SALUDO DEL PODER NEGRO │ John Dominis, 1968
Los Juegos Olímpicos pretenden ser una celebración de la unidad mundial. Pero cuando los velocistas estadounidenses Tommie Smith y John Carlos subieron al podio de los Juegos Olímpicos de 1968 en Ciudad de México, estaban decididos a romper la ilusión de que todo estaba bien en el mundo. Justo antes de que empezara a sonar «The StarSpangled Banner», Smith, medalla de oro, y Carlos, medalla de bronce, inclinaron la cabeza y levantaron los puños enguantados en negro. Su mensaje no podía ser más claro: Antes de saludar a Estados Unidos, Estados Unidos debe tratar a los negros como iguales. «Sabíamos que lo que íbamos a hacer era mucho más grande que cualquier hazaña atlética», dijo Carlos más tarde. John Dominis, un rápido fotógrafo de LIFE conocido por captar momentos inesperados, hizo un primer plano que reveló otro ayer: Smith en calcetines negros, sin zapatillas de correr, en un gesto que pretendía simbolizar la pobreza de los negros. Publicada en LIFE, la imagen de Dominis convirtió la sombría protesta en un emblema icónico de la turbulenta década de 1960.
Basado en un especial de la revista Time