Ejercicio simple de economía

Cuaderno de Vida

Gustavo Elizondo Fallas

El que aquí escribe, es neófito en el tema de la economía, más que los cursos llevados en la Universidad, iniciando por aquel coladero llamado Principios de Economía I en el Alma Mater Rodrigo Facio, cuando los profesores se valoraban por el nivel de reprobados que tenían y creo recordar que don Helio Muñoz, quien fue mi profesor, me permitió estar en ese glorioso 90 % de los que reventamos ese primer curso.

Pero lo que aquí trataremos de describir, más que la mente de Milton Friedman, lo que requiere es sentido común, matemática básica de que dos más dos son cuatro o cinco cuando se explica el concepto de sinergia. Para que exista reactivación, es necesario que exista una demanda interna que la desencadene; ejemplos muy sencillos: la señora emprendedora de Copey de Dota que hace una deliciosa mermelada de mora, no gana mucho con esmerarse en elaborar un producto de calidad, si cuando baja al mercado, al igual que el jibarito de Rafael Hemández (Lamento borincano, la hermosa canción boricua), no encuentra quien le compre su producto porque resulta que su cliente potencial, que desearía comerse un pedazo de pan con la mermelada de la señora, no tiene empleo o lo tiene, pero debe dedicarlo en gran parte a pagar el crédito de su casa, pagar medicamentos a precios desorbitantes o cancelar una tasa de usura al pasar la tarjeta en el datáfono, entre otras cargas. Como la señora de Copey no puede vender su producto, le va a tener que decir a su vecino que no le puede seguir comprando moras y este señor, no va tener dinero para ir a la pulpería del pueblo a comprar sus alimentos y posiblemente sobrevivirá con un poco de arroz y frijoles más algunos productos de su propia finca; tampoco le podrá pagar al jornalero que le chapeaba la finca antes de cosechar la mora y este tampoco podrá visitar al pulpero, que a su vez, dejará de comprar en el almacén mayorista y el bodeguero reducirá su personal y sus antiguos trabajadores tendrán que reducir drásticamente sus gastos. En la revista digital “Debate” (https://www.debate.com.mx/america/) de enero 2017 aparece un artículo firmado por Beatriz Acevedo y que titula “La deuda de la prostituta”, donde cuenta una historia desarrollado en un pueblo costero, donde un billete de $100 empieza a circular por la economía local y libera una serie de compromisos de varios habitantes; al final el billete se “retira” de la economía, pero su efecto positivo queda.

Lo descrito puede suceder aquí, por eso el Poder Ejecutivo y la Asamblea Legislativa deben dar pasos urgentes para inyectar liquidez a la economía y que “el billete de $100” empiece a circular en beneficio de empresarios, emprendedores, familias, que ya dejemos de ver esos deprimentes rótulos de “Se alquila local”, que dejemos de ver vacíos los restaurantes y las pequeñas sodas que repasan y repasan en la limpieza de mesas vacías ante la falta de clientes, que no veamos a la señora de Copey devolverse a su casa con el pesar de no vender un solo frasco de su deliciosa mermelada, que el productor de mora llegue en la mañana a recoger el fruto con la ilusión que en la tarde se lo entregará a la señora de las mermeladas, que salude con alegría al jornalero que le está chapeando la finca y le diga, _lo espero el sábado para pagarle_, que juntos se encuentren en la pulpería y puedan llevar un diario digno al hogar.

Que no me vengan a decir que estamos promoviendo el consumismo, lo que promovemos es una economía interna activa, con recursos para desencadenar la demanda, por eso hay que eliminar las tasa de usura, reducir la comisión de los datáfonos, intervenir el abusivo mercado de los medicamentos, ampliar plazos de los créditos vigentes y reducir intereses, aunque el contrato de préstamo establezca lo contrario, seguir activando la obra pública, más personas trabajando, más ingreso a las familias y con ello, mayor poder adquisitivo. Son medidas que urgen.

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