Circunloquio [*]
Determinar el origen de la causa, permite aproximarse a una solución del problema.
Yayo Vicente
Existen profesiones y oficios donde conocer el origen del daño, equivale a la posibilidad de arreglarlo. Es así en la mecánica, medicina, economía y tantos otros campos, en los que intervenir es la razón inherente del quehacer. Otros trabajos son más de observar, como los críticos en el arte, los árbitros y confesores. Ver el desfile pasar y el juego desde la gradería, resulta entretenido. Un rol pasivo no siempre se puede asumir, aunque a veces no hay más remedio. ¿Qué hacemos en Golfito cuando llueve? ¡Dejar que llueva!Para intervenir positivamente la realidad, es necesario estudiar por qué se expresa un hecho de cierta forma y cómo se afectaría con la intervención “A” o con la “B”. Algunos lo llaman “jugar a Dios”.
Enfermedades
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publica la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), la última versión de la CIE-11, fue adoptada en mayo de 2019 y contiene 55 mil códigos para diferentes diagnósticos y condiciones de salud.
En los países pobres, sucede lo que ocurría en los ricos hace muchos años, la cantidad de diagnósticos es reducido. Los países ricos y los pobres con una CCSS, tienen mucha parafernalia médica para afinar el diagnóstico y recomendar el tratamiento mejor indicado. Ya no se habla de cáncer, hoy son cánceres pues existen muchos y cada uno en cada una de sus etapas tiene un protocolo médico específico.
Paul Krugman
Como sediento en el desierto, leo todas las explicaciones que se ofrecen para comprender el Movimiento Social que viene en aumento y que nos tiene en Costa Rica y al resto del mundo, dando tumbos en política. Amigos distintos, me han mandado a leer el artículo de opinión “Mi última columna: la esperanza en una era de resentimiento” de Paul Krugman, publicada el último 10 de diciembre en el New York Times. Cada vez que lo vuelvo a leer, reafirmo que tiene razón.
El nuevo Movimiento Social no se limita al ámbito político, trasciende a todo, involucra a todo el ecosistema humano, sucede aquí y allá. Hemos perdido como colectividad, la confianza en líderes: religiosos, financieros, militares, policiales, científicos y políticos, a veces hasta en quienes tenemos alrededor. Los estudios nos muestran que son las personas cercanas quienes abusan de los menores de edad, cónyuges, empleados, discapacitados y de la gente grande… No confiamos en la justicia, las instituciones, las empresas, la industria farmacéutica o el arte.
El “destape” moderno, nos enseñó que:
- La industria hizo fraude en sus carros para que pasen las pruebas de emisión, vendió talidomida para los achaques y provocaba malformaciones congénitas, comercializó la navidad, etiqueta fraudulentamente, negó la relación entre tabaco y cáncer.
- Los jueces, gobernantes y el sistema en general es corruptible.
- Los líderes religiosos abusan sexual y económicamente de sus feligreses.
- Las pirámides y los inefectivos controles nos tienen dudando del sistema financiero.
- Las pensiones contributivas están amenazadas en contraste con las de lujo.
- Los policías que se cruzan de acera, nos clavan una mala espina.
- El súbito enriquecimiento de políticos, anula cualquier virtud.
- El pianista usa un piano de utilería y el cantante hace mímica ante el público.
No sé cómo se puede gobernar a una sociedad gregaria, desconfiando de todos y todo. Es que llegamos donde llegamos, colaborando uno con el otro, haciendo una red de apoyo que nos hizo más fuertes que estando solos.
La solidaridad humana es tan antigua como la propia humanidad. La cooperación y el apoyo mutuo fueron esenciales para la supervivencia. El comportamiento altruista y la ayuda entre individuos se manifestaron en grupos de cazadores-recolectores, donde compartir recursos, cuidar de los enfermos y proteger a los miembros más vulnerables del grupo fueron prácticas fundamentales.
Conociendo el otro lado
Nuestros padres nos enseñaron de qué trataba el sexo. A veces con rodeos, otras con ejemplos, fue fantástico ver al ternero recién nacido que había empezado con el toro montando la vaca. De repente, tuvimos que imaginar a nuestros padres en la cama, nosotros mismos somos la prueba viviente de la actividad sexual de Mamá con Papá, muy duro bajarlos del pedestal celestial para llevarlos al mundo humano.
Pablo Neruda, premio Nobel y autor de “Puedo escribir los versos más tristes esta noche”, el poeta amado del siglo XX no fue un padre modelo, todo lo contrario. Abandonó a Malva Marina Trinidad Reyes, la única hija que tuvo con su primera esposa. Malvita murió a los ocho años a consecuencia de su enfermedad y razón por la que su padre nunca la aceptó.
Anatomía fue la materia más dura, difícil e interesante que estudié. Amanecíamos en el laboratorio estudiando entre cadáveres conservados con formol, comíamos ahí, no había tiempo que perder. Al principio uno se resiste, luego se acostumbra, no se si es un proceso racional por saber que el aldehído fórmico mata todos los microbios, si es por el apuro de aprender antes del examen o por no quedarse atrás al ver que los compañeros hacían lo mismo. Lo cierto es que se ponía el sándwich encima del cadáver, mientras se disecaban los músculos orbitales del ojo y luego lo seguíamos mordisqueando.
Volvamos a Paul Krugman
“… aunque el resentimiento puede llevar al poder a gente mala, a largo plazo no puede mantenerla en él. En algún momento, el público se dará cuenta que la mayoría de los políticos que despotrican contra las élites en realidad son élites en todos los sentidos importantes, y empezará a pedirles cuentas por no cumplir sus promesas”, nos dice Krugman.
Este es mi diagnóstico: estamos en el mundo terrenal, las personas no son perfectas, les tenemos que admirar sus virtudes sin aceptarles sus defectos. Separemos cosas, así podemos amar a nuestros papás, aunque tengan sexo entre ellos, leer y disfrutar a Neruda, aunque sea un padre espantoso, no pasar hambre en un laboratorio de anatomía y sacar buenas notas.
No corresponde por desconfianza, pensar que todo lo hecho está mal, una generalización incorrecta. Tampoco pensar que todo lo nuevo estará bien, por el simple detalle de estar aparentemente desvinculado con el pasado.
La desconfianza nos coloca en una situación incómoda y hasta absurda. Las respuestas a esa desconfianza nos ponen al otro extremo o generalizamos, lo que nos lleva a la ridiculez: terraplanismo, creacionismo, medicamentos incluidas las vacunas son malos, no hay gobierno que sirva, la democracia no funciona…
¡Cuidado!, el discurso oficial está reforzando esa visión apocalíptica y nos dice que son la panacea a todos los males que de repente afloraron. Ni los males son nuevos, ni están los cuatro jinetes de San Juan Evangelista anunciando el fin del mundo, ni el chavismo es la salvación.
Muchas personas hicieron una inversión emocional en Rodrigo Chaves y Pilar Cisneros y admitir que estaban equivocadas puede amenazar su autoestima. La disonancia cognitiva lleva a justificar esa decisión para proteger la coherencia interna. No hay que afligirse ni tampoco aferrarse, las cosas caen por su propio peso, ¿dónde están las propuestas?, ¿dónde están las obras?
Tenemos que recuperar la confianza en los líderes sociales, sabiéndolos humanos y por eso con los mecanismos de control y sanción. Reiterar al chavismo en el poder es hundirnos sin remedio, ni la dictadura ni el anarquismo son mejores que la democracia. Por eso el chavismo tico es todo un sinsentido.