Había una vez… un partido socialdemócrata

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Carlos Revilla Maroto

Según un reporte del Banco Mundial en el lapso 2000-2010 en Costa Rica aumentó la desigualdad en el ingreso de los hogares, junto con Uruguay y Honduras. Mientras la desigualdad de salarios también disminuyó en 12 países, excepto en Costa Rica y Perú. El promedio de las economías medidas indica una baja de 4,2 puntos del Coeficiente de Gini*, mientras que en Costa Rica aumentó dos puntos Gini.

La desigualdad del ingreso por hogar disminuyó en 12 países de América Latina un 4% en promedio. Por el contrario, Costa Rica aumentó en igual porcentaje, siendo el país con más incremento.

En contraste, un informe de la CEPAL reveló que, tanto el empleo formal como los salarios, han crecido en Costa Rica este año. Esto lo que indica es que se da crecimiento pero desigual.

Analizando un poco estos datos, a uno le empiezan a salir muchas dudas —no de los datos— si no más bien del Partido Liberación Nacional (PLN) y su labor de gobierno. El período de estudio es del 2000 al 2010, lo que indica que el PLN tiene una cuota de responsabilidad pues fuimos gobierno del 2006 al 2010 con la segunda administración de Oscar Arias.

Entonces, el PLN ha pregonado a los cuatro vientos que es un partido socialdemócrata, y supuestamente paladín de la igualdad o de su búsqueda por medios redistributivos y que además no cree en el goteo de los libertarios o como quiera que se llamen los de la derecha. Por eso cuesta entender como es posible que suceda esto, es decir como es que la desigualdad en lugar de disminuir más bien aumenta.

Pero ahí están los números que no mienten. Al contrario de casi toda latinoamérica, en Costa Rica la desigualdad creció, lo que indica un serio problema redistributivo.

¿Qué es lo que está sucediendo? La respuesta es muy sencilla, nos han estado dando gato por liebre. Veamos porque.

Nos han venido metiendo con embudo el cuento que Liberación Nacional adoptó una socialdemocracia moderna o remozada. Esto me parece que es la última artimaña de la derecha. En realidad, el ardid no es tan complicado: la derecha rapta el nombre y los distintivos de la socialdemocracia con el objetivo de que, bajo una apariencia formal de pluralidad, sólo permanezca un discurso. Se trata de mantener la antinomia izquierda-derecha, pero vaciada de todo contenido ideológico. La derecha se desdobla en dos, de forma que con marcas distintas pueda ocupar todo el espectro electoral. El pensamiento único reafirma al máximo su tendencia a la totalidad cuando él mismo crea su propia oposición.

Hace unos diez años con la llegada del arismo al PLN surge con fuerza la socialdemocracia moderna. Algunos la presentan como una alternativa al neoliberalismo. Pero más bien es una alternativa a la propia socialdemocracia, con la pretensión de destruirla desde dentro, secuestrando sus siglas y su marca para que todas las opciones posibles queden encerradas en el estrecho campo del pensamiento único.

En esta socialdemocracia moderna o remozada es difícil encontrar el menor vestigio de una ideología socialdemócrata y, por el contrario, se hallan enunciados casi todos los elementos del neoliberalismo económico, si bien es verdad que edulcorados con buenas intenciones, que, por cierto, resultan inútiles e inviables tan pronto como se asumen determinadas hipótesis y axiomas. Increíblemente hicieron lo que los matemáticos no han podido hacer desde la antigüedad, lograron la cuadratura del círculo ideológico al conjugar valores socialdemócratas con una política y un discurso económico neoliberal. Por otra parte, tal edulcoración aparece en los programas de todos los partidos, aun en los más conservadores (Movimiento Libertario por ejemplo). Ninguna fuerza política se atreve a exponer con toda su crudeza el pensamiento neoliberal. Eso queda exclusivamente para las organizaciones empresariales, las entidades financieras o para la legión de expertos que mantienen.

El término que más se repite es el de moderno o modernidad, pero esta tan cacareada socialdemocracia moderna, no es más que liberalismo antiguo. Adopta la teoría de la oferta en materia económica, heredera de los principios rancios de la doctrina neoclásica. Las teorías que hace 40 años eran presentadas como meros restos arqueológicos son las ahora dominantes. El modelo neoclásico, ayer tenido por obsoleto y erróneo, hoy es el único que se enseña en las facultades, mientras que el keynesianismo es marginado de las aulas, y automáticamente descalificado quien pretenda defender sus apreciaciones, esto a pesar que en la crisis económica del 2007 se tomaron medidas keynesianas, aunque los actores nunca lo han reconocido así.

Fenómeno singular en la historia de las ideas. Se posterga y se denigra un sistema explicativo que había probado que funcionaba eficazmente, aun cuando careciese de respuesta a todas las preguntas -cosa que nunca había pretendido-, para retornar a doctrinas más antiguas que se habían evidenciado engañosas e ineficaces en múltiples ocasiones.

Los socialdemócratas modernos acuden al discurso del realismo y pragmatismo para justificar la renuncia a los valores de la socialdemocracia. Pero recurrir a esos argumentos no tiene demasiada razón de ser. Las nuevas circunstancias que se aducen tales como el libre cambio, la globalización o la libre circulación de capitales no son la causa del neoliberalismo económico, sino su efecto. Y tampoco son tan nuevas como se pretende. Se han producido siempre que la economía se ha liberalizado.

Recordemos el numeral 280 del Congreso Nacional Daniel Oduber en lo que respecta al TLC con Estados Unidos: «Advertimos con preocupación – como se analizó más arriba al discutir nuestra meta de construir un país efectivamente integrado por las oportunidades – que esto será así solamente si el Tratado se acompaña con una adecuada y sólida Agenda Nacional Complementaria, que incluya las reformas necesarias para garantizar que los más diversos sectores económicos puedan aprovechar efectivamente las oportunidades que ofrece el Tratado, al tiempo que se neutralizan los impactos negativos que la aplicación del Tratado pueda ocasionar en sectores específicos de la economía nacional. Liberación Nacional adquiere el compromiso de aprobar en nuestra Asamblea Legislativa esta Agenda Nacional Complementaria«.

Lo anterior, no hace falta recordarles, que simplemente no se ha cumplido. Entonces ya empezamos a tener las primeras pistas de que es lo que está ocurriendo y cual es la cuota de responsabilidad de los gobiernos del PLN en el aumento de la desigualdad, y entonces empezamos a comprender por qué nos están dando gato por liebre… y por que había una vez un partido socialdemócrata.

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* El Coeficiente de Gini es una medida de la desigualdad ideada por el estadístico italiano Corrado Gini.

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4 comentarios

  1. Don Carlos, lo felicito porque usted si es un verdadero liberacionista Social Demócrata, que con honestidad y honradez ha venido haciendo una crítica sana y razonable de lo que ha venido sucediendo en el pln. Yo fui uno de los que militó en el pln, precisamente inspirado en la ideología Social Demócrata que había promulgado el Centro Para el Estudio de los Problemas Nacionales, y defendida por Rodrigo Facio, Carlos Monge, José Figueres y muchos otros. Desafortunadamente, al partido se fueron infiltrando personas, no solo ajenas a este pensamiento, sino cuyas intenciones reñían contra todo principio ético y moral que dieron origen al partido. Cómo puede uno creer en funcionarios de alto rango del COMEX, por ejemplo, que alegremente han firmado TLC, que han venido a generar más pobreza y desigualdad, principalmente entre los sectores más débiles. Aunque quieran maquillarse de socialdemócratas, son simple y llanamente gente de derecha, neoliberales y entreguistas, que piensan sólo en sus intereses, y no en los de nuestra patria. Ojala muchísimos seguidores de este “partido” pudieran darse cuenta de esta farsa que ha arrasado con el modelo auténtico de la SOCIAL DEMOCRACIA en el pln.

  2. VALENTIA QUIJOTEZCA, no mas decir.

  3. José Rafael Calvo Fajardo

    Don Carlos Revilla tiene la incómoda posición de ser un verdadero social demócrata dentro de un partido que ya no lo es. Su situación es todavía peor, porque está dentro de un partido secuestrado que ya no es rescatable. Tal vez puede ejercer allí alguna influencia moderadora, aunque eso es muy difícil de creer viendo la terquedad con que los secuestradores se aferran al neoliberalismo en los tiempos de crisis; cuando es mas necesario cambiar y recapacitar.

  4. María Elena López

    Pues muy buen diagnóstico. el PLN ya no es socialdemócrata,tal vez nunca lo ha sido, así como el día de hoy en Radio Monumental lo afirmaron a las 3 pm tres ciudadanos ilustres de este país, «tuvimos una social democracia a la tica»…. nos decían….pero sin ideas claras cualquier burro puede disfrazarse de lo quiera y allá los que le quieran creer!!!

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