Vladimir de la Cruz
vladimirdelacruz@hotmail.com
Aquel 11 de abril se realizó una batalla larga, de más de 12 horas, con un saldo enorme de muertos de ambos grupos combatientes. Finalmente, los filibusteros tuvieron que retirarse del Mesón de Guerra, obligados por el incendio que les provocó la hazaña de Juan Santamaría. Su retiro del Mesón los llevó a abandonar la ciudad, resultado de ese combate.
Un año más tarde, continuados los enfrentamientos con los filibusteros, con el concurso de los ejércitos centroamericanos, en esta segunda etapa de la Guerra Nacional Centroamericana, que así lo fue, el momento final de la guerra, cuando el Estado Mayor de los ejércitos lo dirigía el costarricense, General José Joaquín Mora Porras, el jefe filibustero norteamericano, William Walker, se rindió el 1 de mayo de 1857, poniendo fin a estos dos años de guerra, de combates, de intentar convertir a las naciones y pueblos centroamericanos, como quería Walker, en estados anexos a la Unión Americana, y con los pueblos sometidos a la esclavitud, dado el modelo de la economía sureña de esos estados sureños, en esos años.
La rendición de William Walker, el 1 de mayo, dio origen a que el Presidente Juan Rafael Mora Porras, declarara y estableciera esa fecha, del 1 de Mayo, como día feriado a perpetuidad, para recordar la derrota y la rendición de Walker, para evocar el triunfo sobre la horda filibustera norteamericana, para exaltar ese triunfo contra los filibusteros y su expulsión de Centroamérica, como un hito de afirmación de la Independencia, de la Soberanía y de la Libertad de los pueblos y países, ya Repúblicas, de Centroamérica.
Así surgió el 1 de mayo como Día festivo, como DIA FERIADO, de CELEBRACION PATRIA, en todo el territorio nacional, de carácter obligatorio, que debe celebrarse el día PRIMERO de mayo de cada año, como empezó a realizarse su conmemoración desde 1858.
¿Por qué los diputados torpemente se empeñan en cambiar la celebración de esa fecha a otro día, que no es el PRIMERO DE MAYO, caiga el día nominal que sea, lunes, martes miércoles, jueves, viernes, sábado o domingo?
Diputados nacidos en Costa Rica, costarricenses por nacimiento, educados en escuelas y colegios nacionales, pareciera no justificar que pretendan alterar la celebración de esta Fecha Patria, de esta Efeméride Nacional, salvo que hubieran tenido una pésima educación o que en sus escuelas y colegios nunca les hubieran enseñado nada sobre la Guerra Nacional contra los filibusteros norteamericanos, lo que es muy difícil de pensar. Pecado también de sus asesores o redactores de proyectos de ley. Algo les deben haber enseñado y algo les debe haber quedado en sus cabezas y en sus corazones.
También puede pensarse que muchos estudiantes pasan por las escuelas, colegios, y hasta universidades, y las escuelas, colegios, y las universidades no pasan por ellos. ¿Serán así los diputados que proponen festejar el viernes 11 de abril del 2025, el lunes 14 de abril siguiente?
Igualmente sucede, con la fecha del jueves 1 de mayo del 2025, que quieren trasladar los diputados en su celebración al lunes 5 de mayo.
Se puede entender algo de esto en diputados o diputadas como Pilar Cisneros, de origen peruano, que no fue formada en la escuela ni colegio costarricense, en las tradiciones costarricenses, que tal vez no conozca mucho de la Historia Nacional costarricense, que le pueda importar un pepino la celebración de las fechas patrias nacionales, especialmente aquellas relacionadas contra la presencia filibustera norteamericana en Costa Rica y en Centroamérica, como son las fechas del 11 de abril y la del 1 de Mayo, que ella está impulsando en el Proyecto de Ley para que se celebren o conmemoren los lunes siguientes, el lunes 14 de abril y el lunes 5 de mayo del 2025, respectivamente.
