El faro de Cayo Hueso (Key West)

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Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

Como saben me gustan los faros, y siempre que visito algún lugar donde hay uno, trato de escribir algo, como ahora del faro de Cayo Hueso en la Florida. Casi siempre hay una buena historia y anécdotas interesantes sobre los faros, como fue el caso del que está en San Agustín, también en la Florida, del que escribí hace un tiempo.

Antes una pequeña introducción a la ciudad de Key West donde está el faro.

Los Cayos de la Florida son un archipiélago de alrededor de 1 700 islas situado al sur de la costa de Florida, Estados Unidos. Estos cayos comienzan aproximadamente a 25 kilómetros al sur de Miami y se extienden unos 320 km en un arco con dirección sur-suroeste y luego hacia el oeste hasta Cayo Hueso o Key West su nombre en inglés, la última de las islas habitadas. Estuvimos recientemente de viaje por la Florida, y decidimos ir a la ciudad de Key West, de la que teníamos muy buenas referencias. Desde el avión, llegando al aeropuerto de Miami, pude tomar una fotografía de los cayos, para que se den una idea.

Para llegar a Cayo Hueso desde Miami se hace un viaje de un poco más de tres horas a través de 43 puentes y 31 islas. Uno de esos puentes el conocido como el puente de las 7 millas (11,2 km). A pesar de lo largo del viaje, este se disfruta mucho por el paisaje. La ciudad es conocida como la «Ciudad del fin del mundo», por ser la que queda más al sur de Estados Unidos continental. Tiene una historia fascinante que se remonta a los primeros días de la exploración europea en América del Norte. Durante siglos, la isla ha sido habitada por una mezcla diversa de personas, incluyendo a los nativos calusa, piratas, pescadores, artistas y escritores. Esta rica historia se refleja en la arquitectura de la isla, que cuenta con encantadoras casas victorianas, mansiones históricas y pintorescas cabañas de pescadores.

La cultura es igualmente diversa y vibrante. Con una población ecléctica de residentes que incluye a artistas, músicos, escritores y aventureros, la isla es un crisol de creatividad y expresión. Desde las galerías de arte y los estudios de artistas hasta los bares y restaurantes con música en vivo, hay algo para todos los gustos en esta bulliciosa comunidad.

Además de su rica historia y cultura, Cayo Hueso también es conocida por su impresionante belleza natural. Con aguas cristalinas, playas de arena blanca y una exuberante vegetación tropical, la isla es un paraíso para los amantes de la naturaleza y los entusiastas de los deportes acuáticos. Dentro de las playas, Smathers Beach es una de las más populares, ideal para nadar y tomar el sol. Para los amantes de los deportes acuáticos, Parque Estatal de Bahía Honda, en una de las islas cercanas a Cayo Hueso, ofrece buceo y snorkel en arrecifes de coral. Además, Cayo Hueso es famoso por sus espectaculares puestas de sol, que atraen a multitudes de personas todas las noches al histórico Mallory Square para presenciar el espectáculo natural.

La ciudad es 100% turística e histórica. En el centro la ciudad se puede tomar un trencito (trolley), que hace un recorrido muy completo por los lugares mpas destacados de la ciudad. Que además de los que ya mencioné, están el museo del faro, la casa museo de Hemingway, el Bar Sloppy Joe´s, la mansión Curry, y el teatro San Carlos, entre otros. Pero en realidad casi todo tiene alguna historia especial.

Por lo cansado del viaje desde Miami, el ideal sería quedarse a dormir por lo menos una noche, para no ir apresurados. Dos noches sería lo mejor, así pasan un día completo en la ciudad y la conocen mejor.

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Ahora si, sobre el faro de Cayo Hueso:

Se encuentra en la punta más meridional de los Cayos de la Florida, a 150 km de Cuba, en la isla de Cayo Hueso (Key West). Ofrece una vista panorámica de la ciudad y el mar.

En 1823, la marina estadounidense estableció una base en Cayo Hueso y se hizo evidente la necesidad de un faro. Erigir un faro de advertencia era esencial para reducir los naufragios en los peligrosos bajíos que rodeaban la isla. A mediados del siglo XIX se producía una media de un naufragio por semana. El primer faro de Cayo Hueso fue una torre de 20 m completada en 1825. Incluía 15 lámparas con reflectores de 380 mm. Michael Mabrity fue nombrado el primer guardafaro principal en 1826. Su esposa Barbara fue contratada como asistente. Michael no duró mucho en el cargo: contrajo la fiebre amarilla y murió en 1932. Como su mujer estaba familiarizada con las tareas cotidianas del faro, su viuda Barbara fue ascendida a guarda principal en 1832.

El gran huracán «La Habana» de 1846 destruyó el faro. La Goleta USS Morris, naufragada durante la tormenta, informó que «una arena blanca cubría la ubicación del paradero del faro de Cayo Hueso». Mabrity sobrevivió, pero catorce personas, incluidos siete miembros de su familia murieron después que buscaran refugio en la torre del faro. El mismo huracán destruyó el faro de Sand Key a 13 kilómetros de distancia, matando a seis personas, incluida la niñera Rebecca Flaherty, otra viuda de un antiguo cuidador. Mabrity continuó sirviendo como la Guardiana del Faro de Cayo Hueso durante 32 años, hasta que fue despedida con 82 años, por hacer declaraciones contra la Unión, que controlaba Cayo Hueso y el faro durante la Guerra Civil.

Cuando los dos faros fueron destruidos por el huracán de 1846, se adquirió un barco, el Honey, y se equipó como un faro para usar en Sand Key hasta que se pudieran construir nuevos faros. Debido a los esfuerzos por reorganizar la oficina del faro, el Congreso tardó en asignar fondos para los nuevos faros.

La nueva torre del faro de Cayo Hueso se completó en 1848. Medía 15 metros de altura, con 13 lámparas con reflectores de 530 mm y se encontraba a unos 4,60 m sobre el nivel del mar. En 1858, la luz recibió una lente Fresnel de tercer orden. En 1873, la linterna fue reemplazada (había sido dañada por un huracán en 1866), agregando 1 m a la altura de la torre. El crecimiento de árboles y edificios más altos que el faro comenzó a oscurecer la luz. En 1894 se levantó la torre colocando la luz a unos 30 metros sobre el nivel del mar.

En 1886 se derribó la vivienda original del guardafaros y se sustituyó por el edificio actual. Durante el Gran Huracán de 1935, una de las tormentas más poderosas registradas en la historia de los Estados Unidos, el faro resistió valientemente los vientos huracanados y las olas furiosas que azotaron la región. Aunque sufrió daños significativos, el faro se mantuvo en pie.

Tras su desactivación en 1969 por la Guardia Costera, fue entregado al condado de Monroe, que lo arrendó en 1972 a la Sociedad de Arte e Historia de Key West, que añadió elementos de seguridad y lo abrió al público en 1989. El faro y sus edificios asociados, incluido el alojamiento del guardián de estilo caribeño fueron completamente restaurado con muebles de época en 1990 y se abrieron como museo. La principal lente Fresnel de Sombrero Key Lighthouse está en exhibición en el museo.

El faro de Cayo Hueso es el 15º faro más antiguo que se conserva en Estados Unidos, que vigila ahora uno de los mejores lugares históricos de Florida. Tiene la particularidad de ser uno de los pocos localizados en el perímtro de una ciudad.

Se puede ingresar al faro y subir sus 88 escalones de hierro hasta la plataforma de observación que ofrece unas vistas espectaculares.

Trabajar como guardafaro era una tarea difícil. Aunque podría considerarse un trabajo masculino, el faro de Cayo Hueso tuvo tres guardianas: Barbara Mabrity prestó servicio entre 1832 y 1862, Mary A. Carroll en 1889 y Mary E. Bethel entre 1908 y 1914.

En 1998 el faro fue propuesto para su inclusión en el Registro Nacional de Lugares Históricos como Monumento Histórico Nacional, lo que lo situaría en la misma categoría que el Monumento a Washington y el Monumento a Lincoln en Washington, DC.

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