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Carlos Revilla Maroto
Ahora que publico en la nota diaria de “Hoy en la historia” el acontecimiento malo o negativo de la fecha, resulta que el del 15 de julio era sobre la visita de la actriz estadounidense Jane Fonda a Hanoi en 1972, en aquel entonces la capital de Vietnam del Norte, en guerra con Estados Unidos. La referencia es solo un pequeño párrafo (podrán leerlo más adelante), por lo que me pareció interesante elaborar sobre este viaje de Fonda, que en su momento fue muy polémico y le dio la vuelta al mundo. Incluso me acuerdo de leer sobre el viaje en las noticias de aquella época, y eso que era apenas un adolescente. El viaje tuvo tanta repercusión que aún hoy se mantiene vigente, con un sinnúmero de referencias en la prensa mundial, especialmente ahora que Fonda se disculpó por hacerlo y las palabras que dijo.Primero quiero escribir propiamente sobre Jane Fonda, una de las mejores actrices de la segunda mitad del siglo XX y posterior.
Actriz, escritora y activista política. Es hija de los actores Henry Fonda y Frances Ford Seymour.
Nació en Nueva York el 21 de diciembre de 1937. Estudió actuación en la Universidad de París y en el Actors Studio de Nueva York. Debutó en el cine en 1960 con la película “Tall Story”.
En los años 70, se convirtió en una de las actrices más populares y aclamadas de Hollywood. Ha aparecido en más de 50 películas, incluyendo de su mejor época a “Barbarella” (1968), “Klute” (1971, Oscar), “Coming Home” (1978, Oscar), “The China Syndrome” (1979), y “On Golden Pond” (1981, junto a su padre Henry Fonda). Ganadora de dos premios Óscar (de siete nominaciones), dos Globos de Oro y un premio BAFTA. “Coming Home” fue una película controvertida sobre la guerra de Vietnam, y su interpretación le valió el aplauso de la crítica y el público.
En los años 80, continuó trabajando en el cine, pero también comenzó a involucrarse en el activismo político. Apoyó el movimiento antibelicista y fue una crítica abierta de la administración de Ronald Reagan. En 1982, fue arrestada por su participación en una protesta contra la construcción de una planta de energía nuclear.
En los años 90, siguió trabajando en el cine y la televisión, y también escribió varios libros sobre sus experiencias como actriz y activista. En 2007, publicó su autobiografía, “My Life So Far”. También ha trabajado como editora de libros y realizando vídeos de aeróbic, y hasta bloguera. Fue uno de los grandes mitos eróticos de los años 60 y 70.
Se casó tres veces, en la actualidad está divorciada. Su último esposo fue Ted Turner fundador de la cadena de noticias por cable CNN.
En 2022, publicó unas nuevas memorias tituladas “Grace and Frankie: A Memoir”. En el libro habla de su visita a Hanoi y reflexiona sobre su vida y su carrera.
La anterior una breve biografía, sin muchas pretensiones, solo para que conozcan el personaje.
El texto que comenté al inicio es el siguiente:
“En medio de la guerra de Vietnam que se cobró la vida de más de 58.000 soldados estadounidenses -y destrozó a decenas de miles más-, la actriz Jane Fonda hizo una visita amistosa a un campamento enemigo en Hanoi, rio, cantó y posó alegremente para una foto a horcajadas sobre un cañón antiaéreo norvietnamita. Los estadounidenses se horrorizaron por lo que muchos percibieron como una traición, y Fonda fue apodada burlonamente «Hanoi Jane» por su comportamiento. Como dijo en una entrevista televisada décadas después: «Me iré a la tumba lamentando que me fotografiaran… Hirió a tantos soldados. Provocó tanta hostilidad. Fue lo más horrible que pude haber hecho. Fue una desconsideración».”
Efectivamente, cuando Fonda tenía 34 años, en julio de 1972, visitó Vietnam del Norte durante la guerra de Vietnam. Su visita fue muy controvertida y muchos estadounidenses la vilipendiaron por considerar que apoyaba al enemigo. Fonda era una firme crítica de la guerra y viajó a ese país para ver de primera mano los efectos de la campaña de bombardeos de Estados Unidos. Se reunió con dirigentes norvietnamitas, entre ellos el célebre general Vo Nguyen Giap, y visitó pueblos y hospitales bombardeados. También emitió un programa desde radio Hanoi en el que pedía el fin de la guerra.
