25 Junio 2024
Medio millón de personas pasan días enteros sin comer, otros 1,6 millones no logra comer adecuadamente todos. Mientras tanto, el responsable de la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA) dijo el martes que cada día en Gaza, 10 niños pierden una o ambas piernas, en medio de los continuos bombardeos israelíes.
Según el último informe de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (CIF) sobre los niveles de hambre, elaborado en colaboración con la ONU, el 96% de la población (unos 2,15 millones de personas) padece hambre de manera severa o aguda.
En esta cifra se incluye casi medio millón de personas que soportan condiciones catastróficas, es decir “pasan días enteros sin comer”, según la actualización, que subraya que habrá hambre en toda la Franja de Gaza «mientras continúe el conflicto y se restrinja el acceso de la ayuda humanitaria».
Acceso crítico
La actualización señaló «una ligera mejora» en la situación de la seguridad alimentaria en las provincias del norte de Gaza, donde se temía una posible hambruna a finales de mayo.
«La mejora muestra la diferencia que puede suponer un mayor acceso», declaró el Programa Mundial de Alimentos (PMA) en respuesta a las conclusiones del informe. «El aumento de las entregas de alimentos en el norte y de los servicios de nutrición ha contribuido a reducir los peores niveles de hambre, dejando una situación aún desesperada».
Ni un centímetro en Gaza es seguro
Por otro lado, no queda ni un centímetro seguro en Gaza, donde se siguen incumpliendo las leyes de la guerra a expensas de la población y las organizaciones humanitarias del destrozado enclave, señaló el martes Yasmina Guerda, de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
En declaraciones a los periodistas en Ginebra tras su segundo despliegue en Gaza, Guerda afirmó que la entrega de ayuda en la zona se ha convertido en un exasperante «rompecabezas diario» que ha dejado a los niños desnutridos sin la ayuda vital que necesitan.
«Una observación directa sobre el terreno cada día es que no quedan centímetros seguros en Gaza. No hay ningún lugar en el que puedas estar y tener la certeza de que no va a haber un ataque contra ti esa noche», afirmó.
Tras casi nueve meses de intensos bombardeos israelíes y operaciones terrestres, las necesidades básicas son mayores que nunca para los gazatíes, que se ven obligados a huir de sus hogares de un momento a otro, siguiendo las repetidas órdenes de evacuación emitidas por el Ejército israelí.
«Tienes de 10 a 15 minutos para abandonar tu edificio porque va a ser bombardeado. Tus hijos duermen en la habitación de al lado», explica Guerda.
«Tienes que tomar decisiones en fracciones de segundo para decidir qué empacar, qué es esencial y cómo definir qué es esencial. Certificados de nacimiento, documentos de identidad, leche maternizada… Es una historia que he oído una y otra vez a personas que huyeron de la ciudad de Gaza, Jabalia, Khan Younis, Deir Al-Balah y ahora, por supuesto, Rafah».
La pesadilla de Nuseirat
Recordando la operación militar israelí de hace dos semanas para liberar a cuatro rehenes israelíes retenidos en Nuseirat, que dejó cientos de muertos y heridos según las autoridades sanitarias locales, la trabajadora humanitaria insistió en que los residentes del barrio no recibieron una advertencia.
«Sólo intentaban comer lo que habían conseguido ese día cuando empezaron los bombardeos, que duraron dos horas enteras, y los proyectiles de los tanques y los disparos. Estábamos trabajando a un par de kilómetros y las paredes, las puertas y las ventanas de nuestro edificio temblaban. No sabíamos lo que estaba pasando, nos enteramos después».
Tras el ataque, Guerda describió cómo fue al hospital de campaña y encontró a niños que habían perdido miembros «mirando al vacío, demasiado conmocionados como para producir un sonido o una lágrima». Para los que sobrevivieron al bombardeo de su barrio huyendo a tiempo, es sólo el principio de la pesadilla».
