Enrique Jardiel Poncela
• Lo ocurrido con la Venus de Milo fué que se le infectaron las vacunas.
• La luna está tan pálida porque hace exclusivamente vida de noche.
• Mercurio, al llevar alas en los pies, engendra los viajantes de comercio.
• Sólo practican bien el ocultismo aquellos que ocultan que son ocultistas.
• Las estilográficas, las serpientes y las boquillas de ámbar destilan veneno.
• El ladrón va siempre mejor vestido que la víctima.
• De acuerdo con la Grafología, para tener un carácter sereno, ecuánime y ordenado, lo mejor es escribir siempre a máquina.
• Contando con que existió una Edad de Piedra, todos los humanos descendemos de picapedreros.
• Los viejos mendigos que gastan barba hacen triple recaudación que los mendigos afeitados.
• La garganta es el tubo de la risa.
• Los poliglotas más extraordinarios son los que conocen un solo idioma.
• Un carro es un cajón con ruedas llevado por dos animales: uno que pega y otro que aguanta.
• Un perro es un amigo; veinte perros es una jauría.
• Hay restaurants donde es tan frecuente dar gato por liebre, que para cazar ratones tienen conejos amaestrados.
• Los únicos que se ponen el sombrero absolutamente derecho son los ciegos.
• La embriaguez es el alzavoz del carácter.
• El que es un pedazo de pan casi siempre es un zoquete.
• Cuando en los naufragios se grita: «¡Las mujeres, primero!, ¡Las mujeres, primero!», ocurre siempre como se dice, y las que primero se ahogan son las mujeres.
• En la retirada de los 10.000 no iban más que 9.960.
• La guerra de «los siete años» duró seis y medio.
• Las medias se inventaron en el siglo XIII, pero no se han «descubierto» hasta el siglo XX.
• César se llamaba Julio y los demás césares no se llamó ninguno César.
• El Rey Sol no sabía nada de Astronomía.
• En la batalla de Sedán, les dieron.
– Trabajo aparecido por primera vez en la revista «Gutiérrez» en 1928.
Fuente: El Libro del Convaleciente (inyeciones de alegría para hospitales y sanatorios)