Instituciones blandas

Circunloquio

Yayo Vicente

Yayo Vicente

Juan Rafael Mora

El presidente Mora lideró la Guerra Patria entre 1856 y 1857, llena de rotundos éxitos políticos, diplomáticos y militares. Sus victorias evitaron que desapareciera la joven nación que había nacido en 1821 y que apenas tenía 36 años. Al erradicar el filibusterismo, nos otorgó la segunda independencia y al mismo tiempo nos dio la costarriqueñidad, caracterizada por oponerse al “destino manifiesto” usamericano, la producción agrícola con esclavos negros y amos blancos y la religión anglosajona. Un contexto donde nosotros, los criollos, estábamos sobrando.

Fue una gesta ganada por liliputenses a Gulliver. Juan Mora, además de sus muchas virtudes, su vocación de luchador encuentra razones en la defensa, de un pueblo sencillo, humilde, trabajador y devoto, que él apreciaba y se honraba de pertenecer. Ese siempre fue su motivo para seguir adelante en contra de invasores poderosos, apadrinados por los Estados Unidos.

Clorito Picado

El Dr. Clodomiro Picado Twight, es un científico inmenso, que dejó su imborrable legado en campos como la botánica, la zoología (ofidismo), la fisiología y fitopatología, la microbiología industrial, la microbiología médica y en la inmunología.

Clorito es hijo de costarricenses, nació en 1887 en Nicaragua y murió a la edad de 57 años, en 1944, en Costa Rica. Sus investigaciones y descubrimientos lo mantienen vivo, nacional e internacionalmente. Un ejemplo es el descubrimiento del efecto antibiótico de los hongos del género Penicillium sp, publicado por la Sociedad de Biología de París en 1927 (Alexander Fleming a quien se le atribuye haber descubierto la penicilina, publica su investigación en 1928, un año después de la publicación de Clorito).

Es Benemérito de la Patria; su imagen aparece en los billetes, llevan su nombre un instituto para la investigación y producción de sueros antiofídicos, una clínica médica, el auditorio principal de la Universidad Nacional (UNA), un colegio público (el de Turrialba), el galardón nacional en ciencia y tecnología, existen estatuas en su memoria, se le cita con cierta frecuencia en la prensa, en aspectos científicos, como filosóficos y políticos.

Este inconmensurable hombre, en su lecho de muerte dijo:

«No es mucho lo que me queda de vida, pero, ¿debía yo paladear el veneno de estos días? Asistí a la caída de Francia, ví derrumbarse, con todo dolor extrahumano, todo lo que puede alentarme a seguir viviendo; buena parte de mí mismo lo arrastró ese hundimiento”. 1943

Su adorada Francia, el faro del mundo civilizado de la época, caía en manos de la Alemania Nazi. El dolor apocalíptico de Clodomiro, no le permitía ver a un mundo mejor después de semejante agresión.

En esta, Clorito se equivocó. Los nazis no pudieron parar el reloj del mundo, ni de Costa Rica. Con claridad del destino al que se quiere llegar, se escoge el camino y se llega. No cae del cielo, no es un regalo de los dioses, ni el mejor futuro nace por generación espontánea.

José Figueres

La corta guerra civil de 1948, liderada por don Pepe Figueres, nos permitió sentar las bases de la Costa Rica de los siguientes 75 años. Consolidando las conquistas sociales, profundizándolas y complementándolas con instituciones que con el tiempo hicieron la revolución. No solo se perfecciona el sistema electoral y el Estado Social de Derecho, en tres poderes, más: Contraloría, Defensoría, Procuraduría, instituciones de gran calado como ICE, CCSS, RECOPE para no concentrar la autoridad, es que además hace la abolición de dos ejércitos, el suyo propio y el nacional.

Con la II República, se inicia la construcción de un país pacífico y pacifista, educado, con disciplina democrática (por lo que desaparecen las amenazas de golpes de estado) y una abundante clase media.

José Figueres, sin ejército y sin capital, gana la guerra civil con y por ideas. Pacta para evitar la toma militar de San José. Se aferra al sueño de un país más justo, donde las ideas del Grupo de Estudios para Problemas Nacionales, las suyas propias y su pragmatismo, pueden sacarnos de la tragedia humana, política y militar, en la que están los países hermanos de Centroamérica.