Conseguir que la ayuda humanitaria llegue a estos supervivientes y a los más de un millón de desarraigados de Rafah, en el sur de Gaza, en cuestión de 10 a 14 días, sigue siendo extremadamente difícil, en particular desde que la operación militar israelí cerró el paso fronterizo clave allí a principios de mayo, continuó la funcionaria de OCHA.
«Entregar ayuda en Gaza es un rompecabezas diario en todos los sentidos, los combates diarios, la insuficiencia de absolutamente todo lo que se necesita, los ataques regulares a nuestras instalaciones de almacenamiento, el cúmulo de impedimentos administrativos, mala conexión a internet, redes telefónicas débiles, carreteras destruidas, lo que sea”.
«Pasamos horas esperando en los puestos de control, coordinándonos, comprometiéndonos a abrirnos paso», añadió Guerda.
10 niños amputados al día
Mientras tanto, el responsable de la Agencia para los Refugiados Palestinos (UNRWA) dijo el martes que cada día en Gaza, 10 niños pierden una o ambas piernas, en medio de los continuos bombardeos israelíes.
Philippe Lazzarini también condenó el ataque perpetrado durante la noche contra una de las escuelas de la agencia en la ciudad de Gaza, en el que al parecer murieron unas 12 personas y otras 22 resultaron heridas.
El ataque eleva a 190 el número total de instalaciones de la ONU «alcanzadas, dañadas o atacadas desde el comienzo de la guerra», lo que supone más de la mitad de las instalaciones de UNRWA en la Franja de Gaza, dijo.
Denuncia de abusos sexuales
Un Comité de la ONU ha denunciado que soldados israelíes abusan sexualmente de prisioneros palestinos y les amenazan con perros.
«Múltiples partes informaron de un marcado aumento del acoso sexual, los abusos sexuales, la amenaza de violación y la violación propiamente dicha, incluso con objetos extraños, contra hombres, mujeres e incluso niños, y la intimidación mediante el uso de perros por parte de las fuerzas de seguridad israelíes», afirmó el Comité Especial designado por la Asamblea General para investigar las prácticas israelíes en los territorios palestinos y otros territorios árabes ocupados por Israel desde 1967.
«El personal de seguridad comparte pública y descaradamente fotos en redes sociales que violan la privacidad y la esfera íntima de las mujeres palestinas, con el objetivo de burlarse de ellas, avergonzarlas y humillarlas», afirmó el Comité tras terminar una visita a Jordania.
El Comité lamentó que Israel no respondiera a sus solicitudes miles permitiera el acceso a Israel, los territorios palestinos ocupados o el Golán sirio ocupado.
«La persistente negativa”, dijo, “ilustra su falta de voluntad de rendir cuentas”.
«La ocupación de Palestina, y el sistema de apartheid e injusticia a su servicio, no pueden continuar si queremos que alguna vez haya una paz duradera entre israelíes y palestinos», afirmó el Comité Especial.
«Represión» de manifestantes contra la guerra
En un acontecimiento relacionado, una experta independiente en derechos humanos expresó su preocupación por la «violenta represión» de manifestantes contra la guerra en los campus de Estados Unidos, donde los manifestantes pidieron el alto el fuego y la revisión de los vínculos de sus instituciones con Israel.
«Lo alarmante es el trato desigual que reciben quienes se expresan», afirmó Farida Shaheed, relatora especial sobre el derecho a la educación.
«Los manifestantes propalestinos, incluidos los estudiantes judíos, se enfrentan a respuestas desproporcionadamente duras, supuestamente por opiniones antisemitas, y las críticas al Estado de Israel se confunden con el antisemitismo», declaró este lunes ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.
La experta, que trabaja de forma independiente a la ONU, señaló que todos los gobiernos «deben prohibir la incitación a la violencia, la hostilidad o la discriminación», al tiempo que insistió en que la expresión de opiniones políticas críticas no es motivo para restringir la libertad de expresión.
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