En el caso de Pilar Cisneros, si su intención no es por una mala o deficiente educación e información histórica nacional, solo puede ser por una actitud absolutamente perversa, mala, de devaluar, de debilitar la conciencia nacional, la conciencia histórica y patriótica costarricense, sobre todo en aquellos eventos, como estos, que están relacionados con la derrota de los afanes anexionistas y esclavistas que impulsaba William Walker en Centroamérica y en Costa Rica, sin olvidar que entraron al territorio nacional donde fueron derrotados en las Batallas de Santa Rosa, el 20 de marzo y de Sardinal, el 10 de abril, ambas de 1856, fechas que curiosamente no se celebran y pasan cada año al olvido histórico en el calendario escolar nacional. En ese sentido habría que pensar que Pilar Cisneros promueve el anexionismo y sometimiento a los mismos intereses neofilibusteros del siglo XXI.
De los diputados costarricenses, y de sus asesores, solo podría pensar que son desmemoriados, despistados, descerebrados, de escasa inteligencia o capacidad de comprender o entender que es una conciencia histórica nacional y patriótica.
La perturbación mental de los diputados, trastornados bajo la presión que tienen de quienes les imponen modificar sus conductas, relacionadas con las fechas patrias, los coloca en desconocer también el calendario del 2025, para una buena toma de decisiones.
Son tan torpes, cortos de entendimiento, presionados por los intereses económicos que se mueven en el traslado de estas fechas, de justificarlas por interés turístico nacional, que la fecha del viernes 11 de abril, la quieren pasar al lunes 14 de abril, sin darse cuenta que el lunes 14 de abril es el LUNES SANTO, es el Lunes de la SEMANA SANTA, con lo cual disminuyen o anulan la celebración de la derrota de los filibusteros en la Batalla de Rivas y la inmolación de Juan Santamaría, porque la Iglesia Católica en todo el país se vuelca a celebrar los DIAS SANTOS.
La Iglesia Católica no va a sacrificar su celebración por la imposición que le hagan los diputados de meterles la celebración del 11 de abril el día en el cual Jesús manifiesta ante el pueblo y la naturaleza su poderío, que es lo que se exalta en la celebración religiosa, del Lunes Santo, el día de la unción de Jesús en la casa de Lázaro, lo que había ocurrido después de la expulsión que hiciera Jesús de los mercaderes del templo. ¿Oh, es que, religiosamente, no se quiere que se celebre el significado de la expulsión de los mercaderes del templo, ni tampoco la de los filibusteros, de aquellos años y los actuales?
La torpeza de los diputados, la idiotez de este acto, el estúpido empujón que les han metido con trasladar esa fecha, así como lo absurdo de trasladarla, es que en general TODA LA SEMANA SANTA, se ha venido dando LIBRE, desde hace muchos años, descontados de las vacaciones, de los trabajadores los días lunes, martes y miércoles. El jueves y viernes santos son obligadamente feriados.
Se ha venido dando libre toda la semana justamente porque una parte muy importante de los trabajadores se “tomaban” esos días libres, justificándoles por incapacidades o permisos sin goces de salarios. Esos días libres se daban a los empleados públicos en general. Pocas empresas privadas se sumaban a este feriado por el normal desempeño de sus actividades productivas o empresariales. Se llegó, así, a dar toda la semana con mayor beneficio para todos.
Para el próximo año, 2025, si el 11 de abril cae un viernes, ¿qué sentido tiene trasladarlo al lunes, si ese viernes puede extenderse hasta más allá de la Semana Santa como días feriados, si de eso se trata? Evidentemente no es así, porque sería ampliar las posibilidades de vacación de los trabajadores, quienes turísticamente, alejados de las celebraciones religiosas, podrían tener más días de festejos y descanso. Se trata, entonces, también, de reducir sus posibilidades vacacionales más amplias.
Diputados, por favor no exhiban, con el traslado de estas fechas, su ignorancia, su desconocimiento histórico y patriótico. No violenten ni modifiquen las tradiciones culturales y religiosas, imponiéndoles a los días santos otros días de celebración “paganas”, aunque patrióticas.
La Iglesia Católica, ¿no tiene algo qué decir en este asunto? ¿Por qué pasa tan callada?
Ante las actitudes anticatólicas del gobierno anticatólico no tiene por qué la Iglesia mantenerse intimidada en la defensa de su liturgia, en sus actos, en sus ceremonias, en su culto tradicionalmente celebrado.
La Semana Santa es única. NO es para celebrarle en sus días otras fechas montadas u otros eventos históricos, porque en su celebración ambos eventos terminan neutralizándose, debilitándose o ignorándose.
– Historiador