John Maynard Keynes y el desarrollo económico

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

El economista inglés John Maynard Keynes (1883-1946), nació en Cambridge, Inglaterra y estudió en la Universidad de Cambridge, discípulo de Alfred Marshall, y luego fue profesor en la misma Universidad al igual que su padre. Sin duda es uno de los más influyentes economistas del mundo; con sus escritos creó toda una escuela económica que sirvieron en la política económica en su país, Europa, Estados Unidos y en general; la contribución de sus reformas es fundamental en la evolución del capitalismo. Tiene seguidores por sus propuestas de intervención y control estatal, que los políticos y gobernantes han puesto en práctica a través de los años. Los economistas socialistas, socialdemócratas y estatistas han adoptado muchas de sus ideas y modelo. Keynes se ocupó de los problemas monetarios y llegó a ser el Director del Banco de Inglaterra; asesor financiero de King´s College; y el gobierno le otorgó el título nobiliario de Lord.

Entre sus libros destacan: Monedas y finanzas en la India (1913). Consecuencias económicas de la paz (1919). Tratado sobre la probabilidad (1921). Reforma monetaria (1923). Consecuencias económicas de W. Churchill (1925). Tratado sobre el dinero (1930). Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero (1936). ¿Cómo pagar la guerra? (1940). Al crear su propia escuela económica con políticas proteccionistas, opuesta a la escuela clásica de los liberales que seguían la máxima del laissez-faire, la libertad de los mercados de la oferta y la demanda. Keynes fue el primero en ocuparse del problema de la desocupación y desempleo, que no era voluntario, sino un paro forzoso o involuntario, mientras que los clásicos decían que los trabajadores se negaban a trabajar en otros lugares con un salario más bajo. (Antes de la I Guerra Mundial el asunto de la desocupación no tenía mayor importancia, se veía como un fenómeno transitorio)

Después de la Gran Guerra, vino la especialización del trabajo; luego la Gran Crisis financiera de 1929, debido al cambio de estructura económica en los países a nivel mundial, sean ricos o pobres. Keynes colabora en la solución de los enormes problemas dejados con la II Guerra Mundial, para pasar de una economía de guerra a una economía de paz, como las fricciones entre industriales y obreros, distribución no equitativa del ingreso nacional, disminución del ahorro, consecuencia de las devaluaciones, limitaciones en el movimiento de bienes y servicios, así como el ocupacional; todo esto con el objetivo de lograr el equilibrio económico, y que los clásicos no habían podido controlar. (Breve Historia de la Doctrinas Económicas. Moisés Gómez Granillo. Pág.262, 263,264)

Es claro, que debido a las consecuencias de las dos guerras mundiales y la crisis de los años 30s del siglo pasado, se hizo necesario que el Estado se volviera más intervencionista, para entrarle a los problemas del desequilibrio económico existente, la pobreza, la desocupación y depresión (En EE.UU. el presidente Franklin D. Roosevelt en 1932 aplicó el “New Deal” compuesto por una serie de medidas económicas para salir de la crisis). La búsqueda de la equidad, la justicia distributiva, el no abandonar a su propia suerte a los grandes grupos de la población y menos cuando los movimientos obreros eran débiles en muchos países. También se ha afirmado que el modelo de Keynes, vino a lanzar una tabla de salvamento al sistema democrático, e impidió que los países no cayeran en manos de los sistemas socialistas marxistas, de control absoluto del Estado, con la dictadura de un solo partido político, violación a las libertades públicas fundamentales e inexistencia de un sólido Estado de Derecho, con división de Poderes públicos.

Las ideas de Keynes dominaron la política inglesa por ejemplo: La obra Reforma Monetaria, presenta una nueva versión de la teoría cuantitativa de la moneda, pues afirma “que un cambio en la cantidad de dinero en circulación no ejerce sobre los precios, salvo algunos casos de inflación catastrófica, efectos completos y proporcionales”. “Es decir, que si el circulante aumenta un punto, no necesariamente los precios aumentan un punto. Keynes no sólo hace el diagnóstico, sino que también proporciona el remedio. Dice que el recurso idóneo para estabilizar los precios, y al mismo tiempo evitar las fluctuaciones cíclicas, consiste en el manejo adecuado de la tasa del descuento.

