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Carlos Revilla M.
La ciudad de Seattle, en el estado de Washington, Estados Unidos, está literalmente rodeada de agua, así que toda visita a esta urbe de la costa del Pacífico en pleno desarrollo comienza invariablemente a orillas del mar, escuchando a las gaviotas y las sirenas de niebla en los puertos, que siempre han sido la sangre que corre por las venas de la población.Uno de los imperdibles estando en la ciudad, es hacer una visita al mercado de Pike Place. En la bahía Elliott, en la zona del Acuario Marino, se encuentra el exuberante mercado, toda una institución en Seattle desde 1907 y el más antiguo de los que están activos sin interrupciones en Estados Unidos. Es un imán de turistas que seduce por igual a lugareños y visitantes y ocupa siete cuadras y 16 edificios de varias plantas, con 600 vendedores que hablan docenas de idiomas diferentes. Sorprendentemente, apenas ha cambiado a lo largo de su intensa vida y, para diversión de los viandantes, los bromistas pescaderos todavía gritan “¡Pez va!” antes de lanzar la mercancía como si fueran jugadores de rugby. La variedad de pescado que se vende en este mercado es fabulosa, con especialidades locales como cangrejos dun-geness, salmones plateados, halibuts, vieiras rosas pescadas por submarinistas en las cercanas islas de San Juan, camarones moteados, almejas y ostras congelándose sobre montañas de hielo picado.
Aquí fue donde nació la franquicia Starbucks (el primer establecimiento abrió en 1971 en este mercado) que es solo uno de los muchos cafés que hay, además de joyerías, tiendas de recuerdos, panaderías, floristerías… y cualquier otra cosa que se les ocurra. Hay que armarse de paciencia, porque para entrar a Starbucks hay que hacer una fila grande. Los productos de la zona, la generosidad de estas aguas (que antaño se destinaba sólo a mercados lejanos) y la población asiática que crece día a día en esta ciudad hacen de este mercado un lugar sofisticado y agradable para comer.
Aunque nunca se marchará con hambre de Pike Place ni de ningún otro lugar de Seattle, el restaurante Ray’s Boathouse, el más famoso de los situados junto al agua, se merece hasta el último centavo del viaje de un cuarto de hora en taxi o Uber. Es un clásico en Seattle: pantalones cortos y sandalias en la famosa terraza de verano de la planta superior y una ropa más refinada en la planta de abajo, ambas con las mejores vistas de la ciudad a la bahía Shilshole. El mejor momento en Seattle es aquel en el que se contempla cómo se pone el sol en el estrecho de Puget, escondiéndose tras las altas montañas Olympic, mientras se disfruta de un pescado increíblemente fresco y sencillo (bacalao negro a la parrilla marinado en sake, por ejemplo). Tampoco deben dejar de visitar Piroshky, Piroshky… una panadería con deliciosa respostería rusa, de fama mundial.
Como curiosidad, hay una tiendita que tiene para ver (hay que introducir una moneda), los zapatos de los hombres más altos del mundo. Otras son de magia, hay hasta librerías con libros raros y cosas de esas. Como decía hay de todo como en botica. Pasaran horas enteras en el mercado y el día no alcanza para recorrerlo, por lo que antes de visitarlo en excursión (tour), es mejor que vayan directamente, para estar a sus anchas y sin la preocupación de tener que irse. Por ser muy céntrico no hay problema en llegar desde cualquier lugar de la ciudad.
Ahora, vale la pena escribir un poco sobre la ciudad de Seattle.
Es la ciudad más grande del estado de Washington. El área metropolitana de la ciudad comprende Seattle-Tacoma-Bellevue. Está situada entre el lago Washington y la bahía conocida como Puget Sound, junto al océano Pacífico. Se encuentra a 155 kilómetros al sur de la frontera entre Estados Unidos y Canadá. Es un importante centro cultural, educativo y económico de la región, y contando su área metropolitana tiene mas de tres millones de habitantes, siendo la ciudad más poblada del noroeste de Estados Unidos.
Seattle es conocida por la gran cantidad de café que se consume, además por ser originarias de aquí cafeterías como la ya mencionada Starbucks, Seattle’s Best Coffee y Tully’s. Hay también muchos artesanos independientes tostadores de café espresso de gran éxito.