Los monumentos se hicieron a los caídos de ambos bandos. Pero todavía hay heridas abiertas en el tejido social y las que cicatrizaron, dejaron huella. Las guerras dividen a los pueblos por años, las víctimas y su memoria son como los medicamentos de depósito, duran mucho rato para ser asimilados.

La revolución no la defiendo, pero sí algunos de sus resultados. Indudablemente que, entre ellos, la abolición de ambos ejércitos y todo lo que aprendimos después para convivir, sin necesidad de echarnos el rifle al hombro.

El camino a la paz es solitario. La guerra tiene muchos intereses que sacan provecho, desde los fabricantes de armas hasta los sepultureros. La guerra es un negocio, la paz no.

En el 2023, un costarricense no debe estar a la par de “soluciones” violentas. No se trata de “poner la otra mejilla”, pero sí, de condenar la violencia, venga de donde venga y optar por mecanismos civilizados y aceptables para resolver conflictos.

Instituciones blandas

Este ha sido un país singular, y en las últimas décadas hemos afinado algunas “instituciones blandas” interesantes e importantes.

Aprendimos a resolver las diferencias en formas no agresivas. Hemos aprendido el rol de la prensa, de la oposición y de los plazos finitos de un gobierno o administración, los tres son factores vitales para la salud democrática. Hemos respetado los resultados judiciales. No hay ejército que nos obligue, solo la conducta de buen ciudadano.

Las normas formales de convivencia, desde la Constitución hasta la última orden administrativa, son acatadas de acuerdo con su jerarquía. Complementa a ese bloque de legalidad, normas de conducta que respetan la investidura de los actores sociales. Esas normas, sin ser obligatorias, contribuyen mucho a la paz y tranquilidad social.

Antes de 1948 este era un pueblo muy homogéneo, ricos y pobres compraban en los mismos mercados, nadaban en los mismos ríos y las mismas piscinas, rezaban en las mismas iglesias, paseaban por las mismas calles. Hemos cambiado mucho, la mujer comienza a ocupar el lugar que siempre debió ocupar, ya falta menos. La gente de color negro, moreno y amarillo, ya no son seres extraños en nuestra cotidianidad, los más ricos han hecho sus guetos, mercados para cada ingreso económico, templos, iglesias y sinagogas según el credo.

Esa rica diversidad, requiere más tolerancia, más solidaridad, más respeto, más consideración … Hoy las “instituciones blandas” son más necesarias que nunca, son indispensables para mantener unida a la sociedad y para incursionar en el mundo globalizado con identidad nacional.

Rodrigo Chaves

Comenzamos en mayo del 2022, una administración que crispa el ambiente. No estábamos acostumbrados a que nos dividan, a que nos pongan a pelear a unos contra otros. Usualmente, el nuevo presidente y su gobierno, era el presidente y el gobierno de todos. Los fuegos electorales se apagaban, se escondía el hacha de guerra y se sacaba la pipa de la paz.

Tal vez tantos años alejado del terruño, le impidieron a Rodrigo Chaves seguir el ritmo al desarrollo de las “instituciones blandas” que el resto adquirimos. Instituciones necesarias para la paz social en un entorno tan distinto, diverso, desigual y heterogéneo.

Es distinto hacer finca con ganado adentro que sin ganado. Sin ganado se preparan con tranquilidad los potreros, los aguaderos, los portones, se siembra pasto mejorado, se pinta la cerca de afuera. Pero con ganado …

Rodrigo Chaves, quiere que los jefes que tuvo vean su gestión macroeconómica y le quita la escalera al sector social. Si, es cierto, tendremos números macroeconómicos de exhibición: baja inflación, moneda revalorizada, deuda controlada, y esas cosas que no se comen. Mucho a costa de educación, salud, seguridad ciudadana, agricultura, pensiones, cultura … Está arreglando la finca, ignorando a los colectivos vulnerables que siguen adentro.

Tal vez se gane los aplausos de los jefes que tuvo, pero no de sus jefes actuales.

Las “instituciones blandas” no cayeron del cielo, hubo que aprenderlas para convivir. Para vivir todos en armonía y como personas sensatas. Estamos a punto de perderlas, de perder la costarriqueñidad 2.0, nos quedaremos sin el ¡PURA VIDA!

CIRCUNLOQUIO. Viene del latín circumloquium. El Diccionario de Real Academia Española lo define como: “Rodeo de palabras para dar a entender algo que hubiera podido expresarse más brevemente”.

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