Variaciones temáticas de un lego musical
Ágora
Por Guido Mora
Ante la inapetente, aburrida y vacía campaña electoral que estamos viviendo, en donde los protagonistas ni siquiera han podido atraer la atención de la gran mayoría de ciudadanos, lo que posiblemente nos condenará a una inevitable segunda ronda o balotaje, he decido escribir algunas notas, sobre otra de mis pasiones y aficiones.Heredada de mi padre Guido Mora Chaves, quien, en algún momento, durante sus años mozos se desempeñó como saxofonista de la banda en Aquiares de Turrialba, -de donde somos originarios-, confieso mi afición y admiración por las artes musicales.
Aunque nunca tuve vocación o destreza para tocar un instrumento musical, a pesar de intentarlo con la guitarra, me conformé con convertirme en un asiduo coleccionista de música.
El ambiente musical que se vivía en mi casa me permitió aprender a disfrutar la música desde muy joven: desde pasodobles hasta zarzuelas, de música pop, hasta música sacra; de música en inglés, hasta vallenatos; de Edith Piaf y Charles Aznavour, hasta Los Beatles, Frank Sinatra o Elvis Presley; pasando por Gaviota, Manantial o Los Hicsos.
La compañía de la música en casa no respetaba género musical, de tal manera que igual disfruto una ópera, que un concierto de música trova.
Esta afición me condujo a armar una colección que tiene posiblemente unos 4 o 5 mil minutos de música de toda naturaleza.
He rescatado éxitos antiguos, digitalizado música y cuento con casetes, discos de acetato, discos compactos y aproximadamente dos terabytes de música, audio y video, en formato digital.
Hoy ante la cercanía de la Noche Buena, quisiera comentar uno de mis favoritos para esta época e invitarlos a escucharlo.
Me refiero al “Aleluya, Aleluya” —o Halleluyah, que significa “¡Alabad a Yahvéh!, culminación del Mesías de Georg Friedrich Händel.
La primera vez que tuve el placer de escuchar esta obra, tendría posiblemente unos 12 años, en los conciertos de la Radio de la Universidad de Costa Rica.
Muchos años después, ante mi afición a esta obra musical, mi esposa me regaló un disco de acetato que aún conservo, lo que me permitía llenar el ambiente de nuestra casa con las notas musicales de esta increíble obra musical.
Contrario a lo que se pueda pensar, El Mesías, es un oratorio originalmente compuesto para ser interpretado durante la Pascua: no alaba el nacimiento de Jesús, sino que se refiere concretamente a la resurrección.
George Friedrich Händel, compositor nacido en la ciudad de Halle, en Alemania en 1685 y quien luego se estableció en Inglaterra, recibió a la edad de 56 años, el encargo de la Charitable Musical Society de Dublín, para componer El Mesías.
La obra musical es un oratorio dividido en tres partes: la primera, sobre el nacimiento de Jesús; la segunda alude a su pasión, muerte, resurrección y ascensión —al final de ésta se interpreta el “Aleluya”—, y la tercera, dedicada a la resurrección de los muertos y la vida en el mundo futuro.
El Mesías se estrenó en Dublín un Viernes Santo, el 13 de abril de 1742 y ante el éxito obtenido, se presentó en Londres al año siguiente.
Con la puesta en cartelera de esta obra, se pretendía ofrecer a los creyentes un “entretenimiento edificante” durante la Cuaresma, tiempo en el cual se realizaban esfuerzos para realizar obras de caridad y se destinaban las ganancias para financiar obras de beneficencia en hospitales, orfelinatos y hospicios.
De Inglaterra y ya en el Siglo XX, el Aleluya fue incorporado en el repertorio de los coros en Estados Unidos y con eso se popularizó su interpretación, vinculada a las festividades navideñas.
Les invito a escuchar en YouTube hoy y durante las próximas noches el Aleluya de Georg Friedrich Händel, interpretado por la Royal Choral Society
Royal Choral Society: ‘Hallelujah Chorus’ from Handel’s Messiah – YouTube
Y si lo disfruta, les invito a escuchar la obra completa, interpretada por The Tabernacle Choir & Orchestra:
Handel’s Messiah (Easter Concert) | The Tabernacle Choir & Orchestra – YouTube
Espero y lo disfruten tanto como yo lo hago.
Les amenazo con compartir algunos otros comentarios sobre obras musicales las próximas semanas.
Felices fiestas.
Mi amigo Guido, en el cielo hay un barrio exclusivo para los músicos, por lo que es cierto «que todos los músicos van al cielo». Al igual que usted, desde carajillo escuché buena y variada música, con un abuelo y un papá amantes de géneros musicales, para mi abuelo San Carlos Gardel, para mi tata las zarzuelas como Los Gavilanes y clásica como «Capricho italiano». Viva la música don Guido.