HOMBRE DEL TANQUE │ Jeff Widener, 1989
LA MAÑANA del 5 de junio de 1989, el fotógrafo Jeff Widener se encontraba encaramado en un balcón del sexto piso del Hotel Beijing. Era un día después de la masacre de la Plaza de Tiananmén, cuando las tropas chinas atacaron a los manifestantes prodemocracia acampados en la plaza, y Associated Press envió a Widener a documentar las consecuencias. Mientras fotografiaba a las víctimas ensangrentadas, a los transeúntes en bicicleta y a algún que otro autobús calcinado, una columna de tanques comenzó a salir de la plaza. Widener apuntó su objetivo justo cuando un hombre con bolsas de compras se interpuso frente a las máquinas de guerra, agitando los brazos y negándose a moverse.
Los tanques intentaron rodear al hombre, pero este retrocedió y se subió brevemente a uno de ellos. Widener supuso que lo matarían, pero los tanques contuvieron el fuego. Finalmente, el hombre fue retirado, pero no antes de que Widener inmortalizara su singular acto de resistencia. Otros también capturaron la escena, pero la imagen de Widener se transmitió por la agencia AP y apareció en portadas de todo el mundo. Décadas después de que el Hombre del Tanque se convirtiera en un héroe mundial, sigue sin ser identificado. El anonimato hace que la fotografía sea aún más universal, un símbolo de resistencia a los regímenes injustos en todo el mundo.
Basado en un especial de la revista Time