De Tolkien: “El Hobbit, un viaje inesperado”

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Carlos Revilla Maroto

Carlos Revilla

No soy crítico de cine, pero de vez en cuando me da por comentar alguna película de las que dan el cine y que de alguna forma me llaman la atención. En esta oportunidad la ocasión es muy especial, pues este fin de semana se estrenó a nivel mundial «El Hobbit: Un viaje inesperado» la primera de una trilogía de películas que son una precuela (contrario a secuela) al «Señor de los Anillos», aquella gran trilogía del libro homónimo —en tres partes— de J.R.R. Tolkien.

Recordemos que «El Señor de los Anillos: El retorno del Rey» (tercera parte) ha sido una de las películas más galardonadas en la historia del cine con 11 premios Oscar, máximo número de estatuillas junto a Ben Hur y Titanic. En realidad se escogió la tercera parte para esa máxima premiación, pero en realidad era para premiar a toda la trilogía, es decir «La Comunidad del Anillo», «Las dos Torres» y «El Retorno del Rey».

Como ya les he comentado, mi género favorito en literatura es la ciencia ficción, y aunque estas historias de Tolkien no clasifican exactamente dentro del género, están más bien dentro del género de fantasía, la línea divisoria es muy tenue entre los dos y podríamos decir que son parientes muy cercanos.

Mi relación con Tolkien es de vieja data. La primera vez que leí «El Señor de los Anillos» —si, lo ha leído dos veces en español y una en inglés— fue en mi juventud, cuando casi nadie en Costa Rica conocía a su autor. Me enteré de su existencia por medio de un amigo que me habló de el en una fiesta. Tuve que esperar algunos meses a que llegara el libro al país —en ese entonces no había Internet ni nada parecido—. Recuerdo que lo compré en la Universal de la avenida central que era la única que había en esa época, una edición de Minotauro con la tapa suave.

Compré los tres tomos de una solo vez y prácticamente los devoré, ni comía con tal de seguir leyendo y me acostaba tardísimo solo cuando ya el sueño me rendía. Creo que duré como una semana para leerme la trilogía completa, algo realmente excepcional pues es muy extensa. Definitivamente eran los tiempos en que leía…

Después de leerlo, al poco tiempo mi hermano, que estudiaba en EE.UU., trajo la versión original en inglés, la cual también leí, eso si, esta vez haciendo un gran esfuerzo y con un diccionario a la par, pues no es nada parecido a lo que uno estaba acostumbrado a leer (inglés técnico). Varios años después lo leí de nuevo por tercera vez en español.

El gran problema (positivo) con Tolkien es que uno queda como mesmerizado con sus personajes y el universo creado en sus historias, y entonces lo dejan a uno pidiendo siempre más de «La Tierrra Media», los Hobbits, Elfos, Aragorn, Galadriel… Ahhh Galadriel, les juro que en esa época tuve un amor platónico con ese personaje tan especial; estó llegó a tal punto que hasta le hubiera puesto ese nombre a una hija.

Como ya dije, en esos años —principios de los 80s del siglo pasado— no había Internet, entonces la única forma de enterarse de las cosas era por medio del «word of mouth«, eso es básicamente por lo que le contaban a uno o se leía en los periódicos o revistas. Bueno así fue como un tiempo después me enteré de la existencia de otro libro de Tolkien sobre el mismo tema llamado «El Hobbit». Pero el inconveniente era que todavía no se conseguía en Costa Rica. Por esa época hice un viaje a México y logré obtenerlo y de nuevo lo devoré en pocos días.

La película está muy bien lograda, de hecho introduce nueva tecnología como el uso de 48 fotogramas por segundo, lo que hace que la acción se sienta vertiginosa. Es bastante larga, casi las tres horas de duración, que realmente no se sienten, la vi en 3D que creo aumenta la experiencia del espectador. Muy bien ambientada y con buena música, los paisajes quitan el aliento, de nuevo como «El Señor de los Anillos», fue filmada en Nueva Zelanda.

La película se disfruta, pero al contrario de «El Señor de los Anillos», esta es simplemente una historia de aventuras. No hay una misión superior —como salvar a la humanidad—, es simplemente —repito— una aventura, muy buena eso si. Y ahí creo que está el pecado, entretiene pero no deja nada.

Para los verdaderos fans de Tolkien, pueda ser que no cumpla completamente con las expectativas, dado que no tiene la rigurosidad con respecto al libro que si tuvo «El Señor de los Anillos», pero se agradece ver de nuevo a Gandalf, Elrond, Saruman y Galadriel interpretados todos por los mismos actores. Especial mención para Gollum, que es un «actor» digital y que se ve mejor logrado que en la anterior.

El Hobbit: Un viaje inesperado

Sinópsis

«El Hobbit» es la historia de como Bilbo Bolsón —el tío de Frodo— logró conseguir el anillo de poder. Se desarrolla en la Tierra Media 60 años antes de los sucesos de «El Señor de los Anillos». Las tres películas cuentan esa historia y “El Hobbit: Un viaje inesperado” es la primera de la trilogía adaptada del libro.

El director de está nueva trilogía es Peter Jackson, ganador del Premio de la Academia, por su trabajo en el «Retorno del Rey». Es importante destacar que al contrario de «El Señor de los Anillos» que eran tres tomos, «El Hobbit» es solo uno y no tan grueso. Así que me parece que como se dice popularmente Jackson hizo de «tripas chorizo» con esta nueva trilogía.

La aventura sigue la travesía del personaje principal, Bilbo Bolsón, quien se ve envuelto en una épica misión para recuperar Erebor, el Reino de los Enanos, del temible Dragón Smaug. Abordado repentinamente por el Mago Gandalf el Gris, Bilbo se une a un grupo de trece enanos, liderado por el legendario guerrero, Thorin Escudo de roble. Su viaje los llevará a zonas salvajes, a través de tierras traicioneras repletas de trasgos, orcos, los letales huargos y una figura misteriosa y siniestra conocida únicamente como El Nigromante.

Aunque su objetivo se encuentra en el Este y en el páramo de la Montaña Solitaria, primero deben escapar de los túneles de los trasgos, en los que Bilbo conoce a Gollum, una criatura que cambiará su vida para siempre.

Ahí, a solas con Gollum a las orillas de un lago subterráneo, el modesto Bilbo no solo descubre un ingenio y valor de los que hasta él se sorprende, sino que también toma posesión del «precioso» anillo de Gollum, que posee cualidades útiles e inesperadas. Un sencillo anillo de oro que está atado a todo el destino de la Tierra Media en formas que Bilbo ni siquiera puede empezar a imaginar.

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Un comentario

  1. Curioso. El Hobbit es la que a mi mas me gusta. Y El Silmarión la que menos. Aparentemente El Silmarión fue el borrador de donde salieron todas. La primera que leí en 1970, fue The Fellowship of the Ring. Pero las he leído todas por los menos cuatro veces, y como dice Peter Beagle en el prólogo de mi Fellowship : «la sociedad industrial se volvió invivible, inmoral y letal». » En los sesentas la palabra progreso perdió su antiguo carácter sagrado, y la palabra escape dejó de ser obscena» Y «todo el mundo quisiera vivir en Middle Earth; me too, like a shot. Otra cosa digna de mención de mi Fellowhipo es el prólogo de Tolkien, donde dice que los escritores a quienes les envió el borrador de The Felloship le contestaron que no valía nada, y que esa opinión no lo resintió, «pues a mi tampoco me gusta lo que ellos escriben»

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