Por Yayo Vicente
El próximo 1° de mayo iniciará una nueva legislatura, los diputados deberán elegir al nuevo Directorio y con ello a quien presidirá la Asamblea Legislativa del 2020 al 2021.Al acabarse el bipartidismo, la política costarricense inició una era nueva. No es nada fácil cambiar el ritmo. En los tiempos anteriores, había confrontación verbal y hasta física. Se azuzaban a lo seguidores en contra de los contendores. Los fusiles todavía ahumaban y estaban calientes.
[…] no le compre, no le venda, no lo salude …
Conforme nos alejamos de 1948, ese calor ha venido a menos. Las generaciones que vivieron los hechos, están de retirada y las nuevas crecen sin saber los detalles que tanto dividieron a la familia costarricense.
El pluripartidismo obliga a nuevas formas, al diálogo, a los acuerdos. Es un nuevo “toma y daca”, a la luz pública, sobre la mesa. Es la única forma de unirse en causas por el país. La fuente de la fuerza del sistema de acuerdos, está en el cumplimiento de los mismos. Por eso, la fracción verde y blanco, renunció a la reelección del diputado Carlos Ricardo Benavides.
Don Pepe y la socialdemocracia del Partido Liberación Nacional, iniciaron la incorporación de las minorías a la vida política nacional, entre ellas a los afrodescendientes. Es así como el PLN nombró al primer diputado negro en la historia de nuestro país, el Lic. Alex Curling Delisser (1953-1958). Esa praxis política la mantuvo en cada cuatrieno. Luego, para el periodo 1982-1986 de nuevo, fue el Partido Liberación Nacional quien nombró a la primera diputada afrodescendiente de la historia de Costa Rica, la Licda. Thelma Curling Rodríguez, curiosamente la hija de Don Alex Curling.
Una vez más, el próximo primero de mayo (2020), la fracción liberacionista debe votar por uno de los dos candidatos acordados. Justamente en el umbral de nuestro bicentenario y con la fracción más grande de la Asamblea Legislativa, le corresponderá al PLN, inclinarse a favor de uno de los dos candidatos, ninguno militante de su Partido.
Tenemos la oportunidad de seguir haciendo historia votando por el Lic. Eduardo Cruickshank Smith, no sólo como el primer afrodescendiente Presidente de la Asamblea Legislativa, sino como el primer presidente de un Supremo Poder de la República en la historia de Costa Rica.
Pertenece a la minoría negra, la que por las políticas sociales emprendidas por la socialdemocracia liberacionista, se educó y se incorporó de lleno a la vida política nacional. Él es consecuencia de un esfuerzo y única razón legítima y noble para ambicionar el poder.
El Dip. Eduardo Cruickshank curiosamente es hermano del Ing. Clinton Cruickshank quien fue también diputado del PLN durante el periodo 1986-1990 y Vicepresidente de la Asamblea Legislativa (1988-1989).
Es por lo tanto coherencia política apoyar al diputado Cruickshank, por tanta historia de inclusión y justicia, los liberacionistas debemos responder una vez más, a esta nueva cita con la historia patria.