El cuento de la gallina y el grano de trigo (la privatización del ICE)

Por Milton Esquivel

La privatización del ICE

Trabajé 20 años en el ICE institución a la que llegué procedente de Sylvania donde hubiera ganado casi el doble de haber aceptado la oferta que me hicieron para que me que quedara. No niego que en Sylvania aprendí muchas cosas que no me enseñaron en la Universidad pero en e l ICE se me abrió un panorama ingenieril insospechado.

Pero no solo cosas de ingeniería aprendí en el ICE. Aprendí lo que es trabajar en una institución pública, que aunque autónoma, su objetivo era contribuir con el desarrollo del país, pero no solo del patrimonio de los grandes industriales y productores de Costa Rica, a quienes se les reconoce que engrandecen al país, sino también de los ciudadanos en general, de las pequeñas empresas, de los agricultores desde los que solo tienen una manzana para cultivar hasta los grandes agricultores, de los lecheros que solo cuentan con dos o tres vacas hasta el conglomerado de la Cooperativa Dos Pinos.

He conocido lecheros de tan solo tres vacas cuya lechería se encuentra a más de 1,5 km de la calle principal donde pasa la red eléctrica y tienen electricidad. ¿Es eso rentable desde el punto de visto del proveedor eléctrico? Por supuesto que no lo es y ha sido posible gracias a la finalidad social del ICE con la colaboración de otros proveedores de distribución eléctrica. Esta responsabilidad social propició que ya hace varios años la cobertura eléctricas en Costa Rica es del 99,4%.

Pero como si fuera poco en 1997 me tocó impulsar y fundar el Programa Solar del ICE que provee un sistema básico para iluminación y un par de tomacorrientes para aquellas viviendas muy alejadas de la red eléctrica y por supuesto que el sistema no era gratis. Se fijó una tarifa en aquella época de ₡1 000.00 mensuales que equivalía a lo que ese cliente gastaría por mes en velas, en pilas y en canfín. ¿Era esto rentable para el ICE?. Por supuesto que tampoco. Pero sin duda la obra social del ICE ha sido rentable en múltiples aspectos, inclusive para quienes hoy se despotrican contra la institución, y para quienes hoy impulsan su privatización.

Pero que «rico» acceder al negocio de la electricidad cuando ya hay montado todo un sistema de electrificación que incluye desde las grandes represas, las plantas generadoras, las líneas de transmisión y les redes eléctricas de distribución. Pero para llegar a conformar todo lo anterior fue preciso contar con un equipo de profesionales y técnicos muy especializados pero sobre todo muy sacrificados que desde los estudios previos, hasta la concepción y diseño de los proyectos, la readecuación de caminos y pueblos y la construcción de proyectos hicieron que Costa Rica cuente con un sistema eléctrico sólido, confiable y de amplia cobertura ejemplo mundial. Por supuesto no se hizo con dinero en efectivo existente en las arcas del Estado sino con importantes empréstitos.

Y las tarifas de siempre se han formulado basadas en los costos de operación y mantenimiento y en los retornos de inversión (paybacks) que fueron permitidos a plazos no demasiado cortos.

Qué hubiera sucedido si el desarrollo y crecimiento del sistema eléctrico hubiese estado sometido a la filosofía de Autopistas del Sol. La ruta 27 costó $144 millones y en 5 años recaudaron $230 millones.

Si un inversionista privado decidiera construir un proyecto similar al Arenal de seguro desearía un retorno de la inversión o payback de 5 años como Autopistas del Sol y eso solo será posible con un importante ajuste de tarifas hacia arriba. ¿Y saben qué? (como dice Rodrigo Chaves) ese proyecto se utilizaría para venderle energía al Sistema de Interconexión Eléctrica para Países de América Central (SIEPAC) porque ese sería el gran negocio y no para proveerle electricidad a precio razonable a una PYME, a un pequeño agricultor o ganadero o al sistema residencial.

Desde hace rato se viene diciendo de parte de los privatizadores que el sector residencial es una carga para el país, que no es productivo y que además consume un porcentaje del 38,7% del total de la energía eléctrica. Pero todavía hace unos 25 años el sector residencial era el mayor consumidor y ya ha sido sobrepasado por los sectores más productivos,

La inversión que se hizo en el sector residencial sin duda coadyuvó para que sectores como el industrial llegaran a ser lo que son hoy en día.

Por otro lado me pregunto ¿qué es lo que la gente común y corriente le cobran a los empleados del ICE? ¿Qué ha habido empleados vagos? Si. ¿Qué ha habido empleados corruptos? También. ¿Qué los salarios eran muy altos? Pues no porque de haber sido así no se hubiera producido una gran fuga de profesionales al sector privado. En esto tengo una agradable anécdota. Unos de los mejores ingenieros eléctricos que tuvo el ICE; Ing. Ricardo Chinchilla qdDg, salió del ICE por un año para arrancar la primera empresa de TV por cable de Costa Rica y durante ese tiempo seguro devengó un salario mucho mejor que el del ICE. Pero no dudó en regresar a la institución donde terminó jubilándose. Estoy seguro que Ricardo salió a enfrentar un reto profesional y no por un mejor salario. Muchos de los profesionales del ICE antes de que empezara la embestida privatizadora no hubieran tenido problema en colocarse en le empresa privada con grandes salarios.

Precisamente en las áreas del ICE más apetecidas por los privatizadores son aquellas donde se exigía más sacrificio.

