Cuaderno de vida
Gustavo Elizondo Fallas
Como parte de la cantaleta para justificar sus movimientos de huelga, los execrables dirigentes sindicales se declaran defensores del pueblo y en el caso del sector salud, defensores de los asegurados. Desde este Cuaderno de Vida, le decimos a Luis Chavarría, Marvin Atencio, Edwin Montero, Lenín Hernández, Albino Vargas, si su negra conciencia no les mortifica por tantos daños que han propiciado a los pacientes de la Seguridad Social en su lucha por defender sus prebendas, no ofendan la dignidad de estos costarricenses, no ofendan a aquellas personas que decidieron luchar de frente contra el cáncer y se encontraron que aparte de la enfermedad, tienen que luchar contra la irresponsabilidad de aquellos que deberían velar por su salud, que aparte de los dolores que producen los pesados tratamientos de quimioterapia, ven afectada su recuperación porque no recibieron la irradiación el día que correspondía porque simplemente “estamos en huelga”.
No señores, ustedes no representan a los pacientes de diálisis, para los que un día de posposición sin conectarse a la máquina que limpia su organismo, significa poner en riesgo su vida y tener consecuencias por retención de líquidos tóxicos. No representan a los pacientes hospitalizados que se exponen a contaminación por no contar con ropa limpia o la higiene estricta que requiere un nosocomio. No representan a muchas personas que han viajado desde lugares lejanos para asistir a una cita esperada por mucho tiempo y que son devueltos de la puerta del hospital porque simplemente “estamos en huelga”. No representan a aquellos que se quedaron esperando una intervención quirúrgica que mejoraría su calidad de vida, quizá eliminando una hernia, dolorosos cálculos biliares, fracturas que tendrán que esperar. No representan a los pacientes crónicos que se han quedado sin su tratamiento porque en la Farmacia no los atienden y por supuesto nunca representaron al vecino de Alajuela que en apariencia falleció por no recibir tratamiento bajo la justificación de la huelga.
Por eso aplaudimos que el proyecto de ley que regula las huelgas haya recibido la aprobación en Comisión Especial de la Asamblea Legislativa, no podemos dejar que la anarquía propiciada por los sindicatos siga reinando en este país, es hora que se imponga la seguridad jurídica y el ordenamiento de las protestas, sin perder de vista el principio de que mi derecho termina donde empieza el derecho de los demás.