La visita de Fonda a Hanoi fue vista por muchos estadounidenses como una traición a su país. Fue acusada de traidora y simpatizante comunista. Incluso fue quemada su efigie en algunas partes del país. Por esa visita se ganó el apodo de “Hanoi Jane”, que la sigue persiguiendo hasta la fecha.
Su viaje a Hanoi fue un capítulo complejo y controvertido de su vida, que tuvo un impacto duradero en su carrera. Estuvo en la lista negra de Hollywood durante varios años, e incluso fue abucheada en los Oscar de 1974. Es un recordatorio de las profundas divisiones que existían en Estados Unidos durante la guerra de Vietnam. También es un recordatorio del poder del activismo y de la importancia de alzar la voz contra la injusticia. Sin embargo, con el tiempo Fonda recuperó su popularidad y siguió una exitosa carrera como actriz y activista.
En los últimos años, ha manifestado su arrepentimiento por su visita a Hanoi. Ha dicho que no pretendía traicionar a su país y que sólo quería ayudar a poner fin a la guerra. También ha dicho que aprendió mucho de su experiencia en Vietnam del Norte, y que ahora está más comprometida con la paz y el entendimiento.
En 2017, Fonda regresó a Hanoi para disculparse por su visita en 1972. Dijo que había cometido un error y que lamentaba el dolor que había causado. La visita de Fonda a Hanoi fue el tema de un documental de 2018 llamado precisamente “Hanoi Jane”. La película explora la controversia que rodeó la visita, y también examina su legado como activista.
En el anexo pueden leer las 10 mejores frases de Jane Fonda sobre el amor, la vida y el activismo.
Incluyo algunas de las polémicas fotografías del viaje y otras de ella de la época. Por cierto, una de mis actrices preferidas y de una gran belleza.
Anexo
Las 10 mejores frases de Jane Fonda sobre el amor, la vida y el activismo
1. La sabiduría
“Una parte importante de ser sabia es darte cuenta de lo que no necesitas y prescindir de ello”.
2. El éxito
“Del éxito no se aprende, ni de los premios, no de la fama. Solo se aprende de las heridas y las cicatrices y los errores y los fracasos. Esa es la verdad”.
3. Ser fiel a una misma
“No necesito un hombre para sentirme completa. En mis matrimonios, acababa perdiendo partes de mi forma de ser porque intentaba amoldarme a lo que creía que esperaba de mí el hombre”.
4. La juventud
“No quiero volver a los 20 ni aunque me paguen”.
5. La cirugía estética
“Le dije al cirujano: ‘No me quites las arrugas’. No quiero tener un aspecto ridículo, como esas caras que no concuerdan con el cuello”.
6. El matrimonio
“Ahora pienso en Tom, y en Ted, y no entiendo por qué me enamoré de ellos; y también me alucina totalmente el haber podido pasar tanto tiempo con ellos”.
7. La edad
“Todas vivimos con ese paradigma tan antiguo de que envejecer es como una curva. La vieja metáfora de que naces, alcanzas el pico a la mediana edad y luego desciendes hasta la decrepitud. La metáfora más adecuada para el envejecimiento sería una escalera. El ascenso por ella del espíritu humano, llevándonos hacia la sabiduría, la realización y la autenticidad”.
8. El feminismo
“Durante mucho tiempo, parecía que decir que eras feminista significaba que estabas en contra de los hombres. Creo que ahora eso se ha disipado en su mayor parte. Espero que los hombres entiendan que la lucha por la igualdad nos beneficia a todos y todas, y que lo mejor para todas las personas es que tanto hombres como mujeres sean capaces de asumir las mismas responsabilidades sociales y a todos los niveles: económico, militar, espiritual y parental”.
9. Vivir tu (mejor) vida
“En vez de ir a la deriva como una hoja en el río, entiende bien quién eres, cómo te relacionas con la gente y qué tipo de impacto dejas en las personas que te rodean y en el mundo, para que cuando te vayas, sientas que has hecho algo positivo”.
10. El perfeccionismo
“Intentar ser perfecta es un deseo muy tóxico. Yo me di cuenta ya de mayor que el reto no es ser perfecta. Es sentirse realizada”.
La recopilación es de Susan Devaney para Vogue, España