William Hayden
Salió del closet como precandidato del Partido Liberación Nacional a la presidencia de la República el vicecanciller Enrique Castillo Bolaños. Aún faltan por salir Carolina Delgado, la candidata de Toño Álvarez, y Marvin Taylor, quien ya apareció en Facebook para que lo vayan conociendo -el día de la independencia- con un saludo, y es el candidato de Figueres.Ya van tres por el momento y faltan otros dos más dispuestos a lucharla en una convención abierta con fecha por definir y en la que votaran liberacionistas y de otros partidos que quieran sepultar a precandidatos con posibilidades y darles los votos a candidatos con posibilidades de vencer por otros partidos. Por esto la convención debería ser cerrada, solo para liberacionistas.
El Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) informó que en junio del 2025 harán la Asamblea Nacional para escoger los candidatos presidenciales y se sospecha que Juan Carlos Hidalgo le tiene ganas. Parecería que esa fecha es muy tardía en comparación con lo que ocurrió en la campaña del 2022, ya que en el mes de enero del 2021 comenzaron los juegos electorales y la convención interna la realizaron el 27 de junio.
En el Partido Acción Ciudadana (PAC), Otón Solís está impulsando la candidatura de Claudia Dobles, la esposa de Carlos Alvarado, y ella se lo está creyendo; está desempolvando su proyecto del tren urbano y con carita y sonrisas muy corrongas salió también en Facebook diciendo que no y que tal vez sí y quien quita un quite.
Esta semana fue muy agradable en recuerdos y celebraciones de nuestra Patria. Celebramos el 203 aniversario de la Independencia, los 75 años de la creación del Tribunal Supremo de Elecciones y de la Contraloría General de la República y el próximo 7 de noviembre serán los 75 años de la Constitución Política.
Y hablando de recuerdos, hoy está columna de la Seriedad de la Política en Broma y con Fisga está de plácemes. Cumple 8 años partiendo del 15 de septiembre del 2016 cuando escribí el primero. Desde entonces, todas las semanas, he publicado 360 artículos en 500 páginas y he consumido 1800 horas de mi vida en su redacción. Todos los temas de nuestra política han sido serios, verdaderos, de buena fuente, y a mi estilo para quitarles esa seriedad que aburre y adormece, los he vestido con ropajes burlescos, irónicos y de fisga, sin faltarle el respeto a los personajes de nuestro campanario político que han desfilado en ellos. He incursionado irrespetuosamente en un campo que no es el mío.
Como lo he dicho en otras oportunidades, no por rajar sino para aclarar que no soy politólogo, que soy de profesión economista, matemático y estadístico, carreras que desempeñé en el Banco Central de Costa Rica (10 años) y en el Fondo Monetario Internacional en Washington D.C de los Estados Unidos (4 años).
Además he sido gerente de la Bolsa Nacional de Valores (8 años), Director Gerente de un Banco de Desarrollo y de Inversión, La Corporación Privada de Inversiones (CPI), también 8 años y Gerente General del Banco Nacional de Costa Rica (12 años).
Entonces quien me tiene de metiche jugando de analista político, la sencilla razón es que me encanta la política como hobby, o como decía Charles de Gaulle, el líder de la resistencia francesa en la Segunda Guerra Mundial y presidente de Francia: “La política es demasiado sería para dejársela a los políticos” y todos nosotros, querámoslo o no, diariamente estamos en el juego de la política, no podemos eludirla, porque las leyes que ordenan nuestras vidas, las normas que organizan nuestra convivencia, la justicia que ahora nos desprotege, en fin, cada paso que damos, está auspiciado por la política. Lo definió Aristóteles: Somos: “zoon politikon”, animales políticos.
Algunos de estos artículos fueron reproducidos en La Nación, en el Diario La Extra, en el programa radial Horizontes Positivos que dirige el periodista Edgar Howel, en los medios digitales La Revista y Visión CR. Tengo fieles seguidores y algunos malcriados e irrespetuosos chavistas cuando les toco a su jaguar descolorido a quien siguen ciegamente atraídos por su olor nauseabundo constitucional.
– Economista y escritor.