El Festival de la Luz

Monólogos con Pelé *

Lina Barrantes Castegnaro

Lina Barrantes

Hace ya muchos años, la Municipalidad de San José, produce cada año, el Festival de la Luz. Poco a poco, el Festival ha ido convirtiéndose en la única actividad masiva gratuita de entretenimiento que existe en Costa Rica. Durante mucho tiempo lo fue también el Festival de las Artes, pero hace más de una década, primero carcomido por la corrupción y luego por la desidia, el FIA murió. El Festival tiene dentro de la Municipalidad de San José un equipo que trabaja para su producción, bajo la dirección de Jorge Villalobos.

La pandemia del COVID 19, lleva dos años de privarnos de el.

El año pasado, ante la imposibilidad de realizarlo, organizaron bajo su sombrilla, el concurso de dibujo y pintura con niños “Así es mi hogar”, en el que participaron mas de mil niños, expresándose por medio de la plástica para describir sus hogares, sus familias.

Este año, el esfuerzo se concentró en algo más cercano y propio al Festival de la Luz. Todos recordamos que el Festival tiene las carrozas y tiene bandas. Pasa una carroza y pasa una banda.

En el tema de las bandas, hay que detenerse un instante para remarcar algo que ni siquiera creo que el equipo del Festival entienda como merito suyo: las bandas de marcha se originan en bandas militares, y conservan muchas de sus características, por ejemplo el paso al que caminan, o los uniformes que utilizan. También los instrumentos musicales: son los mismos que utilizan las bandas militares. Las banderas que las acompañan. Al perder -dichosamente- nosotros la cultura castrense hace mas de 70 años, también perdimos la cultura de bandas de marcha. No fue sino hasta que apareció y se consolidó el Festival de la Luz, que volvimos a ir recuperando en nuestras comunidades las bandas.

Pues este año el esfuerzo del equipo Festival de la Luz, fue protagonizado por las bandas y se llamó, Gira Bandfest del Festival de la luz. Se realizó en preparación al Festival de la Luz 2022 y se inscribieron 11 bandas de distintos lugares del país.

En Plazas de Futbol, potreros, ferias del agricultor y gimnasios, las bandas de Jaco, Orotina, Valle de la Estrella, Pococí, Acosta, Tarrazu, Alajuelita, San José, Zarcero y La fortuna de San Carlos, se presentaron en audiciones, frente a los jurados y frente a sus comunidades. En el Valle de la Estrella fueron más de mil personas a oír a sus bandas. Participaron en total 1579 músicos. La banda mejor calificada, fue la Banda Municipal de Acosta, que con ello obtiene su pase automático para participar en el Festival de la Luz del año entrante.

Un país debe tener eventos que lo caractericen. Los eventos no pueden ser solamente campeonatos de fútbol (¡masculino!). Debe tener eventos culturales. El mejor antídoto para la violencia es la cohesión social, los espacios de intercambio. Los espacios vacíos, los llena la violencia, el crimen organizado, los debemos combatir con música, con baile, con canto.

Los músicos de las bandas no tienen que ser músicos profesionales. Como los niños que estudian en el SINEM tampoco tienen que serlo. Popularizar las actividades culturales es una tarea, es un articulador y transformador social. Cuando un muchacho tiene que marchar tocando una trompeta, tiene que estar en una excelente condición física: no puede fumar, no puede consumir drogas, no puede tener sobrepeso.

Haber rescatado del olvido a las bandas de marcha, en Costa Rica es algo que la historia de este país tendrá que agradecerle a Jorge Villalobos, porque aunque efectivamente está detrás suyo la Municipalidad de San José, y junto con el, su equipo de colaboradores, todos sabemos que cualquier actividad humana, gira en torno al liderazgo que la caracteriza. Jorge tiene todos los años de existencia del Festival de ser su líder. El haber popularizado y generado este interés por las bandas, es tanto o mas importante como lo es ofrecer a las familias todos los diciembres -cuando la pandemia nos lo permite- un espacio de diversión y de unión familiar gratuito.

Personalmente termino estas notas diciendo: que lindo es que los amigos, le den a una la oportunidad de pensar, hablar y escribir bien de ellos, por que tengo la suerte de que Jorge sea mi amigo, desde que éramos ambos adolescentes.

Festival de la Luz

Pele fue mi perro, un beagle. Durante 10 años, escuchó pacientemente las reflexiones que de vez en cuando decidí poner en blanco y negro. Por su complicidad, decidí poner este nombre a la columna.

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