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El nuevo canciller manifestó que la política que regirá ahora en Perú, con la nueva administración de Pedro Castillo, será «una política contra sanciones unilaterales y contra bloqueos»
Boris Differ
Posteriormente a la investidura del nuevo presidente Pedro Castillo que tuvo lugar el miércoles 28 de julio a pesar de los intentos de desestabilización de la oposición dirigida por los oligarcas Fujimori y sectores ultraderechistas respaldados por Washington, el mandatario ha presentado su nuevo gobierno y procedió a dar las orientaciones de su nueva política.
Un importante cambio es el giro que se da entorno a las relaciones internacionales y la relación con el tendencioso “Grupo de Lima”. Recordamos que ese grupo fue fundado el 8 de agosto de 2017 en la capital peruana Lima; bajo el mandato del entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski; por 12 países latinoamericanos bajo el impulso y control de la OEA y la administración estadounidense de Trump. Su objetivo declarado es la desestabilización y cambio de régimen contra el gobierno bolivariano de Nicolas Maduro en Venezuela al tiempo que respalda al “presidente interino” Juan Guaido, designado por Washington para legitimar el golpe de estado en Venezuela.
Antes de su investidura el presidente Pedro Castillo había declarado evaluar la salida de su país del Grupo de Lima y dar un giro en las relaciones exteriores con base al respecto de la autodeterminación de los pueblos y la democracia, rechazando el intervencionismo y el golpismo.
El nuevo ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Héctor Béjar Rivera, adelantó este lunes un cambio de postura en la política exterior de su país en relación a Venezuela, al tiempo que señaló que su deber como canciller «es mejorar las relaciones» bilaterales.
Sobre el futuro de la agrupación, Béjar señaló que «el Grupo de Lima tiene sus socios que han cambiado su política, sus puntos de vista son distintos ahora», por lo que conversarán con ellos.
En declaraciones a la prensa tras recibir la cartera de Exteriores de manos de su predecesor, Allan Wagner, el nuevo canciller manifestó que la política que regirá ahora en Perú, con la nueva administración de Pedro Castillo, será «una política contra sanciones unilaterales y contra bloqueos», en relación con las medidas coercitivas aplicadas por EE.UU. contra Venezuela y Cuba.
«Venezuela es un país que está bloqueado», enfatizó Béjar, que indicó que desde Perú abogarán por el entendimiento entre las diversas fuerzas políticas de esa nación suramericana.
En su declaración, Béjar elogió que en Venezuela exista «un sistema de seguridad social universal y un sistema de educación universal», que puede ser replicado en otros países.
«Nuestra preocupación es que, no solamente en Venezuela, sino en Perú y en muchos otros países, los derechos de las personas marginadas sean respetados, conservados y que el nivel de bienestar social mejore», dijo.
El pasado viernes, el nuevo ministro peruano de Exteriores se reunió con su homólogo venezolano, Jorge Arreaza, quien señaló que abordaron en su encuentro temas relacionados con la recuperación de las «relaciones integrales, el comercio, políticas de atención a los migrantes», así como con la necesidad de reforzar los mecanismos de unión en América Latina.
Al ser consultado sobre si tiene previsto reunirse con Carlos Scull, designado como «embajador» de Venezuela en Perú por Guaidó, Béjar dijo: «No sé quién es ese señor. No lo conozco».
Este giro marca un cambio importante en términos de relaciones exteriores del gobierno peruano que hasta ahora había seguido las ordenes de Washington a la letra. El primer paso para afirmar la independencia diplomática se ha dado, pero hará falta muchos más para reforzar la solidaridad latinoamericana e internacional.
Alai
