Bazar digital
Carlos Revilla Maroto
Una de las problemáticas más serias que tiene el Partido Liberación Nacional actualmente, de cara a su necesaria renovación, es la de los movimientos y sectores. Con esto me refiero, a los trabajadores, mujeres, juventud, educadores y otros. Por metodología, voy a asumir que los movimientos y sectores son lo mismo, aunque no lo son.Hace muchos años, cuando era más joven y estaba en la Juventud Liberacionista, también existían grupos, pero con un concepción muy diferente a los actuales. Primero, los foros son una figura más o menos reciente en el PLN, creo que del Estatuto de principios de los 90s del siglo pasado (en vigencia). Y con esto viene una aclaración: los foros no son grupos. El concepto es totalmente diferente, el problema es que ante la ausencia formal de los grupos en la normativa partidaria, se han creado de hecho y se les llama foros solo para corresponder con la estructura formal, pero no lo son.
En mi época de juventud, habían grupos, pero eran algo muy diferente, nos organizábamos en grupos para tomar el poder en la Asamblea de Juventud que se organizaba cada cuatro años y donde los delegados elegían las autoridades, a saber, presidente, secretario general y tesorero. Yo fui delegado a la VI Asamblea, donde se eligió a Rodolfo Navas como presidente, sucediendo a Marcelo Prieto.
La capacitación y formación en aquella época la organizaba y daba la propia juventud liberacionista, con una ayuda enorme de parte de CEDAL, pero que yo recuerde todo bajo la tutela del directorio de la juventud o sus órganos territoriales. ¿Qué quiero decir con esto? que la capacitación y formación era asunto de la estructura formal de la juventud liberacionista, los grupos no se metían para nada en esto, su razón de ser era el poder. En cuestiones ideológicas, no había ninguna discrepancia, todos éramos uno. No es como ahora, que cada grupo va por su lado y la estructura formal es como inexistente.
El problema actual con los movimientos y sectores es que solo existen en el papel. Y peor aun, se usan solo para llegar a una asamblea plenaria y prácticamente nada más. Sus puestos directores están al servicio del candidato de turno y fuera de su participación en las asambleas plenarias, a eso se circunscribe su papel.
Hace unos días, a raíz de una negociación de la fracción del PLN con el grupo de legisladores evangélicos en torno al proyecto de Fecundación in vitro (FIV), pregunté porqué no se pronunciaba el movimiento femenino sobre el tema, pregunta que terminó siendo una candidez de mi parte. Sencillamente, porque la verdad no hay movimiento femenino, es una ilusión, al igual que los otros movimientos y sectores, incluida la juventud liberacionista, que nunca se pronuncian de nada. Pero no nos sorprendamos de esto, no hay estructura; en el caso de la juventud la suplanta los grupos.
Veamos en particular el caso de la juventud, y antes de empezar quiero decir que no pongo en duda las buenas intenciones de todos los grupos actuales: pero también tengo que decir que de buenas intenciones está empedrado el camino al infierno.
Ante un cuestionamiento hacia un grupo de juventud existente, uno de sus integrantes dijo que cuál es el problema con que grupos de juventud desarrollen sus actividades, si el estatuto actual permite los foros. Y tiene razón, se permiten los foros, y en términos generales no hay ningún problema. Pero como dice el refrán… el diablo está en los detalles. ¿Qué es un foro? Su intención es tener básicamente grupos de estudio, para eso fueron creados y su idea nunca fue suplantar las autoridades formales, como sucede ahora en la juventud.
Y esto no es totalmente achacable a los grupos, hay un ausentismo y debilidad notorios en la estructura formal de la juventud, realmente son puestos que no tienen ninguna autoridad, debido a eso es que han aparecido muchos grupos, que es la única forma de organización viable que encuentran los jóvenes. Pero como decía, a pesar de las buenas intenciones de estos, se han convertido más bien en un mecanismo perverso que suplanta la autoridad formal.
Aunado a todo lo anterior, los grupos se volvieron feudos, donde hacen lo que quieren. Capacitan y forman (cuando lo hacen) de acuerdo a su muy particular concepción de la ideología, en este caso de la socialdemocracia y su fin último —en algunos casos, no todos— es ver como se puede figurar.
El problema de la juventud es endémico. Recuerdo hace unos diez años que estaba en una reunión con la Secretaria General de ese entonces Carmen María Valverde, quien me pidió que la acompañara a otra con los líderes de los grupos de juventud de ese entonces (no había estructura formal, las elecciones de juventud habían sido anuladas por el TSE). Lo primero que doña Carmen María preguntó, fue qué se podía hacer para arreglar el problema de la división, entonces, uno de los asistentes le contestó muy ufano «esto se arregla muy fácil: contratando un sicario…». Doña Carmen María se quedó con la boca abierta y pocos minutos después dio por concluida la reunión, pues entendió que nada se podía hacer para arreglar la situación (claro, fuera de contratar un sicario).
Al día de hoy, no digo que la anterior sea la solución para arreglar la situación de la juventud, pero si se ocupa un esfuerzo titánico para hacerlo. Las autoridades formales son prácticamente inexistentes y no tienen ningún poder, solo están para cumplir la formalidad y —como decía— para ir a las asambleas plenarias y votar de acuerdo al son del candidato de turno.
El futuro de un partido político está en la juventud, y no veo voluntad en los grupos actuales para ese cambio y renovación que tanto se necesita, además tampoco se ven trazos de acabar con la división. Desgraciadamente sigue privando lo individual sobre lo colectivo y el cortoplacismo. Difícilmente el PLN podrá sobrevivir si no se arreglan los problemas en ese sector tan importante e imprescindible para la supervivencia del partido.
Respuestas:
A propósito de movimientos, sectores y grupos en el PLN – Federico Ruiz