Importante contribución al desarrollo hace el colegio de economistas

Progresemos

Carlos Manuel Echeverría Esquivel

Carlos Manuel Echeverría

El Colegio de Profesionales en Ciencias Económicas de Costa Rica (CPCECR) ha propuesto dar vida institucional a la regionalización del país, un proceso importantísimo y permanente. Con renovado impulso ha puesto el tema de nuevo en la palestra.

El tema no me es ajeno y mucho he publicado al respecto en la prensa. Promoví la Regionalización desde el Gobierno y como miembro de la primera Comisión de Reforma Administrativa del Estado Costarricense, la COREC II. Como viceministro-subdirector de OFIPLAN entre 1978 y 1982, me tocó formar parte de un valioso equipo de funcionarios que liderado por el Ministro-Director doctor Wilburg Jiménez Castro, luchó con éxito por la regionalización. Don Wilburg es un ilustre expresidente del CPCECR.

La propuesta del CPCECR actualiza y refresca conceptos de antaño, pero no trillados. En la ciencia de la planificación y coordinación poco teórico de este tema que nos ocupa es nuevo, aunque si hay valiosas experiencias en Costa Rica y alrededor del mundo a tomar en cuenta para refrescar ideas. El documento es integral y toca aspectos claves. Muy bien la idea de un regionalismo funcional que haga posible un crecimiento inclusivo, pues la economía debe estar siempre al servicio de la Persona Humana, como ser individual y parte del colectivo social.

El estudio no expresa como se llegó a 15 subregiones en lugar de las 22 actuales, aunque si da idea de los parámetros que se utilizaron. Las 22 fueron definidas tomando en cuenta parámetros similares a los que usó el CPCECR. Debe además preverse flexibilidad para el caso de algunas instancias como el MEP y la CCSS, que por la cobertura demográfica propia de su función, requieren para efectos de planificación y ejecución un ordenamiento más específico. Es menester prevenir hasta donde se pueda las rigideces que a menudo afectan la planificación, así como evitar el “dirigismo”.

Con la desconcentración administrativa que propició la Ley General de la Administración Pública (6227) y el trabajo que se hizo desde OFIPLAN, se avanzó mucho en la “arquitectura institucional”. Para que ésta tenga sentido humano conviene el revivir la estructura de consejos de desarrollo regional y subregional. Algunos funcionaron desde 1977 y en la siguiente administración se potenciaron en las 22 subregiones dotándolas OFIPLAN de oficinas bien equipadas y con su respectivo técnico. Eran el punto de encuentro institucional con la sociedad civil organizada y llegaron a tener influencia en la planificación regional y sectorial, así como en definir lo flexible en el Presupuesto Nacional.

La estructura de Consejos de Desarrollo subregionales, regionales y el nacional es presidida por quien ocupe el cargo de Presidente de la República. Es a nivel sub regional, donde los municipios asumen su papel toral, que se da la posibilidad ciudadana de participar en los temas de gobierno. Esta participación debe ser institucionalizada para que tome plena vigencia y se convierta en parte del ejercicio ciudadano, la mayor vivencia democrática luego del voto.

Tiene razón el CPCEDR en reafirmar la importancia de la transformación productiva. Es un tema central que se trabajó a fines de los setentas y principios de los ochenta, bajo el concepto del Desarrollo Rural Integrado (DRI) con el concepto de “polos de desarrollo” incorporado. Sugerir lo que podrían ser propuestas a analizar conjuntamente con los actores socio económicos de cada subregión y región, es el camino a seguir. La planificación tiene muchas limitaciones y al final de cuentas, como dice Don Wilburg, es 25% planificación y 75% coordinación y compromiso.

El documento no menciona la ley 5525. No se sí pretende crear un nuevo andamiaje, lo que sería un absurdo, cuando la 5525 crea el Sistema Nacional de Planificación desde las perspectivas global, regional y sectorial consolidadas en los planes y presupuestos de las instancias de Gobierno. Es la herramienta lógica hoy debilitada pero recuperable para que el país retome con convicción el desarrollo regional.

Uno podría pensar que en año pre electoral se le prestaría atención a un tema como el que acertadamente el CPCECR ha propuesto, pero no estoy tan seguro que así sea. En estos tiempos solo se habla de las provincias, que en la práctica solo sirven para solazarse con el pasado; no son necesarias ni para postularse a un cargo de elección popular. Aliento al CPCECR a insistir.

Exviceministro, exdiplomático, ex profesor de Ciencias Políticas y miembro del CPCECR.

Revise también

William Méndez

La verdad incómoda

William Méndez Garita Pretendo llamar a la reflexión en estas cortas líneas sobre el uso …

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *