29 de junio, 2023
Salomé Ramírez Vargas
Houston Castillo Vado
El inesperado resultado de las elecciones del pasado domingo en Guatemala dejó en evidencia el impacto del voto ciudadano en medio de las polémicas y marcó el camino hacia una segunda vuelta que podría causar división social, según expertos.
WASHINGTON/CIUDAD DE GUATEMALA — Guatemala se prepara para un duelo inesperado en su segunda vuelta electoral prevista para el 20 de agosto, después que el candidato y diplomático Bernardo Arévalo, que no marcaba en las encuestas, desplazara a otros con pronósticos aparentemente mejores para un balotaje que definirá el rumbo del futuro cercano en la nación centroamericana.
En la primera vuelta, celebrada el domingo 25 de junio, unos 5.5 millone de guatemaltecos en medio de las controversias por la exclusión de candidatos y cuestionamientos a la transparencia electoral, que dejaron como resultado decenas de miles de votos nulos.
Eso después que la atención se centrara en la exclusión de tres aspirantes presidenciales, entre ellos Carlos Pineda, quien lideraba las encuestas y al ser eliminado pidió a sus seguidores que votaran nulo.
La primera contienda, en la que se presentaron 22 candidatos, dejó como finalistas a la ex primera dama Sandra Torres y al diplomático Arévalo, ambos de tendencia centroizquierdista. El resto quedó fuera de la contienda electoral.
“Lo que realmente salvó las elecciones fue el voto popular, la voluntad expresada en una participación electoral del 60 %, que a pesar de la apatía de los votantes, a pesar del miedo, a pesar de todos los interrogantes que rondaron en los días y meses previos a las elecciones, resultaron expresar su deseo de cambio”, dijo a la Voz de América Deborah Ullmer, directora regional para América Latina y el Caribe del Instituto Nacional Demócrata (NDI, por sus siglas en inglés).
¿Cómo luce el camino a la segunda vuelta?
Analistas consultados coinciden en que el resultado del pasado domingo fue una “sorpresa”, especialmente por la ventaja de Arévalo respecto a otros candidatos que parecían mejor posicionados de acuerdo con las encuestas previas.
“[Torres] se percibe trabajando muy de cerca con el Congreso en apoyo a la administración del presidente Alejandro Giammattei”, describió Ullmer. Sobre Arévalo dijo que “parece haber captado la intención de voto y apoyo político durante los últimos días de la campaña como un candidato que no está vinculado al gobierno y los aliados en el Congreso”, explica la experta.
La campaña que se extenderá hasta el 20 de agosto es probable que cause una “división social” entre “el status quo y los candidatos con mentalidad reformista”, sostiene Ullmer.
A diferencia de Arévalo, Torres es calificada por analistas e incluso por parte de la sociedad guatemalteca como parte del “status quo” del país pues además de ser exprimera dama de la República, ha sido candidata a la presidencia dos veces, y esta sería la tercera. En las elecciones anteriores, Torres llegó a segunda vuelta y perdió frente a Jimmy Morales y Giammattei.
Interés de los votantes
De acuerdo con expertos, el resultado de la primera vuelta podría suscitar «mayor interés para los votantes».
No obstante -opina el profesor Eric Hersberg del Centro para América Latina de American University en Washington- «Arévalo comienza en desventaja, pues le falta la organización partidaria que facilita la movilización de votos».
Hersberg vaticina «campañas salvajes contra él y su candidatura, orquestradas por parte de las élites”.
Carin Zissis, editora en jefe de la Sociedad de las Américas y Consejo de las Américas en EEUU, explicó que una de las razones por las que Arévalo “creció y superó las expectativas es porque representa un movimiento y un partido anticorrupción”. Sin embargo -estima Zissis- Torres “tiene ciertas cosas a su favor”, como ser conocida por los guatemaltecos.
“Ella es una ex primera dama. Y eso puede ayudar a un candidato, obviamente, solo por ser conocido», dijo Zizzis, quien también reconoció que Torres es rechazada por buena parte de los guatemaltecos.
En cuanto a Arévalo -agrega- , “va a tener que afrontar el reto de no ser tan conocido. Es ex diplomático y congresista, por lo que está familiarizado con el gobierno, pero quizás no sea una figura tan prominente en las elecciones guatemaltecas”.
Una ciudadanía “cansada de tanta corrupción”
Guatemaltecos que votaron por Arévalo -desde jóvenes hasta personas de la tercera edad- dijeron que no lo habían expresado su intención previamente por temor, dado que no era una opción “popular”.
“Estamos cansados de tanta corrupción. Bernardo representa un poco el romper ese molde de tanta corrupción, de tantos sistemas fallidos que ha habido en Guatemala en los últimos gobiernos. Representa un poco de esperanza para nosotros los jóvenes”, dijo a la VOA Edu Hernández, un joven de 28 años, que votó por Semilla, el partido de Arévalo, justamente porque no procedía de los grupos tradicionales de poder.
Por su parte Elsa Marina Villalta Pérez, de 48 años, opina que el candidato de Semilla le parece buena opción “porque es hora de que alguien venga a poner un poco de orden aquí en el país, que es lo que necesitamos”.
“Yo siento que hay que cambiar en cuanto a la delincuencia, el vandalismo que hay. Donde vivimos hay muchas maras y creo que como ciudadanos necesitamos que se acabe todo esto”, indicó Villata.
Béverly Arroyo, una joven guatemalteca de 24 años, planteó demandas para un nuevo gobierno, entre ellas que se impulse políticas a favor de las mujeres.
“Yo como mujer, así por el hecho de cómo ando vestida la gente se me queda viendo, me hacen mala cara, me miran con morbosidad y eso se siente incómodo porque la mujer tiene que vestirse como a uno le guste, interactuar, andar como le plazca. Acá la situación es muy peligrosa. Como mujer y como joven”, dijo Arroyo quien llevaba un vestido corto de verano.
Germán Armando, un agricultor de 27 años, aseguró que “lo que más afecta a Guatemala es que no hay trabajo entre jóvenes con estudios, graduados. La verdad es que alguien que tiene estudios no tiene trabajo. Queremos un presidente que le dé oportunidad a los jóvenes que trabajan para un mejor proceso en sus vidas y familias”.
Una elección seguida de cerca
Unos 6.000 observadores internacionales y nacionales se ocuparon de monitorear las elecciones del domingo en Guatemala.
El Departamento de Estado de EEUU aseguró a la VOA que continuará “siguiendo de cerca el proceso electoral de Guatemala antes de la esperada segunda vuelta en agosto” y resaltó la apertura del país a acoger un “número histórico” de observadores para sus elecciones, incluidas misiones de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE).
Sin embargo, el gobierno estadounidense instó al Congreso guatemalteco entrante a “introducir reformas para aclarar el proceso electoral y fortalecer la credibilidad de futuras elecciones”, argumentando las “inconsistencias en la aplicación de la ley electoral guatemalteca” que “erosionaron la confianza de los votantes y limitaron las opciones de los ciudadanos sobre cómo usar su voto”.
“Como vecino y socio estratégico de Guatemala, Estados Unidos ha pedido constantemente una participación ciudadana y de la sociedad civil inclusiva y una observación electoral sólida”, dijo un portavoz del departamento de Estado.
La Misión de Observación Electoral de Guatemala (MOE-Gt), por ejemplo, desplegó 1.200 observadores y realizó un conteo de votos paralelo que confirmó los resultados anunciados por las instituciones electorales.
En su informe preliminar, la OEA detalló que durante las elecciones se presentaron algunos incidentes violentos, que resultaron en la suspensión de las elecciones en dos municipios. “La Misión condena este tipo de comportamientos y reitera la importancia de garantizar el ejercicio de un voto libre, en un ambiente cívico y de absoluto respeto a la voluntad popular”, apuntaron.
Para las segunda vuelta, el organismo hizo un llamado a los candidatos y actores sociales a “abstenerse de señalamientos que generen división social” y concentrarse en “el debate en las ideas y propuestas”.
La MOE de la Unión Europea, por otro lado, resaltó la exclusión de candidatos como una reducción “de la competencia real” y señaló que esto demostró “la falta de vínculos sólidos de los candidatos con los partidos políticos”.
Voz de América