COLAPSO DE LA ESCALERA DE INCENDIOS │ Stanley Forman, 1975
STANLE FORMAN trabajaba para el Boston Herald American el 22 de julio de 1975 cuando recibió una llamada sobre un incendio en la calle Marlborough. Corrió justo a tiempo para ver a una mujer y un niño en la escalera de incendios de un quinto piso. Un bombero había salido a ayudarlos, y Forman pensó que estaba filmando otro rescate rutinario. «De repente, la escalera de incendios cedió», recordó, «y Diana Bryant, de 19 años, y su ahijada Tiare Jones, de 2, flotaban en el aire. Estaba tomando fotos mientras caían, y luego me di la vuelta. Me di cuenta de lo que estaba sucediendo y no quería verlas caer al suelo». Todavía recuerdo haberme dado la vuelta y temblar.» Bryant murió a causa de la caída, amortiguando el golpe para su ahijada, quien sobrevivió. Si bien el evento no fue diferente de las tragedias habituales que llenan los noticieros locales, la foto de Forman sí lo fue. Con una cámara motorizada, Forman logró congelar el horrible momento de la caída en la expresión del rostro de la joven Tiare. La foto le valió a Forman el Premio Pulitzer e impulsó a municipios de todo el país a promulgar códigos de seguridad más estrictos para las salidas de incendios. Pero su legado perdurable es tanto ético como temporal. Muchos lectores se opusieron a la publicación de la foto de Forman, y sigue siendo un caso de estudio en el debate sobre cuándo vale la pena compartir imágenes perturbadoras.
Basado en un especial de la revista Time