con el Valle Central, con la construcción de la llamada carretera «La Rústica», y la carretera Siquirres Limón que se bautizó luego con su nombre.
Su gobierno fue bastante rico en resultados institucionales. Trató de acercar a México al Mercado Común Centroamericano, fundó el Banco Popular y de Desarrollo Comunal en 1969, por ley Nº 4351 de 11 de julio de 1969, creó la Dirección Nacional de Desarrollo de la Comunidad, con la Ley General de Desarrollo de las Comunidades, intenta desnacionalizar la banca y redujo los empréstitos internacionales.
También se aprueban la ley General de Asociaciones Cooperativistas, la ley de Centros Agrícolas Regionales y Cantonales, la ley de Seguro Integral de Cosechas, la ley del Sistema Nacional de Ahorro y Préstamo para la Vivienda, la ley de Asociaciones Mutualistas de Ahorro y Préstamo, la ley Forestal, en noviembre de 1969 y el Servicio Forestal de Costa Rica, así como la ley de Planificación Urbana.
En materia educativa institucional en su gobierno se funda la Escuela Nacional de Ganadería, la Escuela Normal Superior, que posteriormente, en el período presidencial de 1970-1974, se convierte en la Universidad Nacional de Costa Rica y da origen a la Facultad de Educación y al Centro de Investigación y Docencia en Educación (CIDE), de la Universidad Nacional, y se presenta el proyecto legislativo de creación del Instituto Tecnológico Nacional.
En materia de salud pública realizó vacunaciones masivas para la prevención de varias enfermedades. Apoyó también la educación y la diversificación agrícola y dispuso, en el calendario escolar, la celebración, el 15 de mayo, del día del agricultor.
En su gobierno se firmó la Ley de Creación del Colegio de Periodistas y la aprobación del Código Municipal, del Código Penal tipo, con base a un modelo latinoamericano que se impulsaba en esos años, y se nacionaliza la Compañía Nacional de Fuerza y Luz, anteriormente en manos de la empresa Electric Bond and Share Company.
Bajo su gobierno también se modificó, en 1969, la Constitución Política para prohibir la reelección presidencial restringiendo, en ese momento, un derecho que los diputados constituyentes habían establecido, situación que se corrigió, constitucionalmente en el 2003, cuando la Sala IV dispuso restablecer el artículo constitucional original de la Constitución, aprobado en 1949, que permite la reelección presidencial, derogando esa reforma hecha en el gobierno de José Joaquín Trejos Fernández, estableciendo que los Derechos constitucionales no se pueden modificar negativamente.
Al término de su gobierno se produjeron grandes manifestaciones de protestas estudiantiles y populares, de carácter nacionalista y antiimperialistas, en 1968, contra la visita del Presidente Lyndon B. Johnson, de los Estados Unidos, y contra la firma del Contrato Ley con la Aluminium Company of America (ALCOA), que culminaron el 24 de abril de 1970.
La vida del Presidente José Joaquín Trejos Fernández está caracterizada por estar enraizada en la criollez de su prosapia. Según el genealogista Mauricio Meléndez, de sus 16 tatarabuelos, solamente una no nació en el Valle Central, Gertrudis Pereira Zaldívar, natural de El Salvador; de sus 32 cuartos abuelos, solo dos no eran ticos, precisamente los padres de Gertrudis; de sus 64 quintos abuelos, el 92,2% nació en Costa Rica. Además, fue muy josefino y no tanto cartaginés es su linaje.
Don José Joaquín Trejos no desciende de ningún Jefe de Estado ni Presidente pero estuvo emparentado, por sus ancestros familiares, con algunos como Juan Mora Fernández, Manuel Aguilar Chacón, José María Montealegre, Tomás Guardia Gutiérrez, Juan Bautista Quirós Segura, el mismo Daniel Oduber Quirós, con quien se enfrentó en la campaña de 1966.
Ha sido de los pocos presidentes que se han preocupado por dejar impresa su huella institucional. Así publicó en cuatro tomos su experiencia de “Ocho años en la política costarricense” donde plasma sus ideales políticos, su visión de la realidad nacional, sus orientaciones políticas e ideales, sus conceptos de convivencia humana, de relaciones entre las naciones, sus principios sobre administración pública, su visión sobre la política electoral y los partidos políticos, sobre la producción, la economía, la política monetaria, fiscal y crediticia, sobre educación y desarrollo humano.
En 1971 publicó un análisis sobre su Administración y los primeros dos años de la Administración de José Figueres, tratando los recargos cambiarios y los contrastes de ambos gobiernos.
Al terminar su Administración, de nuevo como ningún Presidente lo ha hecho, que lo distingue como el gobernante honesto y transparente que fue, publicó un pequeño libro, “Un Programa de gobierno. Ideales y Realizaciones”, tratando de dar explicaciones, en ocho intervenciones, dirigidas a los ciudadanos y a la juventud, sobre el cumplimiento de su Programa de Gobierno que presentó ante el Tribunal Supremo de Elecciones en 1965, cuando era candidato a la Presidencia. Para él era un deber dar esas explicaciones y rendir cuentas.
A ello agregó la publicación “Ideas Políticas elementales”, en 1985, donde repasa parte de su trayectoria de pensamiento y praxis política y culmina con sus “Memorias. Por Esfuerzo propio”, publicadas en 1999, donde con gran sencillez relata los pasajes fundamentales de su vida rica, plena, intensa, fructífera, de aspectos personales y familiares, de servicio, de trabajo, de dedicación a las cosas que amó, practicó y vivió.
Después de su gobierno se mantuvo activo en política, con gran discreción, colaborando con las actividades de las agrupaciones social cristianas, a las que estuvo vinculado, los partidos Unificación Nacional y Unidad Social Cristiana.
El Presidente José Joaquín Trejos Fernández falleció en San José el 10 de febrero de 2010, y hoy forma parte de nuestros más ilustres gobernantes y Beneméritos patrios.
Como gobernante se caracterizó por ser austero y por contribuir a ordenar el manejo de la Hacienda Pública.
Se destacó por sus grandes dotes de estadista y político al servicio permanente de la democracia y el desarrollo social costarricense.
Fue un gran costarricense comprometido por la cultura de paz y respeto de Derechos Humanos. Renunció a la pensión vitalicia que le correspondía como expresidente de la República.
Tuvo la dicha que en mérito a su Obra de Gobernante y fructífiera vida, al servicio de la Nación y la sociedad costarricense, se le declarara, en vida, por la Asamblea Legislativa, el 7 de agosto del 2006, Benemérito de la Patria.