Antes de su tiempo: la tecnología antigua
La innovación «moderna» está prefigurada por miles de años.
HACE MUCHOS SIGLOS, personas inteligentes y creativas desarrollaron maravillas de la ingeniería e innovaciones tecnológicas que nos dejan asombrados hasta el día de hoy. Algunas tecnologías antiguas se destinaron al olvido, se perdieron para siempre. Otros avances se «reinventaron» cientos o incluso miles de años después.
El detector de terremotos de Heng
El primer sismómetro conocido del mundo fue inventado en el año 132 d.C. por el astrónomo chino Zhang Heng. Se trataba de una gran vasija de bronce de unos dos metros de diámetro. En su exterior había ocho dragones ornamentados, cada uno con una pequeña bola de bronce en la boca. Los dragones indicaban la dirección de la brújula. Alrededor de la base del sismómetro había ocho sapos de bronce con la boca abierta, alineados directamente con los dragones. Cuando el instrumento detectaba un movimiento del suelo, una de las bolas caía de la boca del dragón. El sonido de la bola al caer en la boca del sapo indicaba desde qué dirección se aproximaba el terremoto.
Un mecanismo de Anticitera
En 1900, unos buzos recuperaron un misterioso objeto mecánico mientras exploraban los restos de un antiguo naufragio frente a la isla griega de Anticitera. El artilugio metálico, que data de principios del siglo III a.C., consta de 30 ruedas dentadas de bronce cubiertas de inscripciones griegas. Aún no se ha determinado la función completa del mecanismo. Muchos investigadores creen que se utilizaba para calcular la posición de los cuerpos celestes y predecir eclipses solares y lunares. El artefacto se conserva en el Museo Arqueológico Nacional de Atenas.
Copa de Licurgo
La Copa de Licurgo es un vaso romano de 1.600 años de antigüedad que representa una escena protagonizada por el rey Licurgo de Tracia. Al principio, los científicos estaban desconcertados por la forma en que el cáliz cambia de color según la dirección desde la que se ilumina. Cuando se ilumina de frente, el cáliz parece verde jade. Iluminado por detrás, es rojo intenso. En 1990, unos investigadores británicos descubrieron que el cristal del cáliz contiene pequeñas motas de oro y plata: El efecto de la luz sobre las partículas metálicas produce la inusual propiedad de cambio de color del cáliz. Hoy en día, los científicos utilizan la misma tecnología para crear hologramas de nanopartículas de plata que se emplean en dispositivos ópticos digitales.
Basado en «100 greatest mysteries» de The History Channel