El pensamiento jurídico de Rodrigo Facio

Vía costarricense

Johnny Soto Zúñiga

Recientemente el Dr. Alex Solís Fallas nos regala el interesante libro sobre el extinto Rodrigo Facio Brenes (1917-1961), ex rector de la Universidad de Costa Rica, coincidiendo en el marco de las celebraciones de los 100 años de su nacimiento. Personalmente considero que es un libro muy interesante y novedoso profundizando en las valoraciones jurídico-políticas y el gran aporte del ex rector a la sociedad y al Estado costarricense. Señala el autor que Facio Brenes fue una de las personas más influyentes en la Costa Rica de la segunda mitad del siglo XX y su pensamiento sigue teniendo vigencia en nuestros días. Desde que fue cofundador del Centro de Estudios de los Problemas Nacionales en 1940; sus escritos memorables sobre el Estudio sobre economía costarricense; la moneda y la banca central en Costa Rica; Planificación económica en régimen democrático. Doctrina, experiencias extranjeras y algunas ideas para establecerlas en Costa Rica; y el análisis “Autoridad y Libertad” publicado en la Revista Surco, N° 2 de 1940.

El análisis sobre la contribución de Facio Brenes al establecimiento del Estado Social de Derecho es fundamental y el libro se dedica a trazar la arquitectura constitucional y legal del país; que él colaboró a diseñar. Se dice que Facio escribía sobre poesía y literatura, así como de economía, etc.; en general un intelectual en todo el sentido de la palabra; pero sin duda su obra cimera al país fue en calidad de diputado constituyente en la Asamblea Nacional de 1949; unos de los 4 diputados representando el Partido Social Demócrata; que promulga la Constitución Política de 1949; vigente hasta la fecha. El autor destaca: “En suma, para este influyente personaje, la democracia política es el sistema adecuado para la realización de la persona en cuanto ser libre y merecedor de la dignidad y justicia. El régimen democrático debe garantizarle la libertad política, la libertad económica, la libre competencia, la eliminación de los monopolios y los privilegios jurídicos; de ahí la necesidad de la intervención del Estado para que el reconocimiento de los derechos en la Constitución, tanto de contenido individual como social, no se reduzcan a una simple enunciación, sino que se transformen en una realidad, en un estilo de vivir.” (Op.Cit. Pág.XXIV)

Fue uno de los constituyentes más profusos y que con mayor frecuencia utilizó la palabra; que incluso su compañero diputado y más joven constituyente el ex Presidente Luis Alberto Monge Álvarez afirma que “Rodrigo Facio fue la figura central de la Asamblea Constituyente de 1949”; por su vehemencia para defender las mociones y convencer al resto de los diputados constituyentes; y todo de una manera ordenada y sistemática. El autor profundiza en los ensayos, artículos y diversos artículos, donde va perfilando su pensamiento jurídico y los principios de orden, justicia, seguridad, paz, bien común, consenso y otros valores. El autor también señala que: “Estudiar su pensamiento, desde esta dimensión jurídica, resulta de una gran importancia en nuestros días. De manera visionaria, Facio se interesó en ciertos temas que hoy constituyen el centro del accionar político-jurídico del Estado costarricense.

Me refiero a la idea de que la persona humana y su dignidad son lo primero, por encima de todo; a la función social del Estado, a la propiedad y al cooperativismo. También abordó temas que hoy preocupan a la sociedad costarricense; defendió las elecciones parlamentarias de medio período y atacó la confesionalidad religiosa del Estado.” (Op.Cit. Pág.XXVI)

