LA RAZA EN DESAPARICIÓN │ Edward S. Curtis, 1904
LOS NATIVOS AMERICANOS FUERON la principal víctima del gran avance de Estados Unidos hacia el oeste. A medida que los colonos domesticaban las extensiones aparentemente ilimitadas de la joven nación, expulsaban a los pueblos nativos de sus tierras ancestrales, empujándolos a reservas empobrecidas y obligándolos a asimilarse. Temiendo la inminente desaparición de los primeros habitantes de Estos Unidos, Edward S. Curtis trató de documentar a las diversas tribus, de mostrarles como un pueblo noble «al indio de antaño, su indumentaria, sus ceremonias, su vida y sus modales». Durante más de dos décadas, Curtis convirtió estas imágenes y observaciones en «El indio norteamericano», una crónica en 20 volúmenes de 80 tribus. Ninguna imagen encarnó mejor el proyecto que The Vanishing Race, su fotografía de jinetes navajos que se adentran en la polvorienta lejanía. Para Curtis, la foto personificaba la difícil situación de los nativos americanos, que «pasaban a la oscuridad de un futuro desconocido». Desgraciadamente, la enciclopédica obra de Curtis hizo algo más que transmitir el tema: cimentó un estereotipo. Las compañías de ferrocarril pronto atrajeron a los turistas hacia el oeste con viajes para vislumbrar lo último de un pueblo moribundo, y los pueblos indígenas pasaron a ser vistos como una reliquia fuera del tiempo, no una parte integral de la sociedad estadounidense moderna. Es una percepción que persiste hoy en día.
Basado en un especial de la revista Time