El gran constructor
El longevo soberano del Egipto faraónico fue el constructor más prolífico del mundo antiguo. ¿Por qué?
RAMSÉS II, también conocido como Ramsés el Grande, fue posiblemente el mayor faraón del antiguo Egipto. Ramsés subió al trono a la muerte de su padre, Seti I, en 1279 a.C. y gobernó Egipto durante 66 años, el segundo reinado más largo de la historia egipcia, hasta su muerte a la edad de 90 años.
Se cree que tuvo más de 200 esposas y concubinas y más de 100 hijos, y disfrutó de un reinado estable y próspero. Aseguró las fronteras de su nación contra los enemigos de Egipto, sobre todo los hititas, y aumentó enormemente su riqueza.
El legado más perdurable del gran Ramsés es su inigualable récord como constructor de más monumentos, templos y estatuas colosales que ningún otro gobernante egipcio. Completó la construcción del templo de Karnak y edificó la nueva capital en Pi-Ramsés, el templo mortuorio Ramesseum, los templos de Abu Simbel y otros proyectos notables.
Muchos historiadores creen que al menos una inspiración para la pasión constructora de Ramsés fue Nefertari, su primera esposa y reina más querida. El rey hizo inscribir su nombre y su imagen en las paredes de los templos y ordenó construir innumerables estatuas suyas, incluso mucho después de su muerte, cuando ya había tomado otras esposas. La tumba que le construyó en Tebas es una de las más magníficas del antiguo Egipto.