Uno de los aspectos básicos en la conformación de todo el sistema institucional en que contribuyó Facio Brenes, es creer que aplicando de forma sistemática ideas más humanistas y más acorde a los ideales social demócratas; se crearía un Estado Social de Derecho que enrumbara al país bajo el respeto a los principios de justicia y libertad. Creía en el Cooperativismo como un mecanismo de redistribución de la riqueza; muy diferente a la sociedad liberal de los años 40s hacia atrás del siglo XX; donde reinaba la concentración de la riqueza en los cafetaleros y algunos comerciantes y banqueros que todo lo controlaban; y prácticamente la clase media era incipiente. El liderazgo intelectual de Facio dentro del Centro era influyente y el tema del Cooperativismo se logró incorporar dentro del Código de Trabajo que redactó Oscar Barahona Streber y promulgó el Ex presidente Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia. Vemos que la economía social se introdujo legalmente y que permitía a los trabajadores organizarse en cooperativas; lo que ha permitido una democratización económica hasta la fecha.

El autor lo destaca así: “Rodrigo Facio fue un humanista por excelencia. Entendemos por humanista a aquella persona que tiene como valor central al individuo o a la persona humana por sobre todas las cosas, que es solidario y tolerante con los demás. Un humanista tiene ansias de conocimiento por encima de lo material y asume su individualidad, pero no de una manera egoísta, sino reconociéndose como parte de una colectividad, por lo que también debe estar al servicio de los otros y de la sociedad en general. No se trata, para citar las palabras del papa Francisco de un “antropocentrismo desviado”, sino de una plena conciencia del yo y su circunstancia política, económica, social y cultural en la que se desenvuelve la persona. Su humanismo está presente prácticamente en todo lo que él hizo y escribió; es tan vasto y rico en facetas que se hace necesario priorizar ciertas manifestaciones de su personalidad.” (Op.Cit. Págs. 5 y 6)

En la reflexión final que realiza el autor, luego de hacer un pasaje histórico y profundo sobre los aportes de Facio Brenes a los temas del individuo o la persona humana, la sociedad y el Estado; el Poder revolucionario y el Poder Constituyente; los temas de la jerarquía constitucional y los derechos fundamentales como la libertad, la igualdad ante la Ley, las garantías sociales, la Hacienda Pública (Presupuesto y sus principios presupuestarios, la Contraloría General de la República) y sobre otros temas como el Estado y la Iglesia, las Instituciones autónomas, el financiamiento permanente para la Universidad de Costa Rica, el Servicio Civil y la Educación; entre otros múltiple temas; donde pudo desarrollar la arquitectura institucional de lo que hoy es el país a nivel institucional y la consolidación de nuestro Estado Social de Derecho.

El autor reflexiona diciendo que: “Al margen de esos temas concretos, en esta conclusión quisiéramos enfatizar que Rodrigo Facio enseña; desde el ámbito de la estimativa jurídica, la importancia de interrogarnos siempre, ante una norma jurídica, desde el plano del valor o valores que les sirve de fundamento. Facio creía, que por encima de los mandatos jurídicos, es decir, del derecho positivo, existían unos criterios, unos valores, unas convicciones de orden superior, a cuya luz se debía enjuiciar su corrección o incorrección, su bondad o su injusticia y, en consecuencia, la necesidad de conservarlos o reformarlos.

Una idea subyace o atraviesa transversalmente toda la obra de Rodrigo Facio: no se puede pensar el mundo del derecho sin referencia a la dignidad de la persona, la libertad, la seguridad, la justicia y el bienestar general. Evidentemente, nos encontramos ante una concepción naturalista del derecho, en la medida que se apela a unos valores de orden superior o como él los denominaba “a los principios eternos de la libertad humana y la dignidad personal.” (Op.Cit. Pág. 181)

Finalmente; invito a leer este interesante libro del Dr. Solís Fallas; para poder comprender a uno de los intelectuales más destacados de la segunda mitad del siglo XX; y así conocer como un personaje que con su prematura muerte en el año de 1961; que quizás hubiera podido acceder a ser presidente de la República; por sus grandes méritos y aporte constitucional y legal que goza nuestro Estado Social de Derecho; sin duda Costa Rica no sería la misma sin su consenso.