A pesar de no existir redes sociales ni Internet, el asesinato de John Lennon hace 40 años dio rápidamente la vuelta al mundo y se convirtió en tendencia. La sangre derramada por el fundador de The Beatles —quien sarcásticamente se había proclamado más conocido que Jesucristo— tiñó tristeza al mundo durante días.
Cuatro décadas después de la muerte de Lennon, otro hecho similar pero ocurrido en otras circunstancias puede ayudar a dar dimensión a lo que en su momento significó el asesinato del británico. La muerte del argentino Diego Armando Maradona, al igual que la de Lennon, no pudo ser obviada por ningún medio porque de eso era lo que la gente en cualquier parte del planeta quería hablar.
«Estamos hablando de dos de los personajes más emblemáticos de la segunda mitad del siglo XX», comparó en diálogo con Sputnik Carlos Flores, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Autónoma de México.
«Uno a nivel musical, John Lennon, uno de los mejores compositores del siglo pasado junto con Paul McCartney, y él solo por supuesto. Y Diego Armando Maradona, que también cambió el fútbol él solito, con su forma de jugar. Por eso el impacto que tuvieron», resumió.
«Además, ambos eran muy pegados a sus pueblos. Al final de cuenta más o menos los dos, mucho más Maradona pero Lennon también, venían de clases humildes y se convirtieron en personajes universales», apuntó Flores.
Como unos de los coordinadores del libro John Lennon. Un humanista Subversivo, Flores abordó desde distintas dimensiones lo que representaba Lennon cuando fue asesinado en Nueva York por un fanático, Mark David Chapman, que todavía permanece en prisión.
El día D
«Estaba en mi casa, en ese momento estaba muy ligado a lo que pasaba en El Salvador y venía el noticiero nocturno. Y lo primero que dicen es ‘asesinaron a John Lennon’. Me quedé como helado, pensando que era imposible», recordó Flores el momento en que se enteró del homicidio de uno de sus principales referentes.
«Llevo 40 años preguntándome todo lo que hemos perdido de su música», lamentó el académico mexicano, quien agregó que además de musicalmente se pregunta en qué otros aspectos hubiera sido necesario escuchar la voz del artista británico.
Cuatro días después del homicidio, un millón de personas se reunieron en el Central Park de Nueva York para homenajearlo. El mundo estaba asistiendo a un cambio de época. El movimiento hippie, el pacifista, el de la liberación sexual y de los derechos civiles recibían junto con el cuerpo de Lennon las balas que lo sacarían de escena.
Se venía el neoliberalismo, el individualismo y la competencia como motor social, con sus abanderados globales: Ronald Reagan, electo en noviembre de 1980 como presidente de EEUU (gobernó hasta 1989) y Margaret Thatcher como primera ministra de Reino Unido desde mayo de 1979 a noviembre de 1990.
«A Lennon lo asesinan cuando Reagan está por llegar al poder. Todo lo que hubiera hecho, y dicho, en torno a las luchas que se dieron en Centroamérica; imagínate lo que hubiera hecho con la llegada de Donald Trump (…) Todo lo que hubiera podido hacer y en particular toda la música que nunca vamos a escuchar», planteó.
La revolución va por dentro
Más allá de que el homicida fue claramente identificado y paga su condena, y que según dijo su motivación fue «trascender», Flores consideró que el de Lennon «es un asesinato politico porque está matando a una de las voces que tenía más influencia y mayor impacto entre la juventud y los que empezábamos a entrar en la adultez».
Además de coordinar el mencionado libro, Flores escribió uno de los artículos que analizan la vida y obra del músico inglés. «Lo que sostengo es que la principal revolución que hizo Lennon fue consigo mismo. Esa es la gran enseñanza: lo mejor que hizo ese hombre fue cambiarse a sí mismo».
Flores afirmó que no siempre se caracterizó a Lennon como un pacifista, «porque no lo era». «Quien lo hizo pacifista y lo llevó más al campo político fue precisamente Yoko Ono, que venía del arte conceptual y que tenía esa ideas que se volvieron noticia porque era John Lennon», sostuvo.
«Tú no logras cambiar una sociedad si al mismo tiempo no logras cambiar a los individuos (…) Hay revoluciones que fracasan porque hacen cambios en las estructuras pero no logran cambiar la mentalidad de la gente. Desgraciadamente, el capitalismo tiene esta ventaja de hacernos una suerte de lavado de cerebro cotidiano», reflexionó el académico mexicano.
Para Flores fue determinante para Lennon en su revolución interna el hecho de haber «postergado» una carrera que lo había llevado hasta la cima para tomarse cinco años sabáticos y dedicarlos a la crianza de sus hijos. No solo como una forma de reivindicar el feminismo sino también por los beneficios en todos los aspectos que traen para unos y otros la paternidad responsable.
Por estos y otros ejemplos, Flores reiteró que «la revolución mayor que él hizo fue la de sí mismo: volverse pacifista, saber que había causas por las que pelear y que su música, como le enseñó Bob Dylan, podía usarse para decir muchas cosas y tener gran impacto social».
Fuente: Sputnik