¿Y usted qué opina?
Fernando Berrocal
Este año 2023 será crítico y fundamental. Crítico porque hay una serie de problemas nacionales acumulados a punto de hacer explosión o que ya lo han hecho. Fundamental porque es un año en el que el país debe hacerle frente con energía, determinación política, firmeza y visión patriótica a muchos problemas nacionales prioritarios y comenzar a resolverlos y hacerlo en serio. Nos va en ello el futuro de Costa Rica.El 2023 debe ser de propuestas serias y responsables, debates de altura entre el oficialismo, la oposición y la sociedad civil organizada, en que brillen las ideas y las soluciones realistas y pragmáticas, para encontrar los caminos más seguros y ciertos para Costa Rica. En ese empeño, todos debemos poner nuestro grano de arena.
No hay tiempo que perder. El Informe del Estado de la Nación 2022 nos advirtió de lo mal que están todos los índices económicos y sociales y el retroceso sufrido por Costa Rica en los últimos 20 años. El país atraviesa por aguas procelosas y una chispa y puede haber incendio. El 2023 debe ser un año de cambios.
La agenda nacional tiene, varios temas de prioritarios que deben ser atendidos con gran sentido de responsabilidad política y patriotismo. Se imponen negociaciones constructivas y de gran altura entre el Poder Ejecutivo y la Asamblea Legislativa, porque de por medio están reformas estructurales que solo se pueden resolver reformando viejas o promulgando nuevas leyes de la República, acordes con los retos, las exigencias y los paradigmas del siglo XXI.
Señalo dos de esos temas prioritarios:
1.- La reforma del Estado Costarricense. La parte de mejorar la gestión pública en el Gobierno Central y sus instituciones es competencia constitucional del presidente Rodrigo Chaves y sus ministros de Estado y ahí se está avanzando. Pero la reforma estructural del Estado pasa por leyes que deben ser debatidas y aprobadas en la Asamblea Legislativa y ahí, en ese escenario, debe haber mucho diálogo constructivo, transparencia y negociaciones POLÍTICAS de alto nivel con los Diputados.
2.- La crisis de inseguridad ciudadana. Terminamos el 2022 con 656 homicidios, más de 1.500 muertes violentas, el narcotráfico metido en todas las estructuras nacionales y la crisis de inseguridad y violencia criminal más fuerte de la historia. El problema no es solo del Ministerio de Seguridad Pública o de la Fuerza Pública. Hay toda una dimensión de políticas preventivas de acción social y salud pública, más allá de las necesarias y urgentes acciones policiales. Es un tema cuyo abordaje debe hacerse en forma integral y paralela, como una política pública prioritaria del Estado Costarricense, adoptada al más alto nivel en un Consejo de Seguridad Nacional. Aquí hay que decir… ¡Basta! y unir a todas las fuerzas decentes, honestas y patrióticas que somos la gran mayoría nacional o terminaremos dominados por la violencia criminal de las poderosas mafias del narcotráfico y la corrupción.