De la misma manera es famosa por ser la tierra natal de la música grunge, también conocida como el sonido de Seattle, y de bandas que impulsaron ese movimiento a comienzos de los 90 como Nirvana, Pearl Jam, Soundgarden y Alice in Chains. Heart, la banda rock de las hermanas Ann y Nancy Wilson —una de mis favoritas—, también es originaria de esta ciudad.
El símbolo y mayor atracción de la ciudad es el Space Needle (Aguja Espacial), una torre construida en 1962 en el centro de la ciudad, realizada por Edward E. Carlson e inspirado en la torre de telecomunicaciones de Stuttgart, Alemania. Es una estructura de 184 metros de altura y 5 850 toneladas de peso, colocando el centro de gravedad de la torre a apenas un metro del nivel del suelo. Para llegar a la cima es necesario abordar un elevador que tarda tan sólo unos segundos en subir. Incluye un restaurante giratorio desde donde se puede apreciar toda la ciudad de Seattle. La visita es toda una experiencia, y las vistas de la ciudad desde la parte de arriba espectaculares (en la galería hay varias tomas).
El nombre de la ciudad es en honor del famoso jefe Noah Seattle (una adaptación de See-ahth), que fue el líder de las tribus amerindias suquamish y duwamish en lo que ahora es el estado de Washington. En la ciudad hay una bonita estatua de él, que estaba cerca del hotel donde nos hospedamos en el centro de la ciudad.
Siendo Seattle inicialmente un pueblo de pesadores, muchas familias todavía se dedican a esta actividad, que sigue siendo importante en la economía de la ciudad. En 1988, en el principal puerto pesquero se develó el Monumento a los Pescadores. Esta imponente escultura de bronce y piedra, tiene en su base a ambos lados, unas placas de bronce con los nombres de los pescadores que han perdido la vida buscando su sustento durante los últimos 100 años. Estas placas se han convertido en un lugar de reverencia, reconocimiento y curación para las familias de más de 675 pescadores locales.
Hay muchas cosas que ver y hacer. También están junto a la Aguja Espacial, parte del Seattle Center, el Chihuly Garden and Glass que es un museo de arte y jardín de esculturas que exhiben obras grandes y coloridas de vidrio de Dale Chihuly, interesante de ver aunque no esencial. También en el complejo se puede visitar el Museo de Cultura Pop, con un edificio demencial diseñado por el arquitecto estodounidense Frank Gehry, que siempre se ha negado a crear edificios como todos los demás, por eso se le reconoce de inmediato por el uso de diseños que utilizan figuras y ángulos poco usuales, colores atrevidos, y materiales únicos. El también fue el arquitecto que diseño el museo Guggenheim en Bilbao, España y el Disney Concert Hall.
La ciudad tiene muchos otros lugares interesantes, como las esclusas del canal del lago Washington, con un sistema similar a las del canal de panamá. Las esclusas Hiram M. Chittenden son una parte vital de la ciudad. Además de ser atracciones turísticas principales en el área, es uno de los sistemas de esclusas más activos de Estados Unidos. Chittenden fue quien diseñó la escalera de peces original cuando se construyeron las esclusas entre 1911-1916. Lo increíble es que esto fue mucho antes que la disminución de las poblaciones de peces se convirtiera en una preocupación y mostró el pensamiento progresista de Chittenden. También es obligatoria la visita al parque Kerry que tiene las mejores vistas de la ciudad (aparte de la Aguja Espacial), que está en el famoso vecindario Queen Anne, con algunas casas estilo victoriano valoradas en varios millones de dólares.
La mejor época para visitar la ciudad es de junio a septiembre cuando los cielos están más despejados y a finales de marzo, cuando se celebra el festival callejero del mercado de Pike Place, que dura un fin de semana. En nuestro caso fuimos a finales de octubre, que también resultó una buena fecha, con alguna temperatura un poco baja, pero nada del otro mundo. Eso si, estén preparados para que llueva en cualquier momento del año.
El mercado de Pike Place y Seattle es uno de los “1.000 sitios que ver antes de morir” del libro de Patricia Schultz, del que ya les he hablado, y que me ha servido de guía en muchas ocasiones para mis viajes.
La galería incluye las mejores imágenes de la ciudad y sus principales puntos de interés, incluido el mercado Pike Place. Hice un álbum en Facebook en alta resolución para las imágenes del Chihuly Garden.