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Desde mi perspectiva
José Francisco Bolaños Arquín
Un emprendedor/empresario que desea crear su propia empresa, es aquella persona que ha venido madurando una idea de negocio, que visualiza un mercado y cuenta con alguna experiencia en la actividad, que tiene la motivación y el conocimiento para orientar su creación y puesta en marcha, con la convicción de que logrará su objetivo y dispuesto a vencer todos los obstáculos que se le irán presentando, convencido de que el éxito no llegará fácil y que el esfuerzo de hoy, será la recompensa del mañana.
Para iniciar su empresa, deberá hacer uso de sus ahorros, ayuda familiar o asumir una deuda en el Sistema Bancario Nacional (lo que les resulta muy difícil ya que les piden en la mayoría de los casos, garantía hipotecaria y contar con al menos dos años de operar, entre otros requisitos).
Además, como todo negocio que desea consolidarse, tendrá obligaciones con la Caja Costarricense del Seguro Social, el Instituto Nacional de Seguros, la municipalidad, Ministerio de Salud y Tributación Directa, tramitología que debe agilizarse y facilitarse (por ejemplo con una cuota escalonada en CCSS en los primeros cinco años), con el propósito de incentivar su creación y desarrollo.
El emprendedor debe contar con una gran motivación, ser perseverante, creativo e innovador, cumplir con clientes y proveedores; además de manejar su empresa en una forma ordenada desde un inicio. Es importante tener en cuenta que de cada diez empresas que se forman, unas cuatro logran llegar al primer año y solo dos sobreviven en el mercado por muchos años. Razones suficientes para que se implementen por parte del Gobierno, programas bien estructurados y estratégicos, para lograr un mayor éxito en la solidez de nuevos emprendimientos y así lograr una transformación económica y social de manera eficaz y eficiente.
Es por eso que los emprendedores de una micro, pequeña o mediana empresa deben capacitarse en organizaciones públicas y privadas como el INA, colegios técnicos y universidades para nombrar algunas, en donde adquieran las destrezas y los conocimientos técnicos, administrativos, financieros, de mercadeo y ventas, que les permitan con mayor propiedad conducir su negocios en un mercado difícil y competitivo.
Existen algunos emprendedores que no han podido acceder a una educación técnica o formal, pero cuentan con el deseo y habilidad para lograrlo, razones para que tanto los bancos y las instituciones con programas dirigidos al fomento de este importante sector generador de empleo y distribuidor de la riqueza, les puedan brindar el financiamiento necesario y oportuno, asesoría, capacitación y la asistencia técnica calificada, con profesionales especializados y experimentados en este campo.
Tuve la gran experiencia en los años 80 y principios de los noventa por espacio de 14 años de trabajar en la Dirección de Asistencia Técnica a la Pequeña Industria del Ministerio de Economía Industria y Comercio como asesor en el campo administrativo, financiero y contable de pequeños negocios, donde les preparábamos el plan de negocios para presentarlo a los bancos y solicitar un préstamo. Un período en que existía un convenio con la Agencia Internacional de Desarrollo (AID) y el Gobierno de Costa Rica, con la creación de un fondo de garantía para los proyectos.
También impartí el curso “Desarrollo de Emprendedores” en una universidad privada, 2006 – 2012 por espacio de 7 años, donde los alumnos tenían que preparar un plan de negocios bien estructurado de su proyecto y presentarlo ante sus compañeros.
– Lic. Administración de Negocios
