Desde mi perspectiva
José Francisco Bolaños Arquín
Nuestro país está enfrentado un creciente aumento de la pobreza, el desempleo y de la informalidad ante una disminución del crecimiento en la producción. El Banco Central de Costa Rica, proyectaba para este 2019 que el PIB crecería un 3,2%. Sin embargo, recientemente la Institución estima que rondará el 2,7%, con lo cual, podría aumentar la problemática, incluyendo una menor recaudación de impuestos.
El año pasado, alrededor de 56.500 mipymes, optaron por cerrar sus puertas y en los últimos años el comercio ha perdido alrededor de 82.000 empleos. Si a eso le agregamos que la inversión extranjera directa, en el 2018 fue de $2.134 y en 2017 de $2.742 millones, un 22% menor, hace que se complique aún más la situación.
Ante esta realidad, una de las alternativas viables para lograr un mayor crecimiento económico, es darle un fuerte impulso al emprendedurismo y a las micro, pequeñas y medianas empresas; donde un 94% del sector empresarial pertenece a este sector y contribuye con el 32% del PIB y genera más del 50% del empleo privado.
Es necesario facilitar el acceso al crédito bancario a este importante sector, agilizar los trámites bancarios con el propósito de fomentar buenos emprendimientos (en donde les piden al menos dos años de operar y garantía Hipotecaria en muchos de los casos, limitando la creación de nuevos proyectos) y su afiliación a la Caja Costarricense del Seguro Social y a las micro, pequeñas y medianas empresas, como un medio válido para generar empleo.
Las instituciones públicas y privadas creadas con este propósito, deben orientar sus programas al desarrollo de conocimientos, destrezas y habilidades y así colaborar con los nuevos negocios o hacer sólidos los ya existentes y ayudarlos a disminuir el riesgo al fracaso.
Tuve una gran experiencia profesional en este valioso sector por más de dos décadas, como asesor de pequeñas industrias en Ministerio de Economía Industria y Comercio y como profesor universitario, en un curso donde los alumnos debían preparar un plan de negocios bien estructurado, de la empresa que les gustaría formar en el futuro.
Un Plan de Negocios (uno de los requisitos solicitados por los bancos): es un documento bien estructurado, en donde se demuestra la viabilidad y factibilidad del negocio, contiene la información necesaria que permita evaluar y facilitar la puesta en marcha de la empresa.
Cuando se visualiza una oportunidad de negocio, el primer paso es definir qué producto o servicio se va a introducir al mercado y sus posibilidades de éxito, el nombre de la empresa, ubicación, misión, visión, los objetivos de corto, mediano y largo plazo así como las ventajas competitivas ante los rivales.
Además se debe hacer un estudio de mercado que permita determinar si para esos productos o servicios existen clientes dispuestos a consumirlos a un precio determinado y la estrategia que utilizará para promocionarse, teniendo en cuenta los riesgos y oportunidades que se le irán presentando.
El estudio debe contar con proyecciones financieras, con sus ingresos y gastos, incluyendo con sus obligaciones con; CCSS, INS, Tributación Directa y las municipalidades. Debe además especificarse las necesidades de capital de trabajo, maquinaria y equipo en infraestructura y la justificación del préstamo.
Un Plan de Negocios no garantiza el éxito, sino que minimiza el riesgo y marca la pauta a seguir para tratar de asegurar con mucho esfuerzo, trabajo y sacrificio la consolidación del negocio.
– Lic. Administración de Negocios.