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Carlos Revilla Maroto
Siempre se ha dicho que Israel es una democracia, incluso que es la única en toda esa región. Pero en los últimos tiempos resurge el tema de la democracia, basados en el tema de la igualdad. Es decir ver la democracia no solo desde el punto de vista parlamenrario o electoral, si no ir más allá, y considerar la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley, no solo de un grupo de ciudadanos, por más numeroso que este sea.
Para dirimir estos asuntos, acudí al personaje de estos días la IA (Inteligencia Artificial), en su modalidad interactiva de chatbot (conversacional).
Fue así, como se me ocurrió preguntarle a Bard la IA de Google, que me gusta más que ChatGPT, sobre estos dos temas y el siguiente es el resultado de mi investigación:
Primero sobre democracia, le hice a Bard la siguiente pregunta: Si todos los ciudadanos de Israel no son iguales, ¿sigue siendo Israel una democracia?
Leamos que nos contestó Bard:
“Una democracia es una forma de gobierno en la que el pueblo detenta el poder. Este poder se ejerce a través de representantes elegidos por el pueblo para tomar decisiones en su nombre. En una verdadera democracia, todos los ciudadanos tienen los mismos derechos y reciben el mismo trato ante la ley.
Si no todos los ciudadanos israelíes son iguales, Israel no puede considerarse una verdadera democracia. Los árabes israelíes sufren discriminación en diversos ámbitos, como el empleo, la vivienda y la educación. También tienen más probabilidades de ser detenidos y encarcelados que los judíos israelíes. Esta discriminación viola el principio de igualdad, esencial en una democracia.
El gobierno israelí ha tomado algunas medidas para abordar la discriminación contra los árabes israelíes, pero aún queda mucho por hacer. Los árabes israelíes deben tener los mismos derechos y oportunidades que los judíos israelíes. Deben poder vivir sin miedo a la discriminación y deben poder contribuir plenamente a la sociedad de Israel.
Hasta que todos los ciudadanos israelíes sean iguales, Israel no podrá considerarse una verdadera democracia.”
Aquí la respuesta fue tajante: en el Israel actual no hay democracia, esto debido a que no hay igualdad, o como se diría en tico “todos son iguales, pero hay unos más iguales que otros”. Y la opinión de Bard coincide con la gran mayoría de los analistas y conocedores del tema. Claro, los judíos seguirán diciendo que Israel es una democracia, pero eso ya es otra cosa, recuerden ningún carnicero dice que su carne es mala, y menos en este tema con tantas implicaciones.
Para la otra pregunta a Bard, hay que empezar definiendo un par de conceptos, como los son el apartheid y los territorios ocupados.
Sobre el apartheid, este fue un régimen de segregación racial que se instauró en Sudáfrica en 1948 y que se prolongó hasta principios de los años 90, cuando fue abolido. En esencia, el apartheid consistía en la separación completa de las diferentes razas que convivían en el país: los blancos, que eran minoría, se autodenominaban la “raza superior”, mientras que los negros, los asiáticos y los mestizos eran considerados “inferiores”. Esto implicaba que las personas de diferentes razas no podían usar los mismos servicios, instalaciones públicas o barrios residenciales. Los negros, por ejemplo, vivían en los townships, zonas marginales y superpobladas, mientras que los blancos ocupaban los barrios más privilegiados. El apartheid además se tradujo en la falta de derechos civiles y políticos. Por extensión, en la actualidad, se aplica a la segregación de un grupo humano por razones étnicas, culturales o sociales.
Sobre los territorios ocupados, lo hago en referencia a Cisjordania (West Bank o Judea y Samaria como le dicen los judíos), y Jerusalén este. La ocupación comenzó en 1967, tras la Guerra de los Seis Días. Las Naciones Unidas consideran estos territorios como territorios palestinos ocupados, y la comunidad internacional ha pedido en repetidas ocasiones a Israel que se retire de estas zonas, citando la Cuarta Convención de Ginebra y numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad y la Asamblea General de la ONU.
Ahora si, la pregunta que hice a Bard fue: ¿practica Israel el apartheid con los palestinos en los territorios ocupados?
Leamos entonces, lo que nos contestó sobre el apartheid en Israel:
“Si Israel practica el apartheid contra los palestinos en los territorios ocupados es una cuestión compleja y controvertida. No existe una respuesta fácil, y hay argumentos sólidos a favor y en contra.
Los que sostienen que Israel practica el apartheid señalan una serie de factores, entre ellos:
- El control del gobierno israelí sobre todos los aspectos de la vida en los territorios ocupados, incluida la circulación de personas y mercancías, la prestación de servicios y la administración de justicia.
- Los diferentes sistemas jurídicos que se aplican a israelíes y palestinos en los territorios ocupados, en los que los israelíes gozan de derechos y protecciones mucho mayores.
- Las políticas discriminatorias del gobierno israelí, como la construcción de asentamientos en los territorios ocupados, que han provocado el desplazamiento de palestinos y la fragmentación de sus comunidades.
- El uso de la fuerza por parte del gobierno israelí contra los palestinos, incluidas las muertes y heridas de civiles, que ha sido condenado por organizaciones de derechos humanos.
Quienes sostienen que Israel no practica el apartheid señalan el hecho de que los palestinos tienen su propio gobierno elegido, la Autoridad Palestina, y que gozan de una serie de derechos, como el derecho a la libertad de circulación dentro de Cisjordania y la Franja de Gaza. También argumentan que las acciones del gobierno israelí están justificadas por la necesidad de proteger a sus ciudadanos del terrorismo palestino.
La Corte Penal Internacional (CPI) investiga actualmente si Israel ha cometido crímenes de guerra en los territorios ocupados. La investigación de la CPI está en curso, y aún no está claro a qué conclusiones llegará la CPI.”
Bueno, en esta oportunidad Bard no nos dice mucho, y si, efectivamente es una pregunta controvertida. El expresidente de Estados Unidos Jimmy Carter sostiene que si hay apartheid, pero aclara que es del tipo territorial nada más. Eso lo dijo hace ya unos 20 años, y la realidad es que las cosas han empeorado bastante. Ahora ya se puede hablar de apartheid en general. Israel se ha estado anexando, ilegalmente partes del territorio de Cisjordania y, ha profundizado la política de asentamientos, también ilegales, formalmente segregando a los palestinos.
En esta respuesta Bard me quedó debiendo. Supongo que los supremacistas blancos sudafricanos de antaño, también tenían sus razones y excusas para esa práctica tan deleznable, pero era algo injustificable, como ahora también lo es el comportamiento de Israel con los palestinos.
La triste realidad es que Israel ha cambiado, y mucho. De aquel país que tanto admirábamos con estadistas como David Ben-Gurion, Golda Meir, Shimon Peres e Isaac Rabin, ya lastimosamente queda muy poco.