Cuento a continuación dos anécdotas personales pero que podrían ser las de muchos trabajadores del ICE. Allá por 1978 había una avería en la planta generadora de Parrita. En ese entonces Parrita no estaba interconectada y al estar descompuesta la planta no había electricidad. Yo fui a atender esa avería acompañado de un excelente electricista llamado Heriberto Mora. El problema era difícil de resolver. A medio día fuimos a almorzar al único restaurante que había en Parrita y para empezar pedimos una coca cola. Nos la trajeron caliente sin hielo. El mesero me dijo que no había hielo porque no había «luz». LLegó otro cliente y a él le sirvieron una coca cola fría y hasta que sudaba la botella. Elevé mi reclamo y el administrador del restaurante me dijo: no hay luz entonces para los del ICE no hay hielo. Yo me enojé y le respondí pues la luz llegará muy tarde. Como a las 6 pm estábamos sudando dentro de la planta tratando de repararla cuando escuchamos que golpeaban con machete el portón de la planta y los pilotes de cemento de la cerca. Terminamos a media noche y tuvimos que verificar que no nos estuvieran esperando para finalmente salir huyendo hacia a Quepos al único hotel que había en la zona y era muy desaseado.

La otra anécdota fue cuando iniciamos el programa solar en Puerto Jiménez. Yo estaba haciendo la instalación a las 8 pm en una casita a donde llegaría el ministro del MINAE, las autoridades del ICE y representantes del PNUD al día siguiente. Sin luz a esa hora yo tenía que agarrar un foco con mi barbilla para tener mis manos libres y poder trabajar mientras los tábanos atravesaban mi camisa inclementemente.

Sí tenemos una cobertura eléctrica de más del 99%, sí y a un importante grupo de trabajadores y profesionales desde la creación del ICE en 1948, sí ya el país se desarrolló excelentemente al contar con energía eléctrica y las tarifas son las más bajas de Centroamérica, entonces para que compartir con los grandes empresarios privados el mercado eléctrico cuyo único interés es hacer negocio vendiendo energía al Sistema Centroamericano sin siquiera preocuparse por administrar los embalses convenientemente para evitar racionamientos. Ya vimos lo que hizo Marco Acuña, presidente ejecutivo del ICE impuesto por Rodrigo Chaves y casi nos lleva al racionamiento eléctrico y al total vaciado de los embalses. Acuña proviene de ese sector privado que quiere adueñarse de un negocio ya montado con el sacrificio y la sabiduría de muchos profesionales, técnicos y administradores.

Transcribo un párrafo del nefasto proyecto expediente 23.414 Ley de la Armonización Eléctrica que desesperadamente impulsa el presidente Chaves:

El artículo 27 del texto señala que “las redes de transmisión y distribución nacionales serán de libre acceso para los Agentes del Mercado Eléctrico Nacional, así como aquellos del Mercado Eléctrico Regional que hayan cumplido con la normativa vigente nacional en dicha materia”.

El acceso a la red de distribución nacional, (…) es libre para cualquier usuario que cumpla los requerimientos técnicos emitidos por la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos, bajo la condición de que la red de distribución cuente con las condiciones técnicas y se cumpla con los costos de peajes de transmisión y distribución según corresponda (…)”, añade el texto.

El acceso a estas redes estará sujetas a la disponibilidad, capacidad de carga, régimen de falla y seguridad operativa de esa red. Una vez cumplidos estos requisitos, el proveedor del servicio público de transmisión y o distribución no podrá discriminar el acceso a ese servicio”, se lee.

El artículo 3 sólo indica que los agentes nacionales y regionales del sector energía deberán pagar un “canon de energía eléctrica” según la energía eléctrica que se transe en el Mercado Eléctrico Nacional. Este canon será recaudado por el Ente Coordinador del Sistema Eléctrico Nacional (Ecosen) y será para financiar su presupuesto. El Ecosen es el ente que crea el proyecto, responsable de supervisar, operar, planificar y administrar el sistema eléctrico nacional y el mercado eléctrico nacional.

Como se dice popularmente: «Que rico se la tiran» hacer negocio con un patrimonio nacional que ha sido exitoso e importante y para lo cual pagarán peajes que no compensan tanto sacrificio.

No niego que en el ICE ha habido malos empleados y entre esos malos están los que se valieron de la contratación administrativa para ganar comisiones y coimas pero no son la mayoría.

También el ICE ha tenido empleados vagos, ineficientes pero son una minoría. También los hay en la empresa privada. En Sylvania tuve un electricista muy bueno pero vago. Me dí cuenta que fue a parar a RECOPE.

Termino recordando aquel cuento de nuestra niñez La Gallinita y el grano de trigo.

La gallina se encuentra un grano de trigo y pregunta a los animales de la granja quienes quieren ayudarla a plantar el grano. Todos dijeron que no. El trigo creció y la gallina preguntó de nuevo quien quería ayudarla a segar el trigo y todos los animales de la granja dijeron que no.

La gallina segó el trigo y preguntó quienes le iban ayudar a llevarlo al molino. También dijeron que no y tampoco la ayudaron a amasar.

Hizo el pan lo metió al horno y todos los animales querían comer pan pero la gallina tenía el poder de decirles que no comerían porque no ayudaron.

Desgraciadamente quienes apreciamos la trayectoria e importancia del ICE no tenemos el poder de la gallina porque nos enfrentamos a fuerzas muy poderosas que solo podrán vencerse con la unión y la beligerancia de todos.

Imagínense, cualquiera puede tener un negocio pequeño o grande montado con mucho esfuerzo, y que de repente un poder «imbatible» venga y les diga que tienen que compartirlo con otros que les importa un bledo su bienestar y el de sus familias. Lamentable.

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