En su Tratado sobre el dinero, Keynes sostiene la idea de que es necesario igualar el ahorro e inversiones, para conseguir la estabilidad económica, pues de lo contrario se presentará una desproporción entre ahorro y producción de bienes materiales y, por tanto, en la producción de los bienes que realmente necesita la población. Para evitar esta posibilidad, propone el control de ahorro e inversiones mediante una política adecuada de tipo bancario y fiscal.” (Op. Cit. Pág.265) Posteriormente se ha creado la escuela neokeynesiana, conformada por influyentes economistas con publicaciones importantes como: William Baumol, Ben Bernanke, Paul Samuelson, Paul Krugman, Franco Modigliani, Roberto Mundell, John Hicks, Robert Solow, Joseph E. Stiglitz.

La Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero (1936) está considerada su máxima obra y constituye un gran aporte al pensamiento económico contemporáneo, que es base de todo un modelo a nivel mundial y que los nuevos economistas han modernizado para lograr el desarrollo y crecimiento económico en los países. Keynes plantea adoptar una política monetaria que favorezca la expansión de la economía, introducir abundante cantidad de dinero en la corriente circulatoria (le propone a Inglaterra renunciar al “patrón oro”, por ser un obstáculo y mantener el tipo de interés a un nivel lo más bajo posible). Plantea el pleno empleo “full employment”, como preocupación básica, y afirma que el obstáculo a éste radica en el ahorro excesivo respecto a las inversiones.

Otro aspecto importante en la tesis de Keynes era que, para compensar la influencia depresiva que la baja de la inversión privada ejerce sobre la renta global y sobre el empleo, la inversión pública debe ser aumentada. El Estado debe acometer grandes obras públicas. Aunque parezcan inútiles para la colectividad, pueden al menos servir para dotar a los obreros nuevamente empleados de un poder de compra y consumo. Se dice que Keynes admiraba a los faraones por haber hecho construir las pirámides, sin utilidad inmediata, y a la Edad Media por haber levantado catedrales grandiosas; esto equivalía, según él, a descubrir minas de oro.

Keynes deseaba, una política de redistribución de la renta, en beneficio de las clases más gastadoras. Pedía la “eutanasia de los rentistas”; por el contrario, se mostró favorable a los asalariados y a los empresarios que proceden a realizar grandes inversiones; deseaba, ante todo, que las empresas no cayeran en manos de individuos con espíritu de pequeños rentistas. Le preocupaba el subempleo y no la injusticia del sistema de distribución, incluso el pleno empleo se podía lograr a costa de una baja en los salarios reales de los asalariados.

Finalmente, Keynes, propugnó una vuelta a la política proteccionista. Admiraba a los mercantilistas, no tanto a su proteccionismo como su deseo de producir un aumento de la renta nacional por medio de la abundancia monetaria y la baja del tipo de interés. Defendió el proteccionismo aduanero, por ser en ciertos casos un medio de elevar el nivel de empleo: cuando un país que padece paro cierra sus fronteras para dar trabajo a sus obreros y permitir la ceración o la supervivencia de empresas que producen a un coste más elevado que en el extranjero, tal política no es irracional. (Fuente: Historia del Pensamiento Económico. Émile James)

Sin duda, es fundamental la contribución de Keynes al pensamiento económico actual, porque logró establecer un puente entre el liberalismo clásico y el marxismo ortodoxo, en beneficio del desarrollo y crecimiento con un equilibrio financiero y social, más inclusivo para los trabajadores, empresarios e inversionistas y la sociedad en general. Para la socialdemocracia fue muy importante adoptar muchas de las propuestas de Keynes, especialmente el control e intervención estatal que han dado un resultado positivo a través de los tiempos.