Café delas 7
Welmer Ramos
La gente está reaccionando contra el sistema (Asamblea Legislativa, Poder Judicial, Tribunal Supremo de Elecciones, Contraloría General de la República, etc.), no porque se sentaron a filosofar y decidieron que ya no les gustan los valores democráticos, sino que es una reacción a la injusta distribución de la riqueza del modelo económico que termina afectando al Estado Social de Derecho.
En lo público -muy transparente- es donde se aprecia más aún y por eso se ve más expuesto, pero en lo privado se siente la brutal desigualdad.
Eso es lo que hay que arreglar y la gente va a dejar de pensar en Rodrgo Chaves, Bukele, Pilar Cisneros, etc., porque sus vidas van a ir bien. Eso aplica a nivel personal y a nivel institucional.
“La solución no es insistir en que la gente ame los valores democráticos con hambre, sin educación, sin justicia pronta y cumplida, sin vivienda digna, etc. Es solucionar la mala distribución de la riqueza para solucionar esos problemas para que se vea que la democracia y el estado social de derecho da soluciones a las vidas de las personas.
Equivocado es creer y proponer que lo hace falta es «intensificar la educación cívica en valores», que no cuestiona el modelo económico y su concentración de riqueza, lo que importa: la gente desprecia la democracia, el estado social de derecho y su institucionalidad, como reflejo del modelo que concentra la riqueza, les da un mal ingreso familiar y a instituciones que no les pueden dar los servicios o ayudas que se ocupan.”
Ahora eso implica cambios estructurales y mover el status quo. En el pasado surgieron los líderes que gestaron los cambios: don Pepe, y Calderón….
Rodrigo Chaves no tiene idea de lo que hay que hacer, se aprovecha del malestar para ahondar más en el caos.
Pero ¡el resto que proponen que sea disruptivo!… ¿cuáles son las propuestas que uno diga ¡guauuu, eso sí que nos pone a soñar, nos da ilusión, mueve los cimientos de la modorra politica!: NINGUNA
Creo que es la crisis del modelo económico egoísta, avaro, y codicioso, exacerbado que se ha impuesto con políticas públicas ampliamente apoyadas y que los partidos tradicionales -abrazan- y no se atreven a reformar en lo más mínimo.
